?Por qu¨¦ las mujeres mienten menos?
Un estudio afirma que son menos propensas a enga?ar y que cuando lo hacen suele ser para proteger a otra persona y no a s¨ª mismas, lo que tiene sus desventajas.
Todos mentimos en alguna ocasi¨®n. A veces son mentiras tan tontas que ni siquiera nos da tiempo a meditarlas. Otras veces se trata de ideas muy repensadas. Hay que reconocer que, por mucho que digamos a los ni?os que mentir est¨¢ mal, hay situaciones de las que se sale m¨¢s f¨¢cilmente con una mentira.
Aunque por lo visto, no todo el mundo miente por los mismos motivos, ni con la misma facilidad. Y esta es una distinci¨®n que los cient¨ªficos creen que tambi¨¦n se percibe entre hombres y mujeres. De hecho, un estudio reciente concluye que las mujeres mienten algo menos que los hombres, y que adem¨¢s lo suelen hacer m¨¢s para ¡°salvar¡± a otras personas, que para salvarse el pellejo a s¨ª mismas.
Se trata de un texto publicado por la psic¨®loga Maryam Kouchaki en Harvard Business Review en el que relata los resultados de cuatro estudios, cuyo objetivo era conocer si las personas ten¨ªan m¨¢s probabilidades de mentir cuando negociaban en nombre de otros, que por s¨ª mismas. Para los mismos se cont¨® con m¨¢s de 1.300 participantes y se encontr¨® que la principal diferencia estaba comparando el comportamiento de hombres y mujeres. Ellos eran m¨¢s propensos a mentir en t¨¦rminos generales, pero a¨²n m¨¢s si estaban negociando para s¨ª mismos, mientras que ellas dec¨ªan m¨¢s mentiras si buscaban un beneficio para una tercera persona.
Indagando por qu¨¦ ocurr¨ªa esto, tras una encuesta en la que se preguntaba por sus motivos, las mujeres explicaban que ment¨ªan porque ten¨ªan m¨¢s miedo a decepcionar a la persona por la que lo hac¨ªan.
La complejidad de la mentira
Como explica la psic¨®loga Tamara de la Rosa ¡°mentir constantemente puede ser contraproducente, pero enga?ar a los dem¨¢s por no hacer sentir mal a otro o para proyectar una mejor imagen sobre ti mismo, es una parte natural de la vida¡±. Si bien la experta insiste en que no se puede generalizar, porque en la mentira influyen factores tan diversos como ¡°personalidad, educaci¨®n, experiencias, circunstancias, etc¨¦tera¡±,? lo cierto es que, si hubiera que hacer una distinci¨®n por sexos, ¡°seg¨²n diferentes estudios, el hombre miente m¨¢s para sentirse bien con ellos mismos (reputaci¨®n, integridad, una imagen ensalzada de s¨ª mismo) y las mujeres para que otros se puedan sentir mejor¡±. En cuanto a los posibles motivos de esta diferenciaci¨®n, de la Rosa apunta a que ¡°puede deberse a la presi¨®n social que siempre ha existido respecto al papel del hombre y la mujer. El papel de hombre como ese ser fuerte de cara a la sociedad mientras la mujer, siempre dedicada a los dem¨¢s¡±.
Pese a todo ello, insiste en que el mundo de la mentira no es una cuesti¨®n de ¡°blanco o negro¡±. As¨ª, ¡°unos mienten para esconder sus debilidades en determinados momentos, por su baja autoestima o por cumplir con las expectativas de los dem¨¢s, otros lo hacen porque no siempre es necesario decir la verdad y as¨ª evitar da?os a terceros, otros por evitar consecuencias negativas de sus acciones (no asumir sus errores) y, sin embargo, otros lo hacen por un trastorno de comportamiento como por ejemplo es la mitoman¨ªa, donde hablamos de una adicci¨®n a mentir buscando siempre la aceptaci¨®n y admiraci¨®n inmediata por parte de otros¡±. Todo un mundo de posibilidades, m¨¢s all¨¢ de la diferenciaci¨®n entre el ego y el altruismo.
A este respecto, el neuropsic¨®logo Alvaro Bilbao, autor del libro Cuida tu cerebro y mejora tu vida a?ade que ¡°la mentira es una funci¨®n muy compleja que requiere de muchos sistemas neurol¨®gicos¡±. Como ejemplo explica que ¡°todos tenemos la tentaci¨®n de mentir de vez en cuando, pero si tenemos buen autocontrol elegimos decir la verdad, mientras que si somos impulsivos podemos caer con m¨¢s facilidad en la tentaci¨®n de enga?ar¡±. Quiz¨¢s ese sea otro factor que pueda influir en esta diferencia entre sexos.
Cambiamos nuestra forma de mentir
Otra idea que cabe preguntarse es si mentimos por los mismos motivos a lo largo de toda la vida. Como recuerda Bilbao, ¡°en el cerebro humano la biolog¨ªa y la psicolog¨ªa est¨¢n muy entrelazadas¡±. As¨ª, por ejemplo, en el caso de las mujeres, un ejemplo claro sobre c¨®mo cambia nuestra forma de pensar y actuar es el embarazo, cuando ¡°los estr¨®genos y la oxitocina ?cambian literalmente la forma de pensar y de sentir haciendo qu¨¦ puede hacer pr¨¢cticamente cualquier cosa por proteger a su beb¨¦¡±. Un ejemplo de por qu¨¦ la mujer se expone m¨¢s a ese altruismo en la mentira.
De hecho, en los comienzos de la vida se miente por diferentes motivos. ¡°Sabemos ?que cuando los ni?os son muy peque?os (2 o 3 a?os) ?mienten porque confunden su imaginaci¨®n con la realidad y en realidad no se pueden considerar mentiras. Con ?4 a?os pueden mentir para protegerse o evitar una rega?ina. Y a partir de los 6 a?os pueden mentir para conseguir sus metas o fines¡±. ?En este sentido, al igual que existen esas claras diferencias en cuanto a la edad, cabe pensar que tambi¨¦n puede haber ciertos matices en cuanto a la forma de mentir seg¨²n el g¨¦nero. Aludiendo a la conclusi¨®n de los estudios, ?lvaro Bilbao reflexiona que ¡°sabemos que las mujeres tienen una mayor interconectividad cerebral lo que les permite ser m¨¢s emp¨¢ticas¡±. El experto a?ade que otra cuesti¨®n a tener en cuenta es que ¡°en general las mujeres ?est¨¢n m¨¢s en contacto con sus emociones y las emociones de los dem¨¢s y eso hace que tengan m¨¢s habilidades sociales,? por lo que son capaces de resolver muchas situaciones sin utilizar la mentira¡±.
El exceso de ¨¦tica no siempre es bueno
Si bien parece que mentir menos podr¨ªa ser algo a favor, o al menos, hacerlo m¨¢s de una forma altruista, la evidencia demuestra que en realidad esto no es considerado un factor positivo desde el punto de vista social. Porque al fin y al cabo, mentir ayuda a medrar socialmente, y ser sincero puede tener consecuencias, no solo en el entorno personal, sino tambi¨¦n en el laboral.
Como ejemplo, en el mundo de la ciencia, un grupo de f¨ªsicos de Estados Unidos y Reino Unido analizaron c¨®mo, aunque las mujeres parec¨ªan tener una moral y ¨¦tica mayores que sus compa?eros masculinos, esta caracter¨ªstica supon¨ªa un freno en su carrera profesional. De esta forma, expon¨ªan que ¡°estos diferentes enfoques de la ¨¦tica cient¨ªfica conducen a los diferentes niveles de competitividad de los cient¨ªficos masculinos y femeninos en la f¨ªsica acad¨¦mica¡±, sobre todo centr¨¢ndose en que las mujeres eran m¨¢s cuidadosas con los datos, y eso supon¨ªa una menor productividad. Pese a ello conclu¨ªan que ¡°si el objetivo es tener una comunidad cient¨ªfica m¨¢s equitativa/¨¦tica, entonces los hombres probablemente podr¨ªan beneficiarse de la adopci¨®n del llamado enfoque femenino (lento, cuidadoso, auto cuestionable)¡±.
No es el ¨²nico ejemplo, seg¨²n este mismo estudio, existen otros trabajos en torno a la ¨¦tica laboral y el ¨¦xito profesional, sobre todo en el entorno empresarial y de negocios de Estados Unidos. Los mismos desprenden que en ocupaciones como finanzas, contabilidad y negocios, ¡°los hombres tienen m¨¢s de dos veces m¨¢s probabilidades que las mujeres de participar en acciones consideradas como poco ¨¦ticas¡± como comprar acciones con informaci¨®n privilegiada o reclamar un gasto de viaje adicional. Es decir, acciones cuestionables, pero aceptables.
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