Que no te den ¡®vintage¡¯ por liebre
En un mundo en el que cada vez cuesta m¨¢s hacerse con prendas de ¨¦poca y las tendencias ensalzan lo ¡®retro¡¯, el negocio de la ropa de segunda mano gana terreno y con ¨¦l, las pr¨¢cticas que rozan la ilegalidad.
"Vengo de un mercadillo vintage. Por fin he encontrado aquel vestido de Topshop que busqu¨¦ como una loca hace tres temporadas". Aunque celebramos el hallazgo de esta ficticia y h¨¢bil compradora, lamentamos comunicarle que su adquisici¨®n dista mucho de ser de ¨¦poca. Desde que la fiebre (tard¨ªa, comparada con el resto de Europa) de los mercadillos second hand y las f¨®rmulas tipo garage sales invadiese nuestras ciudades, el equ¨ªvoco de comparar una adquisici¨®n vintage con una de segunda mano, o simplemente retro, se ha vuelto com¨²n en el lenguaje de los mortales y no es extra?o etiquetar con el anglicismo a una prenda con apenas cinco temporadas a sus espaldas.
Tal y como aclara Mathilde Therizols -una parisina afincada en Madrid que organizar¨¢ a partir del lunes la Pop Up Store Vintage de lujo, con prendas de Lanvin, Chanel o YSL tra¨ªdas directamente desde Par¨ªs-: "la regla es simple: vintage es la prenda que tiene m¨¢s de 20 a?os y que contiene un allure caracter¨ªstico, ya sea por su tejido o su dise?o". La raz¨®n por la que cada vez que acudimos a un mercadillo vintage acabamos con una bolsa repleta de art¨ªculos que no cumplen con la norma es sencilla. Por un lado, cada vez resulta m¨¢s dif¨ªcil hacerse con? prendas que resistan al paso del tiempo (las colecciones son muy exclusivas y al alcance de pocos) y, por otro, los mercadillos de segunda mano responden, b¨¢sicamente, a la necesidad de consumir de forma sostenible y sin rascarse el bolsillo.
Es lo que Max Porta, uno de los ide¨®logos y creadores del mercadillo de antig¨¹edades y objetos de segunda mano m¨¢s codiciado de Barcelona, Lost&Found Market, apunta: "se trata de seguir la regla de las tres erres (reciclar, reducir y reutilizar), aunque no todas las personas que compran productos usados lo hagan por este motivo". En un mundo en el que las colecciones de moda se retroalimentan del pasado (s¨®lo hay que echar un vistazo a la ¨²ltima y pol¨¦mica propuesta de Slimane), el ansia por satisfacer con prendas retro y rarezas a los consumidores de tendencias puede haber afectado al credencial ¨¦tico y sostenible que acompa?aba al consumo de segunda mano.
El mercadillo Lost&Found de Barcelona, uno de los que consigue mayor poder de convocatoria.
Lost&Found/ Salva L¨®pez
"Desafortunadamente, deber¨ªamos preguntarnos un poco m¨¢s sobre los supuestos vendedores de vintage. Cada vez escasean m¨¢s los comerciantes de primera clase, los que rastrean colecciones privadas, mientras afloran los que s¨®lo compran y venden la ropa por kilo y la renombran como vintage o retro", alertaba The Guardian hace unos d¨ªas en un art¨ªculo que cuestionaba la '¨¦tica del vintage'. El texto comparaba a ciertos sectores del negocio con cadenas m¨¢s cercanas al fast fashion y al mercado global que al de la exclusividad de hacerse con una prenda ¨²nica. "Existen informes extraoficiales que hablan de explotaci¨®n en las f¨¢bricas y los comerciantes internacionales mercadean con elevadas cantidades. El mayor distribuidor de EEUU clasifica 35 toneladas diarias de camisetas y exporta ocho millones de kg de vintage cada a?o. Los compradores compran por kg y a ciegas".
Cr¨ªticas que tambi¨¦n han llegado desde la organizaci¨®n alemana FairWertung, que lleva a?os monitorizando al negocio de segunda mano, en un informe de 2011. "Desafortunadamente se dan malas pr¨¢cticas: importaciones ilegales y que no se llegan a pagar, bienes pasados de contrabando y corrupci¨®n en general". Manipulaciones por las que, seg¨²n la organizaci¨®n, se "hace necesario tener que aplicar y extender una normativa al respecto".
En EEUU ya se han puesto manos a la obra y en oto?o anunciaron la posibilidad de poner coto a la venta, en peque?a escala, de objetos de segunda mano. La Corte Suprema de EEUU (Scotus) puso en tela de juicio a las m¨ªticas y tradicionales garage sales y lleg¨® a plantear la posibilidad de impedir la reventa de objetos cuyo copyright no fuese americano.
"Comparado con los EEUU, aqu¨ª queda mucho camino por recorrer . Estamos viviendo un boom de los mercadillos que se podr¨ªa comparar con de los festivales de m¨²sica de hace unos a?os. Ser¨ªa l¨®gico pensar que en alg¨²n momento la oferta se va a estabilizar y al final habr¨¢ servido para equilibrar el sector a la realidad de otras capitales occidentales, que nos llevan mucha ventaja", apunta Porta de Lost&Found. Mientras nos equiparamos al resto, procura que, para la pr¨®xima, no te den vintage por liebre.
Getty
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