Por qu¨¦ comer sushi puede ser bueno para tu salud (y tu cara)
La dieta japonesa no solo es perfecta para no engordar. Rica en antioxidantes y ¨¢cidos omega 3 previene enfermedades coronarias y el envejecimiento prematuro.
Arroz, miso, wasabi, t¨¦, algas y, s¨ª, mucho pescado. Esta parte de la dieta japonesa es, a simple vista, un compendio de muchos ingredientes saludables para el organismo. Adem¨¢s, deja de lado a dos de los venenos de la mala dieta occidental: el exceso de az¨²car y de grasas saturadas. No es de extra?ar que muchos la se?alen como un sistema de alimentaci¨®n equilibrado. Tampoco faltan quienes la ven como una interesante dieta para perder peso. De hecho, en Jap¨®n solo hay un 3,9% de obesos frente a los 33,8% de estadounidenses con ese problema y al 16,6 % de los espa?oles. Aprovechando el boom de los cocineros, la japonesa Makiko Sano, due?a del restaurante Suzu en Londres, se suma a esta vor¨¢gine con un pu?ado de recetas de cocina nipona en su libro La Dieta del Sushi (Libros c¨²pula). En realidad es la puesta por escrito de sus famosos talleres Sushi Slim, donde ense?a a sus pupilos a cocinar sushi, sopas y ensaladas a la japonesa y bajas en calor¨ªas.
M¨¢s all¨¢ de que comer como en el pa¨ªs del Sol Naciente ayude a bajar de peso, adoptar algunos de sus h¨¢bitos alimenticios es un primer paso en el camino hacia una alimentaci¨®n consciente. Algo tan nimio como coger cada bocado con palillos ayuda a ingerir los alimentos a un ritmo comedido y no a engullir a toda velocidad. Adem¨¢s las porciones suelen ser m¨¢s peque?as, a diferencia del gusto occidental donde cuanto m¨¢s grande es el plato, mejor. El resultado es que, casi sin esfuerzo, se come de un modo m¨¢s pausado dando tiempo a que el cerebro reconozca la sensaci¨®n de saciedad. La consecuencia inmediata son digestiones m¨¢s sencillas, menor sensaci¨®n de hinchaz¨®n, menos gases¡
Pero hay mucho m¨¢s. Y nunca mejor dicho porque esta dieta se asocia a una gran longevidad. ¡°Se ha comprobado que los habitantes de Ogimi (en el archipi¨¦lago japon¨¦s de Okinawa) viven m¨¢s y se atribuye su dieta. De hecho, al mudarse a otras ciudades y modificar sus h¨¢bitos alimenticios, disminuye esa longevidad¡±, explica la doctora Paula Rosso, m¨¦dico nutricionista del Centro M¨¦dico Lajo Plaza. ¡°Con su generoso consumo de salm¨®n y at¨²n logran un importante aporte de ¨¢cidos grasos omega 3, en concreto, EPA (¨¢cido eicosapentanoico) y DHA (¨¢cido docosahexanoico)¡±. Estos ingredientes, adem¨¢s de garantizar una buena salud a la piel, el cabello y las u?as, son esenciales para la buena salud interna del organismo. El EPA contribuye al correcto funcionamiento del sistema circulatorio y el cerebro, lo que, en t¨¦rminos sanitarios, es un seguro de vida contra enfermedades coronarias. El DHA protege el sistema nervioso y la retina y ayuda al adecuado desarrollo fetal.
La inmaculada piel de las japonesas es fruto, adem¨¢s de su pasi¨®n por la cosm¨¦tica y su obsesi¨®n por evitar los rayos solares, de una alimentaci¨®n rica en antioxidantes, vitaminas y oligoelementos. En otras palabras, la brigada perfecta contra los radicales libres y el envejecimiento precoz. ¡°Esta dieta obvia casi totalmente la carne y los productos l¨¢cteos y da preferencia a frutas y verduras, m¨¢s una mezcla de algas y de hierbas. Las algas son muy bajas en calor¨ªas y muy ricas en potasio, calcio, hierro y yodo¡±. Siendo pr¨¢cticos esto se traduce en buena calidad de la piel y menos arrugas.
La piel ¨C y el resto del organismo ¨C tambi¨¦n agradece la escasa presencia de az¨²car. As¨ª se evita la glicaci¨®n de los tejidos (una de las principales causas de la formaci¨®n de arrugas) y otros trastornos metab¨®licos como la diabetes. ¡°Cambiar la boller¨ªa industrial t¨ªpica de la mala dieta de Occidente por el arroz o las pastas de fideos orientales de bajo ¨ªndice gluc¨¦mico evita altibajos de glucosa y los consabidos ¡®atracones¡¯ de comida para neutralizarlos¡±, apunta Jos¨¦ Mar¨ªa Esteve, nutricionista de Caroli Health Club ¨C Valencia.
El t¨¦ verde no fermentado gana por goleada al caf¨¦. Y el organismo lo agradece: tiene propiedades antioxidantes y epigadocatequina galato (EGCG) que puede prevenir enfermedades. Esta sustancia desaparece en el proceso de maduraci¨®n por el que el t¨¦ verde se convierte en t¨¦ negro.
Otra ventaja muy a tener en cuenta desde la bancada femenina: el alto contenido de L-tript¨®fano de la soja contribuye a aliviar algunos de los desarreglos propios del s¨ªndrome premenstrual (hinchaz¨®n, cansancio¡).
?Todo ventajas? Parece que no. Al menos, si no eres oriental y te obsesionas con este tipo de dieta. Gema Caba?ero, experta en est¨¦tica y nutrici¨®n, recuerda que un estudio publicado en Nature por el equipo del investigador Jan-Hendrik Hehemann de la Universidad de Pierre y Marie Curie (UPMC) de Par¨ªs (Francia) se?alaba que los japoneses ¡°digieren mejor esta comida por la presencia de la porfirasa, un tipo de enzima digestiva inexistente en europeos y americanos y vital para procesar los porfiranos, los hidratos de carbono propios del alga nori. Es precisamente este alga la que se utiliza para envolver el pescado y el arroz en los makis¡±. Seg¨²n esto, meterse comilonas a la japonesa a diario y sin l¨ªmites, lejos de hacernos bien, podr¨ªa tener desagradables efectos secundarios. ¡°La piel puede ponerse sensible y reactiva, sobre todo en la zona de las mejillas y el rictus nasogeniano. Tambi¨¦n puede ocasionar sequedad en los labios, sobre todo el inferior. Asimismo el consumo excesivo de at¨²n y salm¨®n puede provocar un aumento de metales pesados en el organismo¡±. As¨ª que ya se sabe, como en todo, nada por exceso.
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