En el refugio palaciego de la dise?adora y profesora de yoga Mar¨ªa Rosenfeldt
Hija de la artista Ouka Leele, Mar¨ªa Rosenfeldt es tan polifac¨¦tica como su madre. Formada en m¨²sica y dise?o, la joven centra ahora su carrera en el yoga. Su casa en el barrio de las Letras de Madrid es un reflejo m¨¢s de ese eclecticismo.
Entrar en la casa de Mar¨ªa Rosenfeldt (Madrid, 30 a?os) es como viajar en una m¨¢quina del tiempo que cambia de ¨¦poca seg¨²n la estancia. Si uno mira por la ventana del sal¨®n, el sobrio ladrillo de la fachada del Convento de las Trinitarias Descalzas de San Ildefonso, construido a principios del siglo XVII, aniquila el ruido de la capital y evoca un lugar lejano en espacio y tiempo. ?Es como estar en Segovia sin moverte del sof¨¢?, dice ella. En el interior, las paredes desconchadas, en las que se superponen capas de pintura y papel bajo restos de gotel¨¦, bien podr¨ªan ser las de un palacio renacentista italiano decadente y abandonado. Al mirar abajo, el cemento y la madera conviven con baldosas hidr¨¢ulicas de los a?os cuarenta. La ausencia de pantallas visibles ¨Cni televisi¨®n ni ordenador a primera vista¨C hace m¨¢s dif¨ªcil encontrar signos de una contemporaneidad solo delatada por alg¨²n mueble de Ikea.
La propia Rosenfeldt, de melena rubia prerrafaelita y dotes renacentistas ¨Ctoca el arpa, es dise?adora de moda y profesora de yoga¨C, encarna el esp¨ªritu atemporal del piso que comparte con su pareja, el arquitecto Alberto Gobbino, responsable de la obra de recuperaci¨®n de las paredes y suelos originales. ?Antes viv¨ªa en Malasa?a en una casa muy distinta, de paredes blancas y muy limpias?. Su nuevo hogar desde el pasado diciembre, le gusta, dice, porque es lo suficientemente espacioso como para albergar sus m¨²ltiples arpas, un vestidor donde atesora piezas dise?adas por ella misma y un peque?o estudio de yoga. ?Es una casa muy silenciosa y fresquita. Aqu¨ª me siento muy palaciega?, concede.
Los muebles que la rodean, sin embargo, son bastante m¨¢s sencillos que los lujos propios de palacio. Piezas recogidas de la calle se mezclan con una mesita comprada en El Rastro a precio de ganga, una silla rota hace ahora las veces de macetero y los libros de yoga, as¨ª como las piedras y cristales, se amontonan en cada rinc¨®n, incluso dentro del lavabo del ba?o. En las paredes no faltan ilustraciones de distintos artistas, fotograf¨ªas antiguas, recuerdos de viajes y, por supuesto, algunas obras de su madre, la polifac¨¦tica artista Ouka Leele.
Siguiendo sus pasos y consejos, Mar¨ªa Rosenfeldt ha tenido tantas vidas como capas se superponen en los muros de este piso ubicado en el barrio de Las Letras. Se form¨® en m¨²sica y despu¨¦s estudi¨® dise?o de moda y lanz¨® la firma Heridadegato, proyecto que ahora mantiene en un segundo plano desbancado por su m¨¢s reciente pasi¨®n: el yoga. ?Mi madre siempre me ha dicho que se puede hacer de todo en la vida, que no tienes por qu¨¦ elegir una sola profesi¨®n. Es bastante inspiradora?, cuenta sobre la voz que la impuls¨® a convertir su inter¨¦s por esta disciplina, que comenz¨® hace 10 a?os despu¨¦s de probar una clase de Bikram con una amiga, en su profesi¨®n. ?Me form¨¦ en Vinyasa y Hatha y ahora doy clases particulares, bien en el domicilio de los clientes o bien aqu¨ª?.
Con su madre tambi¨¦n comparte el gusto por las casas abigarradas, y el amor por un estilo de vida saludable. Lo primero es palpable en la decoraci¨®n que inunda cada estancia ¨C?Yo lo guardo todo, tengo un pel¨ªn de Di¨®genes?, comenta entre risas¨C. Respecto a lo segundo, la joven reconoce la influencia materna en su preocupaci¨®n actual por el deporte y la alimentaci¨®n sana. ?En los a?os ochenta y noventa ella ya era vegetariana, sab¨ªa de comida macrobi¨®tica y de ayurveda. En ese momento pensaba: ¡®Qu¨¦ friki es mi madre¡¯, pero ahora s¨¦ que era una pionera. La verdad es que es mi mejor amiga y nos tiramos horas y horas hablando?, asegura.
Entre sus pr¨®ximos proyectos, la joven planea organizar retiros de yoga y aunar esta disciplina con sus conocimientos en moda creando colecciones de ropa espec¨ªficas sin perder de vista la sostenibilidad de los tejidos. ?Quiero ir m¨¢s all¨¢ de la licra y estoy investigando bastante sobre tejidos. Hasta el momento he hecho algunas prendas para otras marcas, pero me gustar¨ªa lanzar colecciones bajo mi propio nombre?.
Esa marca personal, Mar¨ªa Rosenfeldt, aglutina todas esas inquietudes, tambi¨¦n la de instagramer. Aunque la comunidad que sigue sus pasos en esta red social dista mucho de los mareantes n¨²meros de seguidores de las conocidas como influencers, la madrile?a actualiza a diario un perfil en el que a¨²na consejos sobre yoga, im¨¢genes de sus estilismos diarios, viajes por todo el mundo y colaboraciones con marcas. ?No tengo muchos seguidores, pero interact¨²o y hablo un mont¨®n con los que me siguen. Nos recomendamos libros o recetas?, detalla. Y aunque confiesa carecer de conocimientos en el mundo de la creaci¨®n de contenidos digitales, no rechaza la etiqueta de influencer. ?Empec¨¦ con todo esto un poco por casualidad subiendo fotos durante el confinamiento, pero me divierte porque es algo creativo. Al final, si influencias a alguien de una buena forma me parece bastante bien?, afirma.
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