Pon un jard¨ªn en tu vida
En el sal¨®n, en autobuses o en un abrigo. Cualquier lugar u objeto es susceptible de acoger una planta, que adem¨¢s de decorativa, depura el aire y da un toque ecol¨®gico tan de tendencia.
e acabaron esos d¨ªas de mirar por una ventana para a?orar un jard¨ªn. Tambi¨¦n esa ¨¦poca de lamentaciones por no poseer una peque?a parcela, o una simple jardinera, en la que imaginar un huerto. Desde urbangardensweb.com se anima a la sociedad a utilizar cualquier lugar o soporte para dejar que crezcan las plantas. Su fundadora, Robin Plaskoff Horton (cofundadora de theblogworkshops.com) invita a quienes son como ella ?a vivir en la ciudad con las plantas, sin necesidad de huir al monte. Los urbanitas y todos aquellos que habitan en espacios min¨²sculos pueden y deben disfrutar de la vegetaci¨®n sin tener que cambiar de vida?. Decirlo es f¨¢cil¡ ?Pero demostrarlo? Plaskoff da una clave: que la gente copie las ideas de su blog para que ?el mundo salga ganando?.
Quienes nos posean ma?a para la jardiner¨ªa tienen en Colleen Jordan (www.colleenjordan.com) una dise?adora a la que seguir. Jordan es una apasionada de la flora, y cuando se encuentra en la ciudad ante un paisaje de asfalto siempre a?ora sus plantas. De ah¨ª parti¨® la idea de su colecci¨®n Material Perception. Esta l¨ªnea est¨¢ compuesta por collares, anillos y broches para la ropa o para la bicicleta de los que crecen peque?as flores. ??Por qu¨¦ las plantas deben quedarse en casa? Tenerlas cerca hace que el aire que respiramos est¨¦ m¨¢s limpio, son hermosas, y ayudan a socializar¡ Porque un accesorio de moda como este, con una planta en su interior, propicia que la gente se acerque, entre extra?ada y sorprendida, para observar ese min¨²sculo macetero?, dice la dise?adora.
En Cascais, Portugal, el estudio de arquitectos Proap convirti¨® un muro en un jard¨ªn salvaje vertical.
D.R.
En la tendencia de urbanismo ecol¨®gico, Europa, por una vez, se ha adelantado a Jap¨®n. La alemana Gitta Gschwendtner y la brasile?a Maria Thereza Alves plantaron un jard¨ªn en una barcaza abandonada de la bah¨ªa de Bristol, en el Reino Unido. Ahora se puede recorrer el r¨ªo Avon entre flores ?como la cal¨¦ndula o la rocket flower, de la familia de la buganvilla, que no eran frecuentes en esta zona antes del comercio mar¨ªtimo?, asegura Gschwendtner. Un trayecto que sirve para oxigenarse un poco, ya que esta ciudad industrial siempre tiene el cielo cubierto. M¨¢s curioso es el biobus que circula por Nueva York. Este es un proyecto personal del dise?ador Marco Antonio Castro Cosio, quien asegura: ?Si en los techos de los 4.500 autobuses de Manhattan se plantara un jard¨ªn, se conseguir¨ªa un espacio verde cuatro veces m¨¢s grande que el de Bryant Park?. Es decir, 156.000 metros cuadrados. De momento este veh¨ªculo ¨Cdel que solo se ha producido uno¨C se ha convertido en una atracci¨®n tur¨ªstica. Todas las rutas y lugares por los que circula se pueden seguir en busroots.org. El primer pa¨ªs que est¨¢ tratando de instaurar este tipo de transporte p¨²blico ha sido la India. Este proyecto recibi¨® el segundo premio en el festival indio Designwala 2010.
Pero lejos de estas acciones (que exigen un compromiso de los gobiernos), hay soluciones para todo tipo de casas. Sovrappensiero Design Studio (sovrappensiero.com) ha modificado los muebles de un despacho tradicional para que las cajoneras de los archivadores tengan dos usos, o para almacenaje o como maceteros. Los brit¨¢nicos Jailmake Studio (jail-make.co.uk ) combinan la madera y la forja para crear mobiliario. La peculiaridad est¨¢ en que sus patas descansan en recipientes de los que crecen hiedras de interior. Para matizar la luz del sal¨®n, los dise?adores de Sklen¨ªk han ideado una l¨¢mpara que incluye un sistema para que crezca el c¨¦sped en su interior.
Pero no todas las soluciones se tienen que adquirir en tiendas. El paisajista Fernando Pozuelo se ha atrevido a modificar con ¨¦xito interiores a partir de elementos muy b¨¢sicos. ?Hay quienes le tienen mucho cari?o a un objeto que ya no les es ¨²til, como un tel¨¦fono antiguo. Con fibra sint¨¦tica se puede ajardinar y plantar un bons¨¢i o un helecho. Tambi¨¦n en el hueco de una televisi¨®n o, m¨¢s sofisticado, en un cuenco tibetano o un gong oriental?. Incluso, si en el garaje hay un coche destinado al desguace, antes de deshacerse de ¨¦l se pueden convertir los asientos en maceteros. Pero, si esto es muy complicado, siempre hay caminos m¨¢s sencillos. Como el que propone Pozuelo. ?La colecci¨®n de coches Hotwheels se puede transformar en un peque?o circuito de cactus o de pilea (un tipo de musgo)?, comenta. Y, para ma?osos, la versi¨®n hazlo t¨² mismo para el hogar consiste en comprar un panel met¨¢lico ¨Cpara no estropear la pared¨C, colgar vasos, teteras, maceteros¡ y rellenarlos con plantas de interior para hacer un decorativo jard¨ªn vertical.
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