?Nos acost¨¢bamos tan agotados que no surg¨ªa?: el sexo cuando la pandemia te obliga a estar 24/7 con tu pareja
Los estudios aseguran que la vida sexual de muchas parejas se ha resentido este ¨²ltimo a?o. Hablamos sobre las consecuencias de la pandemia en este aspecto de la vida cotidiana, que tambi¨¦n ha sido impactado por el coronavirus.
El encierro en marzo de 2020 supuso para Ana, de 46 a?os y residente en Barcelona, una convivencia ¡°un poco estresante¡±. Ella y su marido empezaron a teletrabajar, pero ni estaban habituados ni contaban con los medios suficientes. Y ten¨ªan una ni?a de ocho a?os con clases online que cada vez se iba m¨¢s tarde a dormir. ¡°Todos los horarios se desmontaron¡±, asegura. As¨ª que ¡°no hab¨ªa un momento de intimidad¡±.
¡°Adem¨¢s estaba el agotamiento psicol¨®gico, que ya hac¨ªa que te plantearas el d¨ªa como un ejercicio de supervivencia¡±, explica. Esto, unido al cansancio f¨ªsico, provoc¨® que las relaciones sexuales disminuyeran. ¡°A la hora que normalmente la ni?a se va a dormir tienes tiempo para ti, pero era imposible porque cada d¨ªa se acostaba m¨¢s tarde y no hab¨ªa hueco para pasar los dos un rato juntos. Y cuando ¨ªbamos a la cama est¨¢bamos agotados¡±, a?ade. Ahora sigue teletrabajando durante semanas en casa con su marido (ambos se conocieron en el trabajo y contin¨²an en la misma empresa), pero eso no les perjudica ya. Con la peque?a en el cole todo es m¨¢s sencillo.
Como la de Ana, vida sexual de muchas parejas se ha resentido este ¨²ltimo a?o. Un estudio del Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana mostr¨® que el 43,5% de los participantes informaron de una disminuci¨®n en la calidad de la vida sexual. El resto (42,8%) se mantuvo igual y solo el 13,6% la mejoraron. Adem¨¢s, la frecuencia de las relaciones sexuales en pareja disminuy¨® significativamente en comparaci¨®n con las del a?o anterior.
El haber pasado de estar los ratos libres con la pareja a convivir 24/7 por el teletrabajo ha afectado de forma diferente a cada relaci¨®n. Pero no hay duda de que, de una u otra forma, ha hecho mella. ¡°Hemos perdido toda la normalidad y todos los h¨¢bitos y rutinas. Eso desestructura bastante las parejas¡±, asegura Roberto Sanz, psic¨®logo y sex¨®logo de la Fundaci¨®n Sexpol.
Sanz incide en que la sexualidad no est¨¢ muy cuidada en Espa?a, sobre todo por la falta de educaci¨®n sexual. ¡°Las personas, en general, tienen pocas habilidades para crear deseo. Se pierde con la rutina, pero sin ella, a su vez se desvanecerse el deseo¡±.
Con todo, el sex¨®logo explica que el deseo sexual se puede crear: ¡°No es algo que de forma innata tenga cada una y deba fluir de una u otra forma, sino que lo creamos en base a rutinas y al lenguaje dentro de la pareja¡±. Para ¨¦l ¡°la clave es el equilibrio entre la fantas¨ªa y la realidad¡±. Se?ala que generalmente la realidad pierde fuerza por la rutina: el estar viendo a tu pareja todas las ma?ana cambiarse de ropa interior hace que se pierda su capacidad er¨®tica. ¡°Ah¨ª es donde tenemos que poner la fantas¨ªa y pensar que esa ropa interior puede ser sexy incluso aunque sea para estar por casa. Porque, al contrario que en un anuncio, puedo interaccionar con ella¡±, asegura.
El estr¨¦s y la ansiedad tambi¨¦n influyen
La incertidumbre que causa esta pandemia tambi¨¦n puede ser un factor contraproducente. ¡°Es f¨¢cil que cualquier fuente de estr¨¦s (interna o externa) que nos afecte, interfiera, de un modo u otro, en nuestra sexualidad, tanto a nivel individual como a nivel de pareja¡±, explica por su parte Irene Bedmar Mart¨ªn, psic¨®loga especialista en trastornos sexuales y de pareja en su consulta El Div¨¢n de Irene.
¡°Se ha evidenciado en este ¨²ltimo a?o c¨®mo los problemas que han generado mayor estr¨¦s han acabado tambi¨¦n repercutiendo en nuestro deseo sexual, al ser este una etapa fundamentalmente psicol¨®gica y, probablemente, la m¨¢s vulnerable a nuestro estado emocional. El hecho en s¨ª de pasar m¨¢s tiempo en casa no guardar¨ªa relaci¨®n directa con la disminuci¨®n o el aumento del deseo sexual, pero s¨ª con c¨®mo gestionamos cognitiva y emocionalmente ese mayor tiempo de confinamiento; es decir, si mantenemos h¨¢bitos mentales y f¨ªsicos saludables, as¨ª como una comunicaci¨®n de calidad con la pareja, es mucho m¨¢s f¨¢cil que nuestro deseo sexual no sufra oscilaciones bruscas ni se vea completamente inhibido¡±, a?ade la experta.
Almudena, de 29 a?os y residente entre Madrid y Almer¨ªa, explica que en su caso no influy¨® el haber pasado a convivir las 24 horas del d¨ªa con su pareja por el teletrabajo que les impusieron sus empresas. Esa era la din¨¢mica los fines de semana, as¨ª que no not¨® el cambio. S¨ª que indica que las primeras semanas del confinamiento hab¨ªa perdido la l¨ªbido por la tristeza y la ansiedad que le provocaban las noticias sobre la pandemia. A?os atr¨¢s hab¨ªa tomado antidepresivos, as¨ª que supo identificarlo r¨¢pido. ¡°La ansiedad suele ser el denominador com¨²n en la inmensa mayor¨ªa de problemas psicol¨®gicos y sexuales¡±, asegura Bedmar.
Cuando la situaci¨®n fue mejorando, la ansiedad de Almudena se fue y empezaron a tener m¨¢s encuentros que antes de la pandemia. Ya no estaban tan cansados como cuando trabajaban fuera de casa, cuando el sexo se limitaba a los fines de semana. Ahora las relaciones tambi¨¦n son m¨¢s largas.
Tambi¨¦n hay personas que le dan la vuelta a ese estr¨¦s y utilizan el sexo como arma para liberarlo. Ocurri¨® por ejemplo con Laura. Lleva tres a?os con su pareja y tambi¨¦n les toc¨® empezar a convivir las 24 horas del d¨ªa por el teletrabajo. ¡°El sexo creo que me ha servido para liberar estr¨¦s en muchas circunstancias, imagino que en pandemia tambi¨¦n ha sido as¨ª¡±, asegura. En su caso explica que cree que no tienen m¨¢s deseo as¨ª, pero tampoco menos.
Tampoco afect¨® esta convivencia ¡®extrema¡¯ a la sevillana Inmaculada, de 32 a?os y en una relaci¨®n desde hace 15. Ella y su pareja pasaron a trabajar juntos unas 10 horas diarias. Durante el confinamiento, estos encuentros eran ¡°una forma de liberar estr¨¦s o algo m¨¢s que hacer. Los fines de semana sin poder salir se hac¨ªan un pel¨ªn largos, pero quiz¨¢s antes s¨ª hab¨ªa m¨¢s dificultad para encontrar un momento y no estar cansados. Durante el confinamiento hab¨ªa todo el tiempo del mundo, as¨ª que en nuestro caso la vida sexual se ha visto beneficiada¡±, asegura. En esos d¨ªas hubo tiempo para innovar.
Cuando el comienzo es en la pandemia
Roberto Sanz recuerda que esta situaci¨®n de pandemia y de convivencia lo que hace es exacerbar lo que la pareja ya ten¨ªa. Si ten¨ªan conflictos antes, ahora tendr¨¢n m¨¢s. Pero si, por el contrario, es de convivencia reciente, ¡°van a estar ilusionados y lo van a pasar muy bien. Porque pasan m¨¢s tiempo juntos, es m¨¢s divertido¡±.? Es el caso de Laia, de 29 a?os. Conoci¨® a su actual pareja en julio y desde entonces viven juntos a unos 200 kil¨®metros de su casa. ¡°Lo dej¨¦ todo atr¨¢s sin pensarlo, pero es que fue un rayo de luz que se col¨® en mi encierro y que me sigue iluminando a d¨ªa de hoy¡±, confiesa. El cierre perimetral en Catalu?a tampoco dio pie a moverse mucho.
¡°Lo primeros meses fueron una pasada. Est¨¢bamos todo el d¨ªa enganchados, intentando trabajar como se pod¨ªa pero sin quitarnos los ojos de encima. Hab¨ªa una qu¨ªmica brutal, la mayor que he tenido con nadie. Las relaciones se convirtieron en el motor del d¨ªa a d¨ªa. Y nos fuimos conociendo as¨ª, entre la cama y la mesa de teletrabajo. Hasta que pasaron cuatro meses, la situaci¨®n segu¨ªa igual en el exterior y tuvimos que poner los pies en la tierra para seguir con los trabajos. Por lo que decidimos hacernos dos despachos separados y vernos solo en el descanso de las 11 y la hora de comer. El resto de contacto est¨¢ prohibido¡±, a?ade.
Explica que se preguntan qu¨¦ hubiera sido de ellos de haberse conocido en otras circunstancias y en otro contexto: si se hubieran enamorado tan r¨¢pido o si habr¨ªan tenido la misma intensidad. ¡°La verdad, no lo s¨¦. Se ha creado una nueva realidad y seguimos alimentando nuestra burbuja¡±.
Para aquellas personas que no tengan ya este nivel de apetito sexual, los terapeutas utilizando con frecuencia un recurso: el de concertar encuentros. ¡°En muchos casos es necesario. Y el motivo fundamental es que en el sexo, cuando no nos esforzamos tarde o temprano, lo acabamos pagando caro. Solemos pensar err¨®neamente que el sexo es algo m¨¢gico que tiene que surgir siempre espont¨¢neamente¡±, explica la terapeuta Bedmar.
¡°Por ejemplo, si dejamos que la inercia y las prisas del d¨ªa a d¨ªa devoren nuestra vida afectiva y emocional, al final nuestra sexualidad suele ser una de las grandes damnificadas. Por el contrario, cuando nos esforzamos un poco por cuidar todas estas claves anteriores que mencionaba, resulta mucho m¨¢s sencillo coger la agenda (f¨ªsica y mental) y priorizar nuestra satisfacci¨®n sexual¡±, concluye la psic¨®loga, que recuerda que el encuentro sexual no se limita al coito o a una misma pr¨¢ctica. ¡°De hecho, esta es una de las formas m¨¢s r¨¢pidas y eficaces de alcanzar la insatisfacci¨®n sexual¡±, asegura.
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