Patti Smith: ?Cuando voy a Madrid lo primero que hago es ir al Reina Sof¨ªa a decir hola al Guernica?

A Patti Smith, considerada una de las 100 mejores artistas de todos los tiempos por la revista Rolling Stone y escritora prol¨ªfica y multipremiada, lo que le ha dado paz durante el confinamiento es hacerse la cama cada ma?ana. ?Antes ni me la hac¨ªa, pero me da equilibrio. Este encierro me ha hecho ser m¨¢s consciente de mi entorno. Friego, doy de comer al gato¡­ son peque?os logros que me mantienen a flote?, cuenta desde su casa de Queens, donde atiende esta llamada durante este periodo de reclusi¨®n. ??Hasta hago ejercicio! Creo que es muy importante que estemos activos, pero sin pedirnos demasiado. Tengo 73 a?os y una afecci¨®n en los bronquios, no quiero estr¨¦s y necesito un sistema inmunitario fuerte. ?Me gusta? No, pero tengo que hacerlo as¨ª?.

Suena incre¨ªblemente calmada para ser alguien que, desde que publicara su aclamado debut, Horses, en 1975, solo ha parado de girar para criar a sus dos hijos. ?De hecho, yo me confin¨¦ el d¨ªa 9 de marzo, y ten¨ªa que estar dando conciertos por Australia, Reino Unido y Espa?a [en el festival Azkena de Vitoria y en Universal Music Festival de Madrid, ambos en julio], pero ser¨¢ por la edad, que por suerte lo vi venir d¨ªas antes con eso de que soy poblaci¨®n de riesgo. Esto me pilla con 30 a?os y me habr¨ªa vuelto loca?, dice. ?Bueno, a qui¨¦n quiero enga?ar, mientras hablamos estoy dando paseos por la casa. Yo creo que incluso me hago varios kil¨®metros al d¨ªa. ?Tampoco voy a fingir ser quien no soy!?.

En el transcurso de esas giras maratonianas en las que se deja la piel (si la apodan la chamana del rock es porque sus directos nos acercan m¨¢s al ritual que a un concierto al uso) le ha dado tiempo a escribir hasta 18 libros. A fin de cuentas, ella fue poeta antes que m¨²sica. Y chamana antes que compositora, cuando recitaba en las iglesias versos que clamaban por la libertad sexual, la justicia social o los derechos civiles. Este junio Lumen edita El a?o del mono, otro relato autobiogr¨¢fico contado desde el duelo, como lo fueron ?ramos unos ni?os, tras la muerte de su compa?ero de vida, el fot¨®grafo Robert Mapplethorpe, o M Train, un relato en el que entremezclaba pasajes de su matrimonio con el m¨²sico Fred Sonic Smith, fallecido en 1994. ?No pensaba que esto fuera a convertirse en un libro. Yo iba a hacer un viaje con un amigo (el productor Sandy Pearlman) por la Costa Oeste, pero tuvo un accidente y me qued¨¦ sola. Escrib¨ªa para tener compa?¨ªa, para registrar cosas que estaban pasando?, explica. Entre esas cosas que sucedieron est¨¢ la muerte de su mejor amigo, el guionista Sam Shepard (Patti lo cuid¨® durante sus ¨²ltimos meses de vida, transcribiendo a diario las frases que el autor le dictaba desde su cama), la llegada al poder de Donald Trump o el cambio de d¨¦cada: ?Cumpl¨ª 70. Simplemente un n¨²mero, pero uno que indica el paso de un porcentaje significativo de la arena asignada en un reloj de arena. Los granos se derraman y me encuentro extra?ando a los muertos m¨¢s de lo habitual?.

Este y casi todos sus libros son de alg¨²n modo libros de viajes. Tiene unas rutinas muy marcadas: all¨¢ donde va visita museos, tumbas de artistas y caf¨¦s emblem¨¢ticos¡­

?Sabes? Me he dado cuenta ahora, encerrada, de lo importante que es el viaje en mi vida. Pero s¨ª, no soy nada aventurera, no busco emociones, solo peque?as cosas que me inspiran: caminar, los caf¨¦s, la tumba de un poeta, la casa de alguien a quien admiro¡­ y sentarme en un caf¨¦ y escribir. Es raro estar hablando de un libro de viajes ahora, cuando estamos encerrados. Igual me lo tengo que volver a leer para volver a viajar sin salir.

Adem¨¢s de limpiando, ?c¨®mo se entretiene estos d¨ªas?

Estoy releyendo algunos libros que ten¨ªa por aqu¨ª. Ahora estoy leyendo a Kropotkin porque me he interesado por el anarquismo, las reflexiones sobre la escritura de Marguerite Duras y tengo a medias Amuleto de Bola?o. Pero lo que me distrae de verdad es ver pel¨ªculas. Tengo un DVD en casa. He vuelto a ver El esp¨ªritu de la colmena y el El laberinto del fauno. Llor¨¦. Esa ni?a que escapa con su imaginaci¨®n de un mundo opresor me recuerda mucho a m¨ª y a mi infancia.

Cuando Patti Smith era adolescente se puso a trabajar en una f¨¢brica del sur de Nueva Jersey para ayudar en la econom¨ªa familiar. All¨ª sufri¨® todo tipo de humillaciones. Solo le ofrec¨ªa consuelo un libro que rob¨® ?por puro acto de rebeld¨ªa?: Las Iluminaciones de Arthur Rimbaud. Lo llevaba bajo el mono de trabajo. Lo rele¨ªa una y otra vez y le dedic¨® la primera canci¨®n que grab¨®, Piss factory (1974), en la que cuenta c¨®mo aquella cruel situaci¨®n y aquel joven poeta la animaron a escribir para evadirse y seguir adelante.

?No est¨¢ aprovechando para escribir?

No. No puedo. Y eso me decepciona un poco. La primera semana me la pas¨¦ casi sin hacer nada. Mi mente no estaba preparada. Adem¨¢s no me gusta escribir en soledad. Por ejemplo, en el libro hay muchos personajes de ficci¨®n, pero est¨¢n basados en gente a la que he conocido o escuchado en caf¨¦s y trenes. Es ah¨ª donde me gusta escribir, aunque no hable con nadie. Observar el ambiente. Aunque esta ma?ana me he levantado temprano y he aprovechado esas horas, como Proust.

Pero s¨ª le dio tiempo a escribir un ep¨ªlogo a El a?o del mono con su visi¨®n de lo que se avecinaba. ?Nuestra ira nos dar¨¢ alas?, escribe all¨ª. ?Cree que esto que est¨¢ pasando nos har¨¢ mejores, de alg¨²n modo?

No lo s¨¦, pero creo que el sacrificio que estamos haciendo ahora manteni¨¦ndonos en casa deber¨ªa continuar cuando estemos fuera de alguna manera. El medio ambiente nos lo pide. Hay gente joven que no ha visto un cielo limpio en su vida. Deber¨ªamos ver esto como una motivaci¨®n para pensar formas alternativas de vivir. Quiz¨¢ confinarnos un d¨ªa a la semana: sin coches, sin humos¡­ porque queramos, sin polic¨ªa ni militares de por medio. Pero eso es algo que a nuestro presidente le da igual. Ni le importa el clima ni le importa nada, salvo las grandes corporaciones.

Aqu¨ª se aplaude todos los d¨ªas a las ocho de la tarde al personal sanitario y algunos han aprovechado para politizarlo, con himnos, pancartas y consignas.

Aqu¨ª es a las siete, que es cuando las enfermeras cambian el turno. Pero s¨ª, est¨¢ pasando lo mismo.

La gente pone canciones. Y a veces se escucha una suya, People have the power.

?De verdad? [se emociona]. La escrib¨ª con mi marido en 1986. La primera parte va sobre lo que habl¨¢bamos; el da?o que le est¨¢ haciendo el poder al medio ambiente [la canta] y la segunda, sobre la fuerza del colectivo. La uni¨®n para acabar con prejuicios y desigualdades. El t¨ªtulo es lo que siempre me dec¨ªa mi marido. Cuando habl¨¢bamos sobre estos temas siempre me dec¨ªa: ?Tricia, ¨¦l me llamaba as¨ª, en realidad la gente es la que tiene el poder?. Ahora ya no es mi canci¨®n, es la de la gente, y nada me puede hacer m¨¢s feliz.

?Sigue pensando as¨ª? ?Cree que la uni¨®n colectiva puede cambiar el mundo?

Con esta situaci¨®n y lo que est¨¢ pasando en pol¨ªtica, creo que la gente va a reaccionar. Sobre todo los j¨®venes. Igual es un sue?o, pero es un sue?o bonito. Nos estamos dando cuenta de lo privilegiados que somos algunos. Suena a clich¨¦, pero si piensas en los migrantes que est¨¢n en las fronteras, por ejemplo, ves la suerte que tienes y lo importante que es la empat¨ªa si queremos reconstruir el mundo bien despu¨¦s de esto.

?No le da miedo esa reconstrucci¨®n?

Nac¨ª justo despu¨¦s de la II Guerra Mundial y recuerdo, con 10 a?os, ver fotos de ciudades destruidas y la gente paseando sonriente. Pensaba: ?C¨®mo pueden hacerlo, c¨®mo son capaces de volver a empezar? Simplemente, lo hacemos. Seguimos adelante. Me levanto y no me permito pensar que el d¨ªa va a ser igual que el de ayer. Lo pienso porque es inevitable, pero intento no pensarlo. Dec¨ªa Jimi Hendrix en una de sus canciones: ??Hurra! He amanecido, la guerra sigue, pero estoy vivo?. Lo canto cada d¨ªa para record¨¢rmelo.

?Qu¨¦ es lo primero que har¨¢ cuando pueda salir?

Vivo cerca de la playa de Rockaway. Quiero ir all¨ª en tren, no en coche; disfrutar del proceso hasta llegar a ver el mar. Y espero poder retomar la gira pronto. Me bloque¨¦ cuando fui consciente de que ten¨ªa que cancelarlo todo. Quiero ir a Espa?a. Cuando voy a Madrid lo primero que hago es pasar por el Reina Sof¨ªa a decir hola al Guernica. Si tengo m¨¢s tiempo, voy a Granada a visitar la casa de Lorca. Esas rutinas de viaje de las que habl¨¢bamos antes¡­

Pens¨¦ que lo primero que har¨ªa ser¨ªa ir a un caf¨¦, a sentarse y observar.

?Ay, claro! Eso ser¨¢ lo primero seguro. Ahora miro por la ventana y veo uno cerrado¡­ Necesito volver a ese ambiente, a escuchar conversaciones cotidianas. Es lo que m¨¢s echo de menos. [Hoy, cuatro semanas despu¨¦s de esta conversaci¨®n, Patti Smith ha subido a Instagram la foto de su primera visita a un caf¨¦]