Ricas s¨ª, pero no por m¨¦ritos propios
La presencia de mujeres en la lista de Forbes ha aumentado notablemente. Sin embargo, la lectura no es tan positiva como parece. Cuando se analizan los datos se deduce que no ha habido un gran avance en cuanto a igualdad laboral.
La lista de personas m¨¢s ricas del mundo que cada a?o publica Forbes ha presentado en esta edici¨®n de 2014 una notoria novedad: el n¨²mero de mujeres presentes en ella ha batido su propio r¨¦cord, llegando a representar algo m¨¢s del 10%. Del total de los 1.645 millonarios que conforman la lista, en 2013 las mujeres eran 138. Este a?o han pasado a ser 172. Un aumento considerable que han remarcado la mayor¨ªa de medios econ¨®micos.
Sin embargo, el aumento de las mujeres en la lista de personas m¨¢s ricas no tiene una lectura tan positiva como se puede pensar en un principio. Mientras que la mayor parte de los hombres que han conseguido acumular esas altas cantidades de dinero lo han hecho a trav¨¦s de las empresas, que poseen o en las que ostentan altos puestos de directivos, un gran porcentaje de las mujeres multimillonarias lo son a trav¨¦s de herencias familiares o matrimoniales (el caso, sin ir m¨¢s lejos, de la ¨²nica espa?ola integrante de la lista: Sandra Ortega Mera).
Otro detalle que puede restar euforia al dato es que de esas 172 mujeres presentes en la lista, solo una de ellas ha conseguido alcanzar uno de los diez primeros puestos. Se trata de Christy Walton, quien ostenta la flamante novena posici¨®n de multimillonaria mundial (y, por tanto, mujer m¨¢s rica del planeta) gracias a la fortuna adquirida a trav¨¦s de la cadena de supermercados Wal-Mart. El suyo es uno de los casos comentados en el p¨¢rrafo anterior: adquiri¨® su fortuna cuando su marido John Walton ¡ªhijo de Sam Walton, fundador de la empresa de supermercados junto a su hermano James¡ª muri¨® en un accidente de avi¨®n en 2005.
La fundadora de Spanx, Sara Blakely, una de las m¨¢s j¨®venes en unirse a la lista
Entre el reducido n¨²mero de mujeres que han conseguido acumular las grandes cantidades de dinero necesarias para entrar a formar parte de la lista Forbes se encuentran algunos tan conocidos como el de Sara Blakely, fundadora de Spanx; Oprah Winfrey, presentadora de televisi¨®n y empresaria norteamericana o Sheryl Sandberg, directora operativa de Facebook y una de las responsables de la fundaci¨®n Lean In, que aboga por la igualdad de g¨¦neros en el terreno laboral.
El porcentaje femenino extra¨ªdo de la lista de multimillonarios y la misma existencia de organismos como el participado por Sandberg demuestran que la paridad laboral est¨¢ a¨²n por alcanzar, en todos los niveles de la pir¨¢mide profesional. Y pese a los esfuerzos que se realizan ¡ªespecialmente por parte de las propias trabajadoras¡ª no parece que vaya a ser un objetivo f¨¢cil de alcanzar, al menos a corto plazo.
Sheryl Sandberg y Oprah Winfrey, son otras de las dos mujeres que acumulan la fortuna necesaria para alcanzar un puesto en la lista
Cordon Press
Seg¨²n un art¨ªculo publicado recientemente en Harvard Business Review (dependiente de la universidad norteamericana de mismo nombre) la vida familiar sigue siendo un indicador de ¨¦xito m¨¢s importante para las mujeres que para los hombres, al contrario que los logros econ¨®micos, a los que ellos dan m¨¢s importancia que ellas. Los datos se extrajeron de una encuesta sobre conciliaci¨®n realizada a lo largo de cinco a?os por estudiantes de la Harvard Business School a unos 4.000 ejecutivos (56% hombres y 44% mujeres) de todo el mundo.
Una de las conclusiones m¨¢s ¡°reveladoras y deprimentes¡±, como las definen en la revista Slate, es que los problemas de conciliaci¨®n siguen consider¨¢ndose un tema relacionado con las mujeres. Por ejemplo, la mayor¨ªa de los hombres entrevistados resolv¨ªan su culpabilidad acerca del poco tiempo pasado con sus hijos por culpa del trabajo identific¨¢ndose a s¨ª mismos como los encargados de llevar el dinero a casa, dotando as¨ª a su descendencia de las oportunidades que ellos no tuvieron a su edad. Con ese argumento y con el pensamiento de ¡°pasar m¨¢s tiempo con sus hijos el fin de semana¡± resolv¨ªan sus conflictos emocionales, algo que las mujeres entrevistadas no consegu¨ªan hacer tan f¨¢cilmente, seg¨²n sus declaraciones.
Pese a la desigualdad, tanto los hombres como las mujeres entrevistados en el estudio ve¨ªan incompatible el llevar una vida laboral y familiar equilibradamente satisfactoria: para llegar al ¨¦xito en una de ellas, hab¨ªa que sacrificar parte de la otra. El dato no es precisamente alentador, pero posiblemente la soluci¨®n pase porque tanto hombres como mujeres trabajen juntos por mejorar la situaci¨®n. Tal y como declara Jessica Grosse en su art¨ªculo: ¡°Tanto los estudiantes masculinos como femeninos se resistieron a la idea de que no se puede ser un ejecutivo y tambi¨¦n llevar una vida equilibrada. Lo que queda por ver es si har¨¢n algo por cambiarlo cuando sean ellos los que est¨¦n en el poder¡±.
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