El rentable negocio de ser la mujer m¨¢s deprimente de Twitter
Melissa Broder es @sosadtoday, la superestrella virtual que deprime diariamente a Katy Perry o Miley Cyrus. Ahora saca libro de ensayos, se prepara un piloto sobre su vida y la ha fichado Lena Dunham.
Hor¨®scopo: piensas en ¨¦l m¨¢s de lo que piensa en ti
Autocorrige ¡®fin de semana¡¯ por ¡®sentada sola a oscuras¡¯
P¨¢same esa presentaci¨®n de power point sobre por qu¨¦ me rechazaste
Estas son solo algunas de las odas mel¨¢ncolicas al vac¨ªo existencial de @sosadtoday, la ?superestrella de Twitter? que en los ¨²ltimos tres a?os ha fidelizado entre sus m¨¢s de 300.000 seguidores a artistas como Frances Bean Cobain, Miley Cyrus, Ezra Koenig (Vampire Weekend), Dev Hynes, Tavi Gevinson o Katy Perry. Esta ¨²ltima la puso en el mapa cuando retuite¨® su Todo lo que hice lo hice por ti pero creo que estabas dormido all¨¢ por 2014. Hecho que propici¨® una entrevista en Rolling Stone que la elevar¨ªa a estrella del rock. Por aquel entonces, la jefa de la angustia vital en 140 car¨¢cteres quer¨ªa permanecer en el anonimato. Dijo que se llamaba Melissa, que viv¨ªa en Los ?ngeles y poco m¨¢s. No quer¨ªa revelar su nombre completo, edad o profesi¨®n por miedo a dejar escapar a buena parte de esa chavalada emo que retuitea sin descanso la exaltaci¨®n de la depresi¨®n y de una autoestima raqu¨ªtica autodestructiva. Ten¨ªan que llegar? las ofertas econ¨®micas para que la t¨ªa m¨¢s triste de Twitter decidiese salir del armario y hacer carrera en esto de la escritura confesional. Por los resultados que est¨¢ cosechando, la jugada no le ha salido nada mal.
Melissa result¨® ser Melissa Broder, una poetisa de treinta y tantos que trabajaba en Penguin y que ya hab¨ªa publicado tres libros de poes¨ªa con bastante buena acogida entre la cr¨ªtica independiente ¨CWhen you say one thing but you mean your mother (2010), Meat Heart (2012) y Scarecrone (2014) ¨C. Una fama t¨ªmida pero aplaudida por publicaciones como Flavorwire. Aunque la escritora sigue empe?ada en no especificar su edad por miedo a un una estampida de? followers p¨²beres que digan (palabras textuales) ¡®joder, qu¨¦ vieja es¡¯ (y no llega a los 40, repetimos); Broder ha conseguido afianzar su carrera gracias a la que era su cuenta an¨®nima. Lena Dunham la fich¨® hace unos meses para que escribiese los (afilad¨ªsimos) hor¨®scopos de Lenny Letter, es colaboradora habitual de la edici¨®n estadounidense de Vice, prepara con?Brad Listi (el de los podcast literarios de Otherppl) un piloto televisivo basado en su matrimonio abierto y la semana pasada public¨® So sad today: personal essays (Hachette), un compendio de ensayos en los que descubre un universo personal mucho m¨¢s cercano a su realidad que el de su cuenta de Twitter. En junio, adem¨¢s publicar¨¢ su cuarto libro de poes¨ªa, Sext Love (Tin House).
Ataques de p¨¢nico, anorexia, infidelidades, tendencias suicidas. El libro de Broder sigue esa l¨ªnea de literatura del dolor que tanto estamos leyendo ¨²ltimamente. Si Leslie Jameson narra en El anzuelo del diablo (Anagrama) sus abortos o c¨®mo se autolesionaba y Tracey Emin hace lo propio en Strangeland (Alphay Decay), Broder detalla en su libro sus fantas¨ªas sexuales, sus des¨®rdenes de ansiedad o c¨®mo ha intentado llenar sus ?insaciables vac¨ªos espirituales?con drogas, hombres, comida y alcohol. Dicen que es heredera de Sylvia Plath, pero es innegable que su estilo anda? ligado a ese im¨¢n de clicks y de oversharing que ha sido el ¡®esto me pas¨® a m¨ª¡¯ en la era del periodismo confesional (y narcisista) digital o de fen¨®menos como el de la espa?ola Irene X.
La t¨ªa m¨¢s deprimente de Twitter es el referente autodestructivo de la panda millenial. Su relaci¨®n de amor-odio con el capitalismo, las ansias de ser importante para el resto pero la desgana instant¨¢nea de hacerlo, su alma de stalker despechada y de troll a lo pol¨ªticamente correcto. Broder ha sabido recoger todas esas angustias y condensarlas con iron¨ªa y sarcasmo en una carrera de ¨¦xito. ?Todas llevamos una adolescente dentro?, dijo a Vanity Fair en una de sus m¨²ltiples entrevistas recientes (su libro ha sido rese?ado en The Cut, Elle o The Fader). ?Para m¨ª, los tuits son como una droga, porque de las otras ya no consumo m¨¢s?, dijo a la publicaci¨®n. Seguro que hordas de chavalitas apretar¨ªan ese coraz¨®n virtual del FAV al instante si lo teclease en la cuenta m¨¢s deprimente de Twitter.
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