?Qu¨¦ hacer si alguien se adue?a del cr¨¦dito de tu trabajo?
El ¨¦xito tiene muchos padres y el fracaso es hu¨¦rfano, pero ese ¨¦xito en concreto sabes que lleva tu ADN y no sabes c¨®mo gestionarlo. Dos expertas nos ayudan.
M¨¢s de 30 a?os despu¨¦s, Armas de Mujer sigue siendo un fil¨®n de referentes ic¨®nicos: las zapatillas blancas como s¨ªmbolo del capital er¨®tico, la frase ¡°tengo una mente para los negocios y un cuerpo para el pecado¡± y el ¡°elevator pitch¡± o discurso de ascensor que a¨²n se estudia en las escuelas de negocios. Consiste en presentar o defender una idea ante un potencial cliente, accionista o benefactor en pocos segundos o minutos, lo que dura un viaje en ascensor. Es exactamente lo que tiene Melanie Griffith para demostrar no solo que Sigourney Weaver le ha robado la idea de negocio, sino que dicha idea est¨¢ abocada al fracaso si no hacen algo. No todas tenemos la oportunidad de reunirnos a solas con un magnate que le proporciona Harrison Ford a Melanie Griffith (peor a¨²n, no tendremos a Harrison Ford), pero s¨ª podemos tomar una serie de medidas cuando alguien se adue?e de nuestras ideas. Hemos preguntado a dos expertas en liderazgo femenino y nos han ofrecido dos caminos diferentes. Te sugerimos que tomes uno u otro no en funci¨®n de la animadversi¨®n que te provoque la persona que se ha apropiado de tu m¨¦rito, sino del inter¨¦s que tienes en que tu idea salga adelante.
Opci¨®n 1: Reivindica lo que es tuyo
Silvia Adriasola es coach experta en liderazgo y empoderamiento femenino y cree que ¡°es importante interiorizar que tenemos derecho a defender nuestros intereses, proyectos, ideas y logros con mas confianza y menos miedo. A las mujeres nos suelen costar las situaciones de conflicto y en demasiadas ocasiones preferimos dejarlo pasar, lo que perpet¨²a un modelo de insignificancia personal, que como sostiene Carmen Garc¨ªa Ribas, disminuye nuestra cuenta de resultados en todos los aspectos de la vida¡±. Reivindicar una idea como propia obliga a las mujeres a hacer algo en lo que han sido entrenadas para aborrecer: ser ego¨ªstas y conflictivas. ¡°Desde una perspectiva de g¨¦nero, a las mujeres se las ha situado en el rol de conciliadoras, de mediadoras de conflictos e inculcado la idea de que cuidar los propios intereses y la autonom¨ªa personal es ego¨ªsta y por tanto, rechazable. Muchas mujeres prefieren dudar de s¨ª mismas, ningunear sus logros, restarle valor a sus p¨¦rdidas antes que apostar por defender sus derechos e intereses, algo que consideran, por un lado, que las vuelve ego¨ªstas y por otro, que las lleva a la confrontaci¨®n, algo que prefieren evitar¡±, explica Adriasola.
No es f¨¢cil tener el arrojo del personaje de Melanie Griffith a no ser que te reprogrames por completo, y eso no pasa por ser agresiva, explica la coach, sino por ser estrat¨¦gica, que significa: ¡°Act¨²a con visi¨®n y perspectiva, ten claro cuales son tus metas y el mejor plan para conseguirlas, pero respetando tus valores. Defiende tus derechos: el bienestar de los dem¨¢s no ha de ser al coste del tuyo propio. Resp¨¦tate. Visibiliza y comunica que eres buena. No ningunees tus logros ni le restes importancia. No confundas humildad con la sumisi¨®n emocional o verg¨¹enza a reconocer tus talentos. Saca tu voz. Comun¨ªcate con asertividad, con respuestas claras y eficaces, sin vacilaciones ni excusas. Las mujeres que practican la conducta asertiva son buenas l¨ªderes, adquieren confianza en s¨ª mismas y son respetadas por las dem¨¢s personas, puesto que en su actuaci¨®n siempre intentan ser coherentes¡±.
Convertirte en una profesional estrat¨¦gica tiene numerosas ventajas, prosigue esta coach, de entrada ¡°te da la libertad de elegir c¨®mo responder en cada momento teniendo en cuenta el contexto, tus intereses y objetivos. Preguntarte ¡®qu¨¦ me conviene en este momento¡¯ te da la pauta para definir el siguiente paso y medir consecuencias. En demasiadas ocasiones actuamos bajo impulsos capturadas por el momento presente y olvidando que la foto es mucho mas amplia: es un tablero, son tus cartas y tu defines tu juego¡±.
Pero mientras te conviertes en esa mujer estrat¨¦gica, puedes ir dando peque?os pasos, empezando por denunciar cu¨¢ndo un compa?ero se ha apropiado de una idea tuya. ¡°A todo cambio le precede una determinaci¨®n, una decisi¨®n de mejorar. Es mas f¨¢cil ir respondiendo ante peque?as transgresiones que permitirlas sistem¨¢ticamente¡±, explica Adriasola. ¡°De hecho, muchas mujeres no temen tanto al fracaso como al propio ¨¦xito, y la mejor manera de no conseguirlo es saboteando los propios logros. Conseguir el ¨¦xito ( definido seg¨²n lo que cada una considere ¨¦xito), es responsabilizarse, exponerse, ganar protagonismo, pasar a la primera l¨ªnea, ser tal vez m¨¢s cuestionada¡ Algo que en su fuero interno las puede incomodar y sacar del lugar en el que est¨¢n habitualmente ubicadas¡±.
Opci¨®n 2: Misma tierra, distintas semillas
A Ana Merlino, psic¨®loga, coach, formadora y actriz, cuando alguien se adue?aba del cr¨¦dito de tu trabajo le sol¨ªa pasar lo que a la mayor¨ªa de las personas. ¡°La primera reacci¨®n l¨®gica ser¨ªa de ira, enfado, sensaci¨®n de injusticia¡¡±, cuenta. Pero en una ocasi¨®n en la que le afect¨® especialmente, su padre le dijo: ?Mira hija, en este mercado, puedes sentirte muy satisfecha de que te copien. Es mejor que te copien que tener que copiar y hay algo que jam¨¢s podr¨¢n imitar: tu estilo¡±. Desde esa perspectiva, Merlino empez¨® a considerarlo menos una afrenta que un reconocimiento. ¡°Adem¨¢s, es una excelente oportunidad para que otros validen tu idea a coste cero, sin asunci¨®n de riesgos, as¨ª como de mejorar tu idea, partiendo de la base de que t¨² eres la mejor persona que puede hacer esto, puesto que conoces todos los caminos que te llevaron a generarla en primer lugar. Por lo tanto, la perspectiva que adopto normalmente cuando esto ocurre es que se trata de un nuevo reto y oportunidad de mejorar mi servicio/producto/idea¡±, prosigue. Recomienda pararnos a reflexionar si merece la pena perder tiempo y energ¨ªa el pelear por el cr¨¦dito de la idea o si nos interesa m¨¢s adaptarnos al nuevo tablero. ¡°Puede que nuestra biolog¨ªa o nuestro recorrido hist¨®rico haya tenido influencia en la capacidad o necesidad de las mujeres de reclamar la autor¨ªa de nuestras ideas. No obstante, hoy en d¨ªa me entusiasma observar c¨®mo cada vez somos m¨¢s las que contamos con una buena proyecci¨®n en el mercado sin necesidad de perder nuestro tiempo y energ¨ªa en ¡®reivindicar lo nuestro¡¯, sino que lo destinamos a lo que verdaderamente importa y, esto es, el bien mayor de la idea que generamos, su para qu¨¦, su sentido ¨²ltimo. Qu¨¦ es m¨¢s importante, ?reclamar la autor¨ªa de nuestra idea o que ¨¦sta se lleve a cabo? ?Cu¨¢l es el objetivo ¨²ltimo de ¡®mi¡¯ idea? ?Para qu¨¦ quiero que sea m¨ªa? Por ejemplo, si el reclamar la autor¨ªa va a frenar u obstaculizar que ¨¦sta se lleve a cabo, ?vale la pena invertir energ¨ªa en ello? Por otro lado, podemos preguntarnos ?qu¨¦ estoy haciendo yo o qu¨¦ es lo que no estoy haciendo para que no se reconozcan mis ideas? ?C¨®mo podr¨ªa hacer que mi comunicaci¨®n fuera m¨¢s eficaz en este sentido? ?Qu¨¦ capacidades se me ocurre que puedo estirar fruto de esta situaci¨®n?¡±, prosigue.
Tratar de no ver al otro como un enemigo, sino como una oportunidad para crecer cambia totalmente el planteamiento en este tipo de situaciones. ¡°Las personas que consideremos rivales son maravillosos espejos donde podemos observar nuestro reflejo y preguntarnos, ?qu¨¦ es lo que est¨¢ haciendo francamente bien que yo no hago? ?Qu¨¦ es lo que no est¨¢ haciendo que yo s¨ª hago? ?Qu¨¦ capacidades me anima a estirar mi rival? ?Qui¨¦n ser¨ªa Cristiano Ronaldo sin Messi o Messi sin Cristiano Ronaldo? Nuestros rivales o lo que nosotros creemos que son rivales, son estupendas oportunidades para estirar partes de nosotros que de otro modo no estirar¨ªamos. Son reflejos que nos muestran en qu¨¦ punto estamos y qu¨¦ puntos podemos mejorar¡±, concluye la psic¨®loga.
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