Objetivo 2015: estar vivo, por Eva Hache
?Qu¨¦ es la vida sino ir de tropiezo en acierto? Con las almas desolladas, pero con la cara contenta
La segunda oportunidad era un programa de Paco Costas que abr¨ªa con una cabecera espectacular. Con m¨²sica de serie de acci¨®n bien setentera, un coche chul¨ªsimo iba por carreteras secundarias de las de antes y se estampaba con un pedrolo de 16 toneladas. No una, ni dos, sino seis veces, desde diferentes ¨¢ngulos. Lo que m¨¢s nos gustaba (impresionables chiquillos ¨¦ramos) era la reconstrucci¨®n marcha atr¨¢s de la secuencia hasta dejar el carro otra vez impoluto para seguir el camino tan pichi. La marcha atr¨¢s siempre funciona. No en todos los ¨¢mbitos, no hace falta que lo diga yo, pero en la tele s¨ª. ?El hombre es el ¨²nico animal que tropieza dos veces con la misma piedra?, dec¨ªa la voz en off. Bueno, m¨¢s bien yo creo que el hombre es el ¨²nico animal que se da cuenta de que la piedra es la misma. Y no en todos los casos. Y en caso de que s¨ª, pues ya est¨¢, dos oportunidades para que aprendas.
Tropezar una o dos veces es bueno, aunque solo sea para aprovechar el impulso del impacto y salir proyectado hacia delante. Salir proyectado y no partirse los dientes, si puede ser, tambi¨¦n es importante. Saber caer es una buena herramienta. Caer bien. Pero no seamos cabezotas. Hay gente que tropieza mil veces en la misma piedra y le coge el gustillo. En estos casos se pueden hacer dos cosas, o cambias de camino o te metes la piedra en el bolso y ya la sacas cuando te venga bien ser torpe. Pero entonces no vale quejarse. Vale quejarse si se avanza. Se cae uno bien y se levanta. Es cierto que la mayor¨ªa de las piedras est¨¢n puestas a mala leche, por gente perversa, no dependen de nosotros y, por eso mismo, hay que saber que est¨¢n y estar¨¢n. Ya sabi¨¦ndolo, no las tires a tu propio tejado. Ahora que est¨¢s haciendo los planes, los planazos, para el a?o nuevo, has de saber que solo el 12% de lo de estar bueno, sano, tranquilo, disponible y con dinero va a llegar a la meta. Hazte unos planes f¨¢ciles, que puedas conseguir y, preferiblemente, que sean baratos. Por lo menos evitar¨¢s la frustraci¨®n absoluta cuando no los consigas. Seguir¨¢s con barriga cervecera, s¨ª, pero por lo menos no te habr¨¢s pulido el dinero del gimnasio al que no vas como para no poder ir a pasar el d¨ªa en el campo con tu nevera con cervezas. Y elige las batallas. No te vayas a empecinar en que, como ya sabes caerte, no se te resiste una piedra y para ti todas. Algunas se pueden vadear. No les des tanta importancia, ni a ti tampoco. Est¨¢ bien indignarse, pero que no se nos vaya la indignaci¨®n por la culata.
Qu¨¦ m¨¢s da si, otra vez, has olvidado que si se te pones ese abrigo con vaqueros de pega, se te forma un refajo mortal. No te enfades, aprovecha esa falda que baila sola un fandango entre tiras de velcro y tararea. La gente que tararea sola por la calle cae fenomenal. A ver si en este a?o nuevo conseguimos enfadarnos bajito por esos problemas que no lo son tanto.
A m¨ª dadme piedras nuevas, en caminos por los que nunca he ido, que estoy dispuesta a tropezarme y a volver a tropezarme. Y volver y volver. Que no tiene por qu¨¦ estar mal, que tambi¨¦n puede ser volver, volver, volver a tus brazos otra vez. Saber perder y aprender. Porque, ?qu¨¦ es la vida sino ir de tropiezo en acierto? Con las espinillas y las almas m¨¢s o menos desolladas, pero con la cara alta y contenta. Muy contenta por estar bien vivo.
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