#piropossporqu¨¦no?, por N¨²ria Rib¨®
A estas alturas, las mujeres sabemos responder ?y respondemos!
Voy a quedar fatal si digo que los piropos, en general, no me molestan. Me molesta la groser¨ªa y el acoso. Y contra esas situaciones s¨¦ defenderme. Soy pol¨ªticamente incorrecta y lo asumo. Aunque despu¨¦s de dar un repaso a la hemeroteca me doy cuenta de que no soy tan incorrecta. Los tiempos han cambiado para mejor. Y las mujeres no reaccionamos como hace a?os ante los piropos. O nos re¨ªmos. O contestamos. ?O los enviamos a parir panteras! Cosa que descoloca a muchos machitos. Tengo la impresi¨®n de que el piropo est¨¢ de capa ca¨ªda. Con los a?os ha ido perdiendo virulencia ese desparpajo machista que miles de mujeres soportaron. La mayor¨ªa de bocazas se han ido encogiendo a medida que las mujeres se han posicionado en todos los ¨¢mbitos sociales. Por eso me ha sorprendido que el debate sobre el piropo se abriera de nuevo. Y con una cierta intensidad, a juzgar por la repercusi¨®n en las redes de un v¨ªdeo realizado hace meses en Nueva York para denunciar el acoso callejero y apoyado por Hollaback, movimiento contra el acoso, presente en 25 pa¨ªses.
Su difusi¨®n ha devuelto a la actualidad el piropo cuando est¨¢ en v¨ªas de extinci¨®n. En dos minutos el v¨ªdeo resume 10 horas de paseo por Manhattan de una actriz que, con c¨¢mara oculta, fue grabando lo que ocurr¨ªa alrededor. En ese paseo, editado, supongo, con los comentarios m¨¢s groseros, o¨ªmos: ??Sonr¨ªe!?. ??Eh, guapa!, ?no quieres hablar conmigo??, ?Dios te bendiga, mami!?. ??Sexy!?, etc.
Viv¨ª ocho a?os en Manhattan y comentarios parecidos los o¨ª en m¨¢s de una ocasi¨®n. Ese desparpajo tan americano, que no ofensivo, lo comprob¨¦ en hombres y mujeres, que con toda naturalidad y mientras esperaba en el sem¨¢foro pod¨ªan decirme que les gustaba el vestido o los pendientes. Cada persona es libre de rechazar cualquier comentario que le dirijan, pero me sorprende que el tono light del documento haya reabierto el debate al que se han a?adido las declaraciones de ?ngeles Carmona, presidenta del Observatorio de la Violencia Dom¨¦stica y de G¨¦nero del Consejo General del Poder Judicial, quien califica el piropo de ?una aut¨¦ntica invasi¨®n de la intimidad de la mujer? que hay que erradicar. ?C¨®mo? ?Con campa?as, prohibiciones?
Hoy, las mujeres no necesitamos la misma protecci¨®n que hace 30 a?os, y con ello no quiero decir que no sea necesario seguir insistiendo en el campo de la educaci¨®n y tambi¨¦n a trav¨¦s de los contenidos en los media. Dec¨ªa que he buceado en la hemeroteca y ya en 2008, cuando Ausonia hizo el primer estudio en Espa?a sobre el piropo, la verborrea machista estaba en decadencia. Ocho de cada diez mujeres opinaban que el piropo era una ?manera simp¨¢tica de expresar cari?o y reconocimiento?, teniendo en cuenta que el piropo preferido era ?eres maravillosa?, y que lo entend¨ªan en ambientes cercanos. A siete de cada diez mujeres les desagradaban los ?subidos de tono?. Expertos en pol¨ªticas de igualdad lo calificaban de vestigio del pasado y coincid¨ªan en que la lenta transformaci¨®n de los h¨¢bitos sociales lo llevar¨ªa a la desaparici¨®n.
Para rematar he hecho una encuesta casera entre amigas y en Facebook. A la gran mayor¨ªa no les molestan, siempre que no sean groseros. Al contrario, dicen que les divierten, y a veces, les suben los ¨¢nimos. Ellos y ellas creen que no es el qu¨¦, sino el c¨®mo. Nada de prohibiciones y s¨ª, mucha educaci¨®n. A estas alturas las mujeres sabemos responder y respondemos. Esto no es Islandia, el mejor pa¨ªs del mundo para ser mujer y vivir en igualdad, seg¨²n el informe del F¨®rum Econ¨®mico Mundial 2013. Pero tampoco es Egipto, donde el 99% de ellas ha sufrido alguna vez acoso sexual.
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