Qu¨¦ es el punto A y por qu¨¦ debes buscarlo antes que el punto G
El punto A permite orgasmos m¨²ltiples y una mayor lubricaci¨®n, aunque las expertas insisten en que los puntos de placer pueden funcionar para algunas mujeres s¨ª y para otras no. Lo importante es explorar para tener un mayor autoconocimiento de nuestra anatom¨ªa.
La sexualidad femenina estaba en un segundo plano hasta no hace tanto tiempo. Nuestras abuelas no ten¨ªan entre sus necesidades vitales llegar a ser multiorg¨¢smicas, y pocas se hab¨ªan parado a mirarse su vulva en un espejo. La pregunta es si realmente hoy sabemos mucho m¨¢s que entonces. Porque la realidad es que la mayor¨ªa de personas desconoce que el cl¨ªtoris es mucho m¨¢s que el garbancito que se ve, y que sus ra¨ªces internas siguen siendo responsables de gran parte de nuestro placer. Otro ejemplo obvio es el debate, a¨²n abierto, sobre el punto G, ya que muchas mujeres (y sus parejas) no tienen claro si es que el mismo no existe, o simplemente el problema es que no son capaces de encontrarlo.
Como explica Raquel L¨®pez ?lvarez, coautora de Tu suelo p¨¦lvico, ese gran desconocido? y conocida en redes como MAMIfit, ¡°todo el mundo sabe dibujar un pene, pero muy pocas personas sabr¨ªan dibujar una vulva¡±. ?Por qu¨¦? Simplemente porque conocemos la parte reproductiva de los genitales, pero no la parte dedicada al placer sexual. Adem¨¢s, la experta se?ala que ¡°nuestros genitales pasan por las manos de los profesionales sanitarios antes que por las nuestras, y es que no nos autoexploramos, porque nunca se nos ha animado a ello¡±.
De hecho, parece que han tenido que ser los sanitarios los que han explorado la vagina y la vulva en busca de esos ¡°puntos de placer¡±, que tampoco son exactamente c¨®mo pensamos.
Cuando se habla del conocimiento de la vagina y de placer, en seguida sale a relucir el punto G. El mismo recibe su nombre en los a?os 80 del ginec¨®logo alem¨¢n Ernst Gr?fenberg, que se centr¨® en el estudio de los genitales femeninos y su relaci¨®n con el orgasmo. Desde entonces, mucho se ha hablado y escrito sobre este supuesto ¡°punto m¨¢gico¡±.
Lo primero que aclara Irene Aterido, sex¨®loga, es que el punto G ¡°en verdad no es ning¨²n punto anat¨®mico som¨¢tico concreto con unas coordenadas exactas, no es un ¨®rgano, es un ¨¢rea de tejidos de la vagina y fascias (una zona de m¨²sculo) cercanas a la uretra¡±. En l¨ªneas generales, podr¨ªa decirse que para encontrarlo, la mejor postura es boca arriba, con las piernas flexionadas y metiendo los dedos en la vagina haciendo un movimiento de llamada. ¡°Estar¨ªa debajo del hueso p¨²bico, a 2 cm de la entrada de la vagina¡±, expone Aterido, matizando que no siempre es f¨¢cil encontrarlo de la misma manera, puesto que ¡°lo que ocurre es que el placer es subjetivo, dependiente de cada encuentro sexual, y la zona, pliegue o anillo vaginal que activa en cada momento¡±.
Igualmente, como expongo en el libro Sexo para ser feliz (Libros C¨²pula) el debate no est¨¢ en su existencia, sino en que no provoca las mismas sensaciones en todas las mujeres. ¡°Si bien para algunas mujeres su estimulaci¨®n es muy placentera, para otras puede resultar poco rese?able, y para otras, directamente molesta e inc¨®moda, por esas sensaci¨®n asociada como de ganas de orinar¡±.
Y es que, mientras todo el mundo sigue obsesionado con el punto G, lo cierto es que hay otros puntos m¨¢gicos que parece ser que se asocian mucho m¨¢s al placer. Por ejemplo, el llamado punto A, o m¨¢s cient¨ªficamente Punto AFE (Anterior Fornix Erotic Zone). ?De nuevo, este ¡°punto¡± fue descubierto por un m¨¦dico, el malayo Chua Chee Ann, en la d¨¦cada de los noventa (y a¨²n seguimos sin conocerlo demasiado), en un estudio sobre sequedad vaginal,? en el que se descubri¨® que al estimular esta zona las mujeres se excitaban especialmente e incluso algunas experimentaban por primera vez un orgasmo, o un orgasmo mucho m¨¢s intenso que los habituales.
?Por qu¨¦? el punto A nos puede hacer disfrutar m¨¢s?
La tambi¨¦n sex¨®loga Zoraida Granados? expone que ¡°el punto A se localiza a unos 7¡¯5 cent¨ªmetros de los labios vaginales, ubicado en la parte m¨¢s interna de la vagina que se encuentra cerca de la vejiga¡±. Te¨®ricamente, ¡°es una zona propicia para producir r¨¢pidamente el orgasmo y la eyaculaci¨®n femenina¡±, aunque cabe tener en cuenta que encontrarlo no es tan f¨¢cil, porque igual que no hay dos caras iguales, no hay dos vaginas gemelas.
Sin embargo, centr¨¢ndose en los efectos de su estimulaci¨®n, al igual que en caso del punto G hay mujeres que definen la sensaci¨®n como demasiado intensa o molesta, la ventaja del punto A es que parece que el placer aumenta seg¨²n se sigue estimulando. ¡°La estimulaci¨®n de este punto desencadena lubricaciones copiosas y m¨¢s duraderas, as¨ª como orgasmos m¨²ltiples. Puede ser estimulado en plena relaci¨®n coital, digital (juguetes sexuales con vibraci¨®n, oscilaci¨®n y/o rotaci¨®n) o por la misma mujer¡±, insiste Granados.
La otra ventaja respecto al punto G, es que hay diversas posturas que ayudan a estimularlo. Seg¨²n Granados, habr¨ªa que destacar tres: ¡°la mujer boca abajo y su pareja detr¨¢s de ella, de forma que los dedos toman mayor movilidad por la parte superior; la mujer sentada en el borde de la cama y la pareja sexual arrodillada delante; y la mujer en posici¨®n de ¡®4 patas¡¯ y su pareja sexual tras ella, con la misma ventaja que en la primera, aunque con mayor profundidad¡±.
Respecto a su utilizaci¨®n desde un punto de vista cl¨ªnico, como una forma de mejorar la lubricaci¨®n, Gema Garc¨ªa G¨¢lvez, ?ginec¨®loga responsable de la Unidad Suelo P¨¦lvico Quir¨®nSalud Madrid, aporta que ¡°la lubricaci¨®n ese produce por el trasudado plasm¨¢tico de los vasos de la mucosa vaginal, por lo que las ¨²nicas gl¨¢ndulas que segregan moco en el coito son las de Bartolino¡±. As¨ª la experta insiste en que la forma m¨¢s efectiva de estimular las mismas, m¨¢s que una zona anat¨®mica concreta, pasa tan solo ¡°por pensar en una fantas¨ªa lubrica¡±.
El juego del reloj
La anatom¨ªa genital femenina, de hecho, parece ahora una forma de aprenderse el abecedario. Desde el punto U de uretra, que se busca acariciando la zona entre el cl¨ªtoris y la vagina, o el punto K, casi en el cuello del ¨²tero, que resulta placentero solo si la mujer est¨¢ especialmente excitada. Pero en lo que todas las expertas coinciden es en que no se trata de buscar puntos de placer que pueden funcionar para algunas mujeres s¨ª, y para otras no, sino centrarse en la cuesti¨®n de fondo: tener un mayor autoconocimiento de nuestra anatom¨ªa, para buscar nuestros propios puntos de placer.
En este sentido, en el libro Sexo para ser feliz recomiendo un juego sencillo, conocido como ¡®El Reloj¡¯ en el cual la mujer puede ir toc¨¢ndose a s¨ª misma, sola o en pareja, experimentado las diferentes sensaciones al ir marcando ¡°las horas de un reloj, para descubrir si nuestro placer se encuentra m¨¢s bien a las tres o a las siete. Es tan sencillo cambiar las letra por los n¨²meros que m¨¢s nos gusten¡±.
De esta forma, la sex¨®loga Irene Aterido concluye que ¡°est¨¢ por verificar a¨²n si hay m¨¢s receptores nerviosos u otra explicaci¨®n fisiol¨®gica en determinados puntos que percibimos subjetivamente como especialmente sensibles, pero la realidad emp¨ªrica sexol¨®gica es que esos puntos son m¨®viles de individua a individua y en la propia biograf¨ªa sexual de la mujer o persona con vagina¡±. Sin embargo, lo que s¨ª es cierto es que el ¨²nico punto m¨¢gico en el que s¨ª coinciden todas las mujeres, y que permanece a lo largo de toda su vida, ?es el cl¨ªtoris. Y es que, como recuerda la experta, ¡°el 80% de los orgasmos no son ocurren estimulando la vagina sino el glande del cl¨ªtoris¡±.
*Silvia C. Carpallo es periodista y la autora de Sexo para ser feliz. El sexo como nunca te lo han contado.?
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