Por qu¨¦ es necesario reivindicar a las sufragistas
El discurso feminista se expande con la pel¨ªcula ¡®Suffragette¡¯, que buscar¨¢ el Oscar con Meryl Streep y Carey Mulligan en la piel de radicales en lucha por el voto femenino.
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Winston Churchill dec¨ªa que eran "una copiosa fuente de mentiras"; Arthur Conan Doyle las menospreciaba llam¨¢ndolas "hooligans femeninas"; la reina Victoria no se quedaba atr¨¢s: "Son el horror a favor de esa locura perversa llamada Derechos de la Mujer", dec¨ªa y las reprend¨ªa entonando un "dejad que las mujeres sean lo que Dios quiso: una ayuda para el hombre, pero con vocaciones y obligaciones totalmente diferentes". Mucho antes de que los trolls de Internet dejasen su reguero de odio, las sufragistas vivieron en sus carnes la hostilidad social y las consecuencias de alzar la voz en pro de sus derechos. Hablamos de las sufragistas brit¨¢nicas, de las seguidoras de Emmeline Pankhurst que radicalizaron el discurso pacifista y de di¨¢logo que hab¨ªan iniciado las feministas de finales de XIX. Hace m¨¢s de cien a?os, un grupo de mujeres, las que pertenec¨ªan al Women's Social Political Union (WSPU) popularizaron aquello de Hechos, no palabras y apostaron por el feminismo radical con tal de alcanzar el derecho al voto femenino.
Quemaban casas abandonadas, reventaban escaparates, hac¨ªan escraches a las puertas del Parlamento y de Downing Street. Se enfrentaban a la polic¨ªa sin miramientos. La amabilidad pac¨ªfica de sus antecesoras era historia. M¨¢s de un millar de mujeres acabaron encarceladas (entre ellas Pankhurst). Entre rejas hicieron huelgas de hambre y el Gobierno acab¨® aliment¨¢ndolas a la fuerza. Se lleg¨® a aprobar una ley (conocida como Cat and Mouse act) que las obligaba a ir a casa para recuperarse f¨ªsicamente y volver a prisi¨®n. Las protestas segu¨ªan y hubo quien muri¨® pisoteada por el caballo del Rey Jorge V o acab¨® acuchillando a La Venus del Espejo de Vel¨¢zquez en la National Gallery. ?Con un gui¨®n como ¨¦ste, por qu¨¦ diablos no lo hab¨ªamos visto antes en ese cine que producen los grandes estudios?
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Helena Bonham Carter, Carey Mulligan y Meryl Streep durante el rodaje.
Getty/ Cordon Press
'Suffragette': Feminismo de Oscar
El mutis del celuloide ha llegado a su fin. El a?o que viene todos estos cap¨ªtulos de la historia se podr¨¢n ver en Suffragette, una superproducci¨®n dirigida por Sarah Gavron, con gui¨®n de Abi Morgan (la misma a cargo de La Dama de Hierro y ganadora de un Emmy por The Hour) y protagonizada por Carey Mulligan, Helena Bonham Carter y con Meryl Streep interpretando a Emmeline Pankhurst. "Es una producci¨®n que va a por el ?scar sin lugar a dudas", explica Eduard Grau, el barcelon¨¦s responsable de la direcci¨®n de fotograf¨ªa de la pel¨ªcula. Grau, que ya se hizo cargo de la direcci¨®n de foto de Buried o Un hombre soltero, reside ahora en Los ?ngeles tras rodar con Michael Fassbender Trespass against us y pasar unos meses de rodaje en Londres por Suffragette.
"La pel¨ªcula se centra en la historia de Maud (Carey Mulligan), una mujer an¨®nima de 1912 que vive atada a las labores del hogar hasta conoce el activismo de las sufragistas y de Pankhurst (Streep), decide unirse a ellas, abrazar su discurso radical y convertirse en una hero¨ªna", cuenta. La pel¨ªcula retratar¨¢ con realismo la dureza con la que el gobierno brit¨¢nico trat¨® a estas mujeres, tanto en su encarcelaci¨®n y en los tiempos del Cat and Mouse act. "Ha sido un rodaje incre¨ªble, el mejor en el que he estado hasta ahora", apunta Grau. "Todo el equipo ten¨ªamos la sensaci¨®n de estar contando algo muy importante en una pel¨ªcula muy necesaria". El director de fotograf¨ªa asegura que la verosimilitud hist¨®rica era un requisito indispensable. Morgan (la guionista) ha contado con expertos que le asesoraban durante todo el rodaje.
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Las militantes sufragistas, vistas como criminales en los archivos de delincuencia de 1914.
National Portrait Gallery, London
De criminales a hero¨ªnas
"Hasta ahora, el cine hab¨ªa ignorado completamente la existencia de las sufragistas", recuerda Rosa Mar¨ªa Capel, catedr¨¢tica de Historia Moderna en Universidad Complutense de Madrid y premio Clara Campoamor a la Igualdad. "La ¨²nica visi¨®n equilibrada del movimiento fue el de ?ngeles con la Mand¨ªbula de Hierro, la TV movie que detalla la lucha de las estadounidenses", recuerda. Para Capel, ni siquiera la pel¨ªcula de TVE? en homenaje Clara Campoamor fue un ejercicio pasable: "estaba llena de errores hist¨®ricos", lamenta. "Solo espero que Suffragette mantenga una posici¨®n neutra y ver¨ªdica y no se doblegue en aras de la espectacularidad", apunta Capel.
Los que quieran hacer un repaso hist¨®rico y preciso del movimiento de Pankhurst y las sufragistas radicales brit¨¢nicas antes de la pel¨ªcula pueden pasar por la muestra Suffragettes, deeds not words que hasta el pr¨®ximo mes de mayo exhibe la National Portrait Gallery de Londres. All¨ª se exhiben im¨¢genes y documentos in¨¦ditos (como un retrato de la hija de Pankhurst) de la violenta primavera verano de 1914, cuando las sufragistas tambi¨¦n atacaron a la galer¨ªa y otros museos.
No es mera casualidad que la esfera cultural, con una producci¨®n cinematogr¨¢fica repleta de estrellas oscarizables, glorifique ahora la lucha de estas mujeres. Vivimos en un momento en el que el debate feminista lo invade todo. Desde la publicidad que triunfa a base de vender mensajes de empoderamiento, a los ensayos sobre feminismo convertidos en superventas (v¨¦ase Caitlin Moran o el pol¨¦mico Lean In, de Sheryl Sandberg), las Femen, el poder visual del Feminist gigante de Beyonc¨¦ en los VMA de la MTV, Emma Watson y su discurso en la ONU sobre la igualdad y hasta Jennifer Lawrence en portada de Vanity Fair neg¨¢ndose a pedir disculpas y pidiendo justicia legal para encarcelar a los criminales que filtraron su desnudo. El feminismo por fin se aplaude y se celebra. Solo faltaba una cinta ¨¦pica con hero¨ªna contestataria para certificarlo.
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Arresto de Emmeline Pankhurst en Buckhingham Palace el 21 de mayo de 1914.
National Portrait Gallery, London
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