Parece una hamburguesa, pero no lo es: llega la comida imposible
Ciencia para imitar alimentos y el ¡®feel good food¡¯: triunfa la tecnolog¨ªa que revoluciona la forma en la que entendemos la alimentaci¨®n.
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?Qu¨¦ es eso que huele como una hamburguesa, sabe como una hamburguesa, parece una hamburguesa y no lo es? Esto mismo se pregunt¨® la periodista de The Wall Street Journal Evelyn M. Rusli cuando le dio el primer bocado a una masa con una textura y un sabor id¨¦nticos a los de una jugosa hamburguesa con queso. Ella es la primera que ha probado The Impossible Cheeseburger, un nuevo alimento 100% vegetal tan sabroso como la carne picada a la parrilla, pero con una diferencia: en sus ingredientes no hay ni rastro de prote¨ªna animal. Incluso el vegano m¨¢s radical dar¨ªa su visto bueno a este experimento de Impossible Foods, la startup con sede en California que ha patentado la idea. Su fundador es Patrick Brown, m¨¦dico y exprofesor de Bioqu¨ªmica de ese laboratorio de ideas geniales que es la Universidad de Standford, en el coraz¨®n de Silicon Valley.
Brown, un cient¨ªfico preocupado por el coste medioambiental y sanitario del consumo de carne roja, est¨¢ convencido de que la gente nunca va a renunciar a su comida favorita. Por muchas campa?as de concienciaci¨®n que se financien. O por mucho que Michelle Obama cultive su propio huerto en la Casa Blanca. A no ser, claro, que encuentren algo que les guste m¨¢s. ¡°Fabricar carne tiene consecuencias terribles para el medio ambiente y muchos m¨¦dicos creen que comerla es intr¨ªnsecamente malo¡±, ha declarado Brown a The Wall Street Journal. ¡°Tenemos que inventar un sistema nuevo de producir alimentos cuyo resultado sea un producto tan delicioso que pueda competir con lo que a la gente le ha gustado siempre¡±, explica. Por eso, Impossible Foods no est¨¢ dirigida a los que han desterrado a los animales de su dieta. Al contrario, el target de la hamburguesa imposible son los carn¨ªvoros orgullosos. Aquellos que aman el sabor de la carne. ¡°Te gusta la carne y te gusta el queso. Durante miles de a?os hemos usado animales para conseguirlos. Ahora usamos plantas para hacer los mejores que has probado en tu vida¡±, se puede leer en su web.
Con esta premisa, Brown comenz¨® hace tres a?os a experimentar variables de una ¡®hamburguesa 4.0¡¯, con cinco verduras como ingredientes b¨¢sicos y un coste de producci¨®n de 20 d¨®lares. El secreto de su sabor y de su aspecto sangriento es una mol¨¦cula denominada hemo, presente en la hemoglobina y responsable del caracter¨ªstico sabor de la carne roja. Este componente tambi¨¦n se encuentra en las ra¨ªces de algunas verduras y legumbres. De ah¨ª es de donde el profesor Brown lo ha aislado. ¡°Este qu¨ªmico es el secreto de que la carne nos sepa a carne y no hay ning¨²n otra cosa que se le parezca¡±, asegura. El resultado es tan real que no ha pasado inadvertido para los inversores. Entre ellos, Bill Gates y Google Ventures, bussines angels del negocio. ¡°Todo el equipo, que es peque?o, est¨¢ ya trabajando con un ¨²nico objetivo. Hacer que The Impossible Cheeseburger se pueda comprar pronto en los supermercados¡±, explica por mail Lance Ignon, director ejecutivo de la firma, desde Redwood City (California). Un equipo de m¨¢s de 50 personas formado por ingenieros, agricultores, qu¨ªmicos, cient¨ªficos y chefs dedicados en cuerpo y alma a fabricar una hamburguesa que, en realidad, no lo es.
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Soylent es un compuesto nutritivo con la intenci¨®n de sustituir todas las necesidades alimenticias del ser humano.
Soylent
¡®Feel good food¡®
Impossible Foods es la cabeza visible de una nueva generaci¨®n de compa?¨ªas que mezclan la tecnolog¨ªa y la ciencia para imitar la carne, los huevos, el queso, la mayonesa y las galletas con un realismo visual y gustativo nunca visto. Otras, en cambio, apuestan por la alimentaci¨®n evolucionada. La firma de capital riesgo Anderssen Horowitz, que apoy¨® a Instagram, Skype y Groupon cuando dieron sus primeros pasos, ha invertido m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares en Soylent, un ¡®superalimento¡® que sali¨® del cerebro de Rob Rhinehart el a?o pasado. Rhinehart, un ingeniero inform¨¢tico afincado, como no pod¨ªa ser de otra forma, cerca Silicon Valley, no ten¨ªa tiempo para prepararse la comida mientras estudiaba. As¨ª que puso en una batidora todos los ingredientes que necesita un ser humano para sobrevivir: prote¨ªnas, carbohidratos, vitaminas, minerales y fibra y los mezcl¨® con agua. Su invento, unos polvos solubles que vende online, ha sido reconocido por la agencia del medicamento de EEUU como un complemento alimenticio. Las premisas en las que se bas¨® son: 1) que la comida sana es cara y 2) que se usa mucha energ¨ªa en obtenerla. Para hacer una hamburguesa, por ejemplo, se necesitan los mismos recursos que para cargar la bater¨ªa de 7 Ipads, seg¨²n Modern Meadow.
¡°Meter a una gallina en una caja en la que no puede ni mover las alas durante dos a?os me parece la ant¨ªtesis de lo natural. Para m¨ª, el mercado de la comida est¨¢ roto por muchas razones. Pero quiz¨¢ la prueba m¨¢s evidente es la cr¨ªa intensiva de animales en granjas¡±, cuenta Josh Tetrick, fundador de Hampton Creek? en su charla TED. La energ¨ªa malgastada en la producci¨®n de huevos y el maltrato animal en las granjas es lo que ha llevado a su empresa, se?alada por Bill Gates como una de las tres que cambiar¨¢n el futuro de la comida, a promover la filosof¨ªa feel good food (comida que te hace sentir mejor).
Su mayonesa vegetal sin huevo, Just Mayo, ha roto un mercado, el de las salsas, que mueve m¨¢s de 11.000 millones de d¨®lares en EEUU, seg¨²n la edici¨®n estadounidense de Forbes. Tetrick, de 34 a?os, cuenta con el apoyo del hombre m¨¢s rico de Asia, Li Ka-Shing, y Just Mayo se vende en las todopoderosas cadenas de supermercados Dollar Tree? y Whole Foods. Pronto estar¨¢n en el gigante Walmart y embarcados en su pen¨²ltima aventura: fabricar huevos revueltos y galletas ¡®egg-free¡¯. La elecci¨®n de estos alimentos como pilares de su negocio no es casual. Durante su ¨¦poca en el instituto, Josh se someti¨® a una dieta que consist¨ªa b¨¢sicamente en alimentarse de alitas de pollo y galletas. Ten¨ªa la esperanza de que estos alimentos lo har¨ªan un buen jugador de f¨²tbol americano. Parece que su deseo no se cumpli¨®. Pero, seg¨²n Entrepreneur Magazine, hoy es el propietario de una de las 100 empresas m¨¢s brillantes de EEUU.
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