El misterio de las ¡®Nara girls¡¯: c¨®mo un japon¨¦s antisistema convirti¨® a sus ni?as de ojos grandes en el ¨²ltimo fetiche de millonarios
Yoshitomo Nara, el artista japon¨¦s que bate r¨¦cords, ha encontrado la libertad en la naturaleza. Sus creaciones se utilizan como s¨ªmbolos antinucleares.
Para crear una de sus obras Yoshitomo Nara (Hirosaki, 1959) necesita m¨²sica y soledad. Siempre ha sido as¨ª. El artista superventas ¨Cel a?o pasado su cuadro Knife Behind Back (2000) alcanz¨® los 24,9 millones de d¨®lares en una subasta de Sotheby¡¯s en Hong Kong¨C creci¨® siendo un ni?o solitario rodeado de naturaleza, que le¨ªa mangas y esbozaba su mundo con lo que ten¨ªa a mano. Hoy, reconoce, sigue haci¨¦ndolo: ?Dibujar sobre papeles usados es un vestigio de mi infancia?. En esos fragmentos traza a l¨¢piz las siluetas de sus caracter¨ªsticas chicas sin edad de grandes ojos, c¨¢ndidas y a la vez amenazantes, que desde 1991 ¨Ccuando present¨® The Girl with the Knife in Her Hand¨C se conocen como Nara girls.
Porque el japon¨¦s es un artista con club de fans: en 1995, mucho antes del auge de las redes sociales, naci¨® su comunidad de seguidores online y ¨¦l mismo vende camisetas, chapas o tazas con sus figuras. Ese merchandising llama la atenci¨®n en la tienda del MoMA de Nueva York, que atesora 130 de sus creaciones, entre esculturas y cuadros. Su popularidad no decae en la actualidad: sus ¡®chicas¡¯ se han convertido en icono antinuclear¨C¨¦l es un declarado pacifista¨C y si la crisis de la covid-19 no hubiera frenado el mundo, el Lacma de Los ?ngeles habr¨ªa inaugurado el 5 de abril una retrospectiva del quien en el museo definen como ?uno de los artistas japoneses m¨¢s queridos de su generaci¨®n?.
Nara se desliga de etiquetas y pertenencias a colectivos, como el movimiento Superflat de su compatriota Takashi Murakami. ?Pas¨¦ en Alemania toda la d¨¦cada de los noventa, creo que no tengo nada en com¨²n con esos artistas?, precisa. Aunque comenz¨® a estudiar en Tokio, en 1988 decidi¨® completar sus estudios en la Academia de Bellas Artes de D¨¹sseldorf, donde A. R. Penck le descubri¨® el mundo del grafiti, el punk y el expresionismo de pintores como Kirchner. Al principio, para costear sus clases trabajaba fregando platos en un restaurante japon¨¦s. Vivi¨® en Berl¨ªn y en Colonia, y permaneci¨® all¨ª 12 a?os, hasta que en 2000 decidi¨® volver a su pa¨ªs natal, ya como artista internacional cotizado que hab¨ªa expuesto en Estados Unidos y Europa. Ahora, cansado del ajetreo urbano, vive en el campo. Desde ese retiro env¨ªa unas respuestas ¨Cnos pide que la entrevista sea por escrito¨C concretas y l¨ªricas. Argumenta que no se expresa bien con palabras. Prefiere que hable su obra.
?Cu¨¢l es su primer recuerdo relacionado con el arte?
De ni?o dibujar era algo natural para m¨ª. Me alababan por ello, pero yo sent¨ªa que hab¨ªa otros chicos mejores, no era algo que me gustara especialmente. Prefer¨ªa jugar con mi gato y con las ovejas del vecino, o pasar el tiempo leyendo. Nunca tuve el pensamiento de ¡®Alg¨²n d¨ªa me convertir¨¦ en artista¡¯, pero otra gente empez¨® a llamarme as¨ª, a decir que lo era.
Fue un joven introspectivo, ?eso influy¨® en su carrera, en que se dedicara al mundo art¨ªstico?
S¨ª, esa soledad me sirvi¨® para cultivar mi capacidad de escuchar la voz que hab¨ªa dentro de m¨ª.
En 1991 pint¨® The Girl with the Knife in Her Hand, primera representaci¨®n del que ser¨ªa su estilo personal. ?Qu¨¦ le llev¨® a combinar una figura de aire infantil con un arma blanca?
No puedo explicarlo con palabras, hubo factores complejos que me llevaron a ello. Pero el cuadro en s¨ª surgi¨® de una forma muy natural.
?Por qu¨¦ las chicas suelen ser sus protagonistas?
Siento que podr¨ªa deberse a la sensibilidad femenina que llevo dentro.
?Considera feminista su trabajo? Muestra a chicas que se defienden, ellas no est¨¢n indefensas.
Si se miran mis cuadros desde una perspectiva psicol¨®gica, considero que ese podr¨ªa ser el caso.
Varios artistas han colaborado con marcas de moda. ?Le interesar¨ªa desarrollar un proyecto de este tipo?
No dir¨ªa que no tengo ning¨²n inter¨¦s en absoluto en los trabajos publicitarios o comerciales, pero odiar¨ªa que eso fuera una raz¨®n para tener menos tiempo para m¨ª mismo o para mis amigos. Me he dado cuenta de que no disfruto interactuando con la moda o los famosos cuando ellos dejan de actuar como gente normal.
En 2007 decidi¨® explorar la cer¨¢mica y combin¨® la est¨¦tica de los Ramones con la t¨¦cnica ancestral que aprendi¨® en Shigaraki. Conocer a fondo la artesan¨ªa le sirvi¨® para desarrollar nuevos conceptos, algo que aplica constantemente en su vida: ?Para m¨ª esto no se limita a las tradiciones, creo que siempre es importante aprender m¨¢s sobre aquello que te interesa?. Poco despu¨¦s, en 2011, el desastre de la central nuclear de Fukushima fren¨® su trabajo, durante un tiempo se vio incapaz de crear. ?Estuve deprimido e inestable, pero vi que la gente empezaba de nuevo, y volv¨ª?, explic¨® a la revista especializada en arte Ocula en 2016.
?C¨®mo se repuso de ese golpe?
Entend¨ª que no pod¨ªa trabajar al mismo ritmo que en los noventa, cuando no paraba de crear constantemente. Conforme envejezco siento mayor desprecio hacia eso que se llama arte y los sistemas financieros que lo rodean. Lo que yo persigo conseguir est¨¢ separado de ese concepto de arte, y es la idea de ¡®ser libre¡¯.
Sus obras se han convertido en un s¨ªmbolo en las protestas antinucleares, bajo el lema ¡®No Nukes¡¯.
Llevo siendo un activista antinuclear desde los ochenta, me parece algo bueno que esto ocurra.
Lucha por un mundo sin guerras ni nucleares, ?eso es posible?
Siendo realista, lo veo imposible, pero pienso que aun as¨ª es importante que todos pensemos que podr¨ªa ser una realidad y trabajemos para conseguirlo.
?Hoy en d¨ªa su obra tiene mayor trasfondo pol¨ªtico?
He sido antisistema y antiautoritario desde mi adolescencia. Pienso que mis obras tienen un lado pol¨ªtico y social y otro que se refiere al individuo. Mi trabajo est¨¢ formado por ambos aspectos.
?Un artista debe estar conectado con la actualidad, denunciar problemas como las migraciones o el cambio clim¨¢tico?
S¨ª, y no necesariamente solo como artista; creo que todos, como seres humanos, necesitamos estar conectados con lo que pasa en el mundo. Los artistas est¨¢n incluidos en eso.
A los ocho a?os cre¨® su primera radio para sintonizar la emisora de la base a¨¦rea estadounidense de Misawa, pr¨®xima a su casa de Hirosaki. As¨ª descubri¨® el rock, el country y la canci¨®n protesta de los sesenta. Su mundo solitario se llen¨® de m¨²sica, otra constante que ha marcado su obra ¨Cform¨® sus propios grupos y ha dise?ado portadas para discos de R.E.M., Matthew Sweet, Bloodthirsty Butchers o Tiki Tiki Bamboooos¨C. ?De peque?o me gustaban Connie Francis, The Beatles y los Stones. De adolescente me encantaba Neil Young, a quien sigo amando hoy en d¨ªa?, recuerda.
?Cu¨¢les son sus bandas favoritas y qu¨¦ discos han marcado su forma de ver el mundo y su trabajo?
Hay much¨ªsimos m¨²sicos que me encantan, resulta dif¨ªcil elegir¡ Estoy escuchando sin parar I¡¯m a Dreamer, de Josephine Foster. Tambi¨¦n me pongo mucho a The Magnetic Fields, Casiotone for the Painfully Alone, Aaron Ross y Beautiful Dudes.
Vive en el campo y en 2018 abri¨® N¡¯s Yard, un centro para ver su obra entre naturaleza, a dos horas de Tokio. ?Por qu¨¦ decidi¨® vivir as¨ª?
Porque no me gustan las ciudades grandes. Quiero vivir m¨¢s en el campo. He empezado a darme cuenta de que m¨¢s que ser categorizado como pintor o como artista, o vivir como un artista, mi ideal es convivir en una peque?a comunidad rural.
Ha recorrido el mundo haciendo fotograf¨ªas y en esos viajes ha documentado campos de refugiados como los de Jordania. ?Qu¨¦ opina de su existencia en un mundo globalizado?
Creo que la existencia de estos campos no tiene ning¨²n sentido.
?Por qu¨¦ siente la necesidad de hacer fotograf¨ªas? Son completamente distintas a sus pinturas.
Lo he hecho desde mi infancia. Para m¨ª es como escuchar m¨²sica. Durante el inicio de mi adolescencia comenc¨¦ a hacer fotograf¨ªas espont¨¢neas de forma consciente, pero hasta que no tuve m¨¢s de 20 a?os no empec¨¦ a hacer pinturas de forma intencionada.
?Qu¨¦ partes del mundo le gustar¨ªa descubrir y documentar con su c¨¢mara en el futuro?
Ahora no me veo yendo a la jungla o escalando hasta la cima de monta?as elevadas¡ No tengo ning¨²n plan, creo que el mundo empieza justo donde est¨¢n mis pies.
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