Por qu¨¦ todo el mundo habla de los tacones de ¡®Jurassic World¡¯
El Indominus Rex estaba llamado a ser la estrella de la pel¨ªcula, pero Claire, la hero¨ªna que huye de ¨¦l, le ha robado todo el protagonismo.
La situaci¨®n m¨¢s improbable de Jurassic World poco tiene que ver con atracciones ni dinosaurios. Lo m¨¢s inveros¨ªmil y comentado, y ser¨¢ por millones de euros invertidos en tecnolog¨ªa digital, tiene que ver con lo que lleva puesto la protagonista. Uno de los momentos m¨¢s delirantes del filme se produce cuando Claire (Bryce Dallas Howard, no:?no es Jessica Chastain) pierde a sus sobrinos en el parque? justo al mismo tiempo que el Indominus Rex?-mitad tiranosaurio, mitad velociraptor, ah¨ª es nada¨C se escapa de su jaula. Ella, presa del p¨¢nico aunque ni se despeine, se dispone a buscarlos mano a mano con Owen (Chris Pratt). Al verla todo compuesta con su americana, su blusa semitransparente, y su falda blanca, as¨ª, al estilo Kathleen Turner en Tras el coraz¨®n verde? y con el peinado de Cate Blanchett en la ¨²ltima de Indiana Jones, ¨¦ste le pregunta si no va cambiarse de ropa. Claire, en una de las escenas m¨¢s rid¨ªculas de la cinta, se desprende de su blazer, a lo loco, y se anuda la camisa a la cintura dejando a la vista su camiseta interior (?camiseta interior?). Durante el resto de metraje, y mira que ya no paran, no se le ocurre en ning¨²n momento quitarse los zapatos e ir descalza.
Cuenta al respecto Bryce Dallas Howard en una de las entrevistas promocionales que est¨¢ concediendo estos d¨ªas, que grab¨® algunas de esas escenas con zapatillas de deporte con cu?a, cuando no de puntillas, para que realmente pareciera que corr¨ªa con tacones. Y eso que al principio la idea le pareci¨® tan absurda que se neg¨® a seguir las consignas del director. "Estoy segura de que hay gente que se asustar¨¢ m¨¢s porque corro con tacones que por el hecho de que me persiga un dinosaurio, especialmente mi padre", confesaba la actriz a Variety tras la premi¨¨re de Jurassic World en Los ?ngeles.
Muchos son los que han considerado este detalle como un rasgo m¨¢s de lo marcadamente sexista que resulta el personaje. Howard prefiere pensar que no hay nada de antifeminista en su alter ego y afirma que "Claire evoluciona como persona a lo largo de la pel¨ªcula; no me parece mal que se la dibuje como una ejecutiva m¨¢s metida en el papel superjefaza que de supermujer, si fuera un hombre nadie dir¨ªa nada. A final, cuando ve que su vida y la de los suyos corre peligro le sale la Sarah Connor que lleva dentro y se acaba replanteando sus prioridades y reconectando con su parte m¨¢s espont¨¢nea, tierna y humana. Lo de los tacones no es m¨¢s que una met¨¢fora que simboliza ese obst¨¢culo que superas y te acaba haciendo m¨¢s fuerte ". Pues ni tan mal. Bueno es saber que si alguna vez tenemos que huir de un Tiranosaurus Rex?o similar no har¨¢ falta que nos pille planas.
Jurassic World ha batido r¨¦cords mundiales de p¨²blico y recaudaci¨®n durante su primer fin de semana de estreno. La ¨²ltima entrega de la franquicia jur¨¢sica, cuya trama se sit¨²a 22 a?os despu¨¦s de la apertura del primer parque tem¨¢tico de dinosaurios del mundo a cargo de Steven Spielberg , es t¨¦cnicamente su secuela -por los p¨¦simas que fueron sus dos continuaciones El Mundo Perdido (1997) ?y Parque Jur¨¢sico III (2001)- y resucita m¨¢s que dignamente el planteamiento del creador de la saga. Bryce Dallas Howard y Chris Pratt (lo suyo s¨ª que es una alteraci¨®n gen¨¦tica y no lo del D-Rex) son los protagonistas de esta cinta (?hace falta decir que despu¨¦s de tanto traj¨ªn acaban enamorados?). "Una de las mejores pel¨ªculas sobre gente huyendo de cosas jam¨¢s vista" como bien la han definido en Vulture.
Chris Pratt (Owen) es el h¨¦roe tan buenazo como buenorro de Jurassic World, algo as¨ª como un domador de velociraptores totalmente en contra de las mutaciones de sus amigos los reptiles tri¨¢sicos. Dallas Howard (Claire) es la directora de operaciones del macrocomplejo de ocio jur¨¢sico donde ambos trabajan y lo mismo se ocupa del patrocinio de las distintas especies, como si de las paradas del metro de Madrid se tratara, que de ordenar la creaci¨®n de nuevos h¨ªbridos o? invertir en el ¨²ltimo modelo de monta?a rusa para ganar visitantes y, claro, la pobre no tiene tiempo ni para el amor, ni para la familia, ni tan siquiera para quitarse los tacones cuando se le descontrola la manada y se le pone patas arriba todo aquello.
Los pol¨¦micos tacones de la protagonista, en una imagen promocional del film
Cordon Press
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