Por qu¨¦ a veces tenemos orgasmos involuntarios
Al igual que en ocasiones queremos practicar sexo pero nuestro cuerpo no responde, en otras se produce una excitaci¨®n no deseada, que no ha de traducirse como deseo o consentimiento sexual.
![GettyImages-544479722](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/AW7EFURVLRI5TFBBYJ7JY5OHWU.jpg?auth=31b88f3d0524be852a07c31f31fe66cc6412dc10db4935ec938692c6a17498be&width=414)
El cuerpo responde a un est¨ªmulo f¨ªsico y provoca, o bien una erecci¨®n o la lubricaci¨®n de los genitales femeninos. A primera vista, todo el mundo responder¨ªa que esa persona est¨¢ excitada y desea mantener relaciones sexuales, pero no tiene por qu¨¦ ser el caso. Y es que a veces el cuerpo responde de forma autom¨¢tica, pero la mente no acompa?a. Se trata de una excitaci¨®n no deseada o sin concordancia.
Pese a que es un hecho conocido por los expertos, no todo el mundo parece entender que una persona est¨¦ excitada y sin embargo no quiera mantener relaciones sexuales. ?Aunque s¨ª se entiende al contrario, cuando una persona desea mantener relaciones, pero su cuerpo no responde como quisiera.
Lo explicaba de forma muy visual la educadora sexual Emily Nagoski, en la charla TED que realizaba el pasado a?o, en la que pon¨ªa de ejemplos a varias parejas que, en la pr¨¢ctica de sus juegos sexuales lograban que ella lubricase, pero no que se sintiera mentalmente excitada. Sin embargo, en vez de tener en cuenta las palabras o los sentimientos de la otra persona, se argumentaba que su cuerpo hablaba por ella.
¡°Si salivo cuando muerdo una manzana podrida, ?alguien puede decir: ¡®dijiste que no, pero tu cuerpo dijo que s¨ª?¡±, explica Nagoski en su charla, cuestionando que la ¨²nica forma real de saber si alguien quiere sexo es preguntando.
Una respuesta f¨ªsica pero no emocional
La explicaci¨®n de esta excitaci¨®n f¨ªsica sin concordancia la daba el bioqu¨ªmico y divulgador cient¨ªfico Pere Estupiny¨¤ en su libro S=EX?. ¡°En condiciones normales, la excitaci¨®n f¨ªsica y mental est¨¢n ¨ªntimamente relacionadas, pero en ocasiones alguien puede sentirse mentalmente excitado o excitada y sus genitales no reaccionar en absoluto y en otras producirse una respuesta genital, sin que haya una sensaci¨®n subjetiva de estar excitado¡±.
Para entender por qu¨¦ ocurre hay que tener en cuenta que ¡°la excitaci¨®n sexual puede desencadenarse tanto por un est¨ªmulo mental como por un proceso puramente f¨ªsico¡±.? As¨ª, recuerda que de hecho, ¡°se generan orgasmos espont¨¢neos durante el sue?o, hay casos publicados de orgasmos mientras se hacen ciertos ejercicios gimn¨¢sticos o, dependiendo de la altura de su lesi¨®n, algunos paral¨ªticos pueden tener erecciones y orgasmos por estimulaci¨®n genital directa, sin que ninguna informaci¨®n proceda o llegue del cerebro¡±.
Los casos m¨¢s complejos de esta excitaci¨®n no deseada son sin duda los orgasmos involuntarios que pueden llegar a ocurrir durante una violaci¨®n. En concreto, Estupiny¨¤ cita un estudio de 1999 en el que de 158 v¨ªctimas de violaci¨®n, el 21% admitieron que s¨ª hab¨ªan experimentado respuesta f¨ªsica placentera, pese a que todas, sin excepci¨®n, describ¨ªan el suceso como mentalmente devastador.
Ante estos casos, el bioqu¨ªmico argumenta que si bien el estr¨¦s suele disminuir la respuesta sexual, en contadas ocasiones puede provocar el efecto contrario, precisamente ¡°incrementando el flujo sangu¨ªneo de los genitales y favoreciendo la lubricaci¨®n¡±. Quiz¨¢s como una medida defensiva ante el dolor y como una forma de hacer huir a la mente ante el miedo de la situaci¨®n.
Si bien esta excitaci¨®n involuntaria es m¨¢s com¨²n en mujeres, tambi¨¦n se han recogido datos de hombres ¡°que han experimentado placer durante abusos forzados¡±.
Excitarse y desear no es lo mismo
La cuesti¨®n de los orgasmos involuntarios durante los abusos sexuales es m¨¢s compleja que otras excitaciones no concordantes, precisamente por la culpabilidad que genera en la v¨ªctima la incomprensi¨®n de este suceso.
La controversia que genera este tab¨² la demostr¨® la viralidad de un hilo abierto por un terapeuta en el foro estadounidense Reddit al respecto, en el que relataba que ¡°he atendido a m¨¢s mujeres con este problema de las que puedo recordar. A menudo sale a relucir en alg¨²n momento durante la terapia, y es extremadamente violento e inc¨®modo para la v¨ªctima hablar sobre ello. Sin embargo, una vez que se ha sacado a la luz la v¨ªctima puede observar su reacci¨®n con honestidad y empezar a sanar¡±. El hilo recibi¨® m¨¢s de 4.000 respuestas.
Las claves a esta cuesti¨®n las aborda la sex¨®loga Mar¨ªa Esclapez, que expone que ¡°el deseo es un estado mental y la excitaci¨®n es un estado f¨ªsico¡±. De esta forma insiste en que ¡°no tiene por qu¨¦ haber deseo necesariamente para que se produzca excitaci¨®n¡±. La prueba es tan sencilla como que, en un momento de inapetencia o cansancio, ¡°se observe, en v¨ªdeo, alguna escena sexual. Al cabo de 10-15 minutos, atendiendo a todo lo que ocurre en esa escena, me gustar¨ªa que focalizaran la atenci¨®n a sus genitales. Es un reflejo, las mujeres habr¨¢n lubricado y los hombres probablemente tengan una erecci¨®n¡±. Pero eso no quiere decir que necesariamente quieran tener relaciones sexuales en ese momento, ya que para eso influyen otros muchos factores.
De esta forma, la soluci¨®n es tan sencilla como escuchar lo que dice la otra persona y no fijarse solo en sus genitales. ¡°Cuando le sugieres a la gente la posibilidad de preguntarle a la pareja si quiere mantener relaciones sexuales o si le est¨¢ gustando lo que se est¨¢ haciendo, la mayor¨ªa no cree que eso ¡®proceda¡¯ porque entienden que ¡®eso se sabe¡¯ o ¡®se nota¡¯, cuando la realidad es que la respuesta fisiol¨®gica puede no ser concordante con lo que la pareja desea o piensa¡±, insiste la experta.
El problema de fondo una vez m¨¢s es la falta de una educaci¨®n sexual reglada, ya que como recuerda Esclapez ¡°la educaci¨®n sexual tambi¨¦n explica conceptos como el consentimiento, el consenso, la comunicaci¨®n, la tolerancia y el respeto¡±.
Otras situaciones sin concordancia
Por su parte, la tambi¨¦n sex¨®loga Zoraida Granados, expone que hay otras muchas situaciones en las que se puede dar esta excitaci¨®n sexual no deseada. Un caso m¨¢s com¨²n es la visita al ginec¨®logo. ¡°Cuando nos est¨¢n realizando una prueba citol¨®gica, examen vaginal o rectal nuestro cuerpo, en estas situaciones de nervios, incluso desconocimiento de los procesos, puede reaccionar lubricando para anticipar y disminuir el dolor o incomodidad¡±.
Igualmente, Granados insiste en que es tan sencillo de entender como que ¡°existen situaciones en que el contexto nos excita, por ejemplo ver una pel¨ªcula porno, leer una novela er¨®tica,¡pero eso no implica necesariamente que deseemos tener relaciones sexuales, ni intimar o masturbarnos en ese mismo lugar y momento¡±, por ejemplo si estamos leyendo en el metro. Algo similar a lo que les ocurre a los hombres con las erecciones que tienen por la noche de forma aut¨®noma.
Otro caso relacionado con esta excitaci¨®n no deseada es la llamada excitaci¨®n genital persistente. La experta lo define como ¡°una excitaci¨®n f¨ªsica (genital) excesiva y no deseada, que implica un aumento del riego sangu¨ªneo en los ¨®rganos genitales y un aumento de las secreciones vaginales sin deseos de actividad sexual¡±.
Se trata de casos m¨¢s extremos en los que ¡°la excitaci¨®n puede durar horas, d¨ªas o meses y los orgasmos se producen uno tras otro, pero solo calman los s¨ªntomas por un momento para regresar m¨¢s tarde, por lo que tener una vida normal resulta sumamente problem¨¢tico¡±.
Teniendo en cuenta que en estos casos las mujeres que los sufren lo viven con gran angustia, cabe matizar que el hecho de establecer un cuadro cl¨ªnico para esta excitaci¨®n hace que pueda ser mejor comprendido para la sociedad, que el caso de un orgasmo involuntario en otro contexto, como puede ser un abuso sexual, aunque la explicaci¨®n pueda ser similar. Al final, se trata de falta de conocimiento sobre nuestra propia respuesta sexual, que no es ni mucho menos tan sencilla y b¨¢sica como pensamos.
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