?Es una carrera de fondo emocional?: la segunda ola del coronavirus, ?mucho m¨¢s dif¨ªcil de soportar psicol¨®gicamente?
Mientras repuntan los contagios, el n¨²mero de ciudades confinadas y la incertidumbre econ¨®mica, tambi¨¦n lo hacen las consultas de pacientes que experimentan episodios de estr¨¦s y ansiedad. ?Estamos preparados para enfrentarnos de nuevo a la reclusi¨®n?
¡°La sensaci¨®n de protecci¨®n que ten¨ªa durante el confinamiento, encerrada en casa y saliendo lo m¨ªnimo, ha desaparecido ahora¡±. A sus 36 a?os, Lidia Torres, creativa en una agencia de publicidad, pone de manifiesto que la sensaci¨®n de agobio y preocupaci¨®n que la embarga es incluso m¨¢s intensa que en la primera oleada de la crisis del coronavirus. De vuelta a su oficina situada en una Madrid reci¨¦n confinada, a?ora la sensaci¨®n de seguridad que le proporcionaba el teletrabajo, califica de ¡°preocupante¡± su obsesi¨®n por las medidas higi¨¦nicas y evita reunirse con sus amigos si no es imprescindible. Desanimada por ver c¨®mo el esfuerzo de la primavera ¡°no parece haber sido suficiente¡± ante el aumento reciente de los contagios, su testimonio es sintom¨¢tico de un creciente n¨²mero de personas que, conforme la pandemia vuelve a recluir a los ciudadanos entre cuadro paredes, sienten un estr¨¦s y des¨¢nimo incluso mayor que el de meses atr¨¢s. ?Puede ser esta ola m¨¢s dif¨ªcil de soportar psicol¨®gicamente que la primera?
Pese a que muchos crean vivir en un d¨ªa de la marmota con respecto a los sentimientos de angustia y desaz¨®n, los expertos encuentran diferencias en cuanto a los desaf¨ªos emocionales presentados entre los primeros meses de reclusi¨®n y la segunda oleada. ¡°Nuestro sistema cognitivo se ha adaptado a la situaci¨®n porque hemos vivido con la covid-19 varios meses. En esta segunda ola el impacto de una noticia tan bestial ya no est¨¢¡±, afirma Timanfaya Hern¨¢ndez, psic¨®loga sanitaria y forense y vicesecretaria del Colegio de Psic¨®logos de Madrid. Seg¨²n sostiene, los sentimientos de apat¨ªa y desesperanza actuales responden a las inc¨®gnitas que plantea el futuro y a no ver un fin claro a la situaci¨®n, pero ¡°no son ni mejores ni peores, sino diferentes¡±. Por su parte Jos¨¦ Miguel Gil, psic¨®logo y coach, s¨ª considera que esta segunda ola de la pandemia puede ser m¨¢s complicada de tolerar si le sumamos todo el cansancio acumulado. ¡°Es como revivir una pesadilla. La primera ola nos pill¨® de sorpresa y no sab¨ªamos muy bien a qu¨¦ nos enfrent¨¢bamos, pero, ahora que ya lo sabemos, nos cuesta m¨¢s¡±, expone.
En las redes, cada vez son m¨¢s los que comparten su pesadumbre ante tener que acatar nuevas medidas de restricci¨®n. ¡°El primer confinamiento lo pas¨¦ sin mucho problema, pero el simple hecho de pensar que puede haber un segundo me llena de ansiedad¡±, evoca la tuitera @jesuisstyles con unas palabras que podr¨ªan ser espejo de lo que est¨¢ pasando en las casas de millones de espa?oles. Carlos Losada, psic¨®logo cl¨ªnico y portavoz de la Asociaci¨®n Nacional de Psic¨®logos Cl¨ªnicos y Residentes, ya avis¨® en Cinco D¨ªas que estiman que los nuevos casos de depresi¨®n, ansiedad, insomnio y otros trastornos mentales aumenten un 20% en nuestro pa¨ªs.
Los expertos confirman el repunte de consultas de pacientes con s¨ªntomas de ansiedad o estr¨¦s a medida que los rebrotes del virus comenzaron de nuevo a multiplicarse en nuestro pa¨ªs. ¡°Hemos de entender que nos enfrentamos a un escenario en el que no nos pod¨ªamos imaginar ni por asomo que podr¨ªamos vivir¡±, a?ade Gil. La pandemia ha actuado como un extensor del miedo en personas que ya padec¨ªan alguna base como hipocondr¨ªas o patolog¨ªas obsesivas, apunta Hern¨¢ndez, que reconoce que ¡°hay un porcentaje importante de pacientes que est¨¢n desarrollando miedo al contacto con los dem¨¢s, incluso gente joven¡±.
Otro de los aspectos que m¨¢s est¨¢ influyendo a la hora de crear y agravar este ambiente de desasosiego generalizado es el enfrentamiento pol¨ªtico y la cantidad de mensajes contradictorios y/o esc¨¦pticos que recibimos como consecuencia. ¡°Esta sensaci¨®n de falta de gesti¨®n de la crisis sanitaria por parte de los responsables provoca que no se vea una salida clara a la situaci¨®n¡±, confirma el coach. El testimonio de la creativa publicitaria que daba comienzo a estas l¨ªneas corrobora la sensaci¨®n: ¡°Antes pensaba, ¡®Ser¨¢n dos o tres meses y despu¨¦s podremos volver a una relativa normalidad¡¯. Ahora, viendo que al salir a la calle todo ha empeorado, la sensaci¨®n de incertidumbre es peor. ?Cu¨¢ndo podremos retomar nuestras vidas? Es la pregunta que no deja de perseguirme¡±.
Esa incertidumbre, unida a la inseguridad laboral y econ¨®mica y a la mochila de desaz¨®n que arrastramos desde el mes de marzo, convierte la mezcla en una ¡°carrera de fondo emocional¡± de la que es dif¨ªcil no salir desfondado. ¡°Estamos todos cansados, hartos, desanimados¡ lo raro ser¨ªa no estarlo. Pero es importante recalcar que esto no es una patolog¨ªa mental. Hay quienes tienen ciertos s¨ªntomas de depresi¨®n o ansiedad, pero ni teni¨¦ndolos significa que vayamos a desarrollar una patolog¨ªa¡±, apunta Hern¨¢ndez, codirectora del centro Globaltya.
Ante lo que se intuye como un oto?o m¨¢s triste de su ya de por s¨ª buc¨®lico historial, una ¨®ptima gesti¨®n emocional de la situaci¨®n se presume como fundamental para que nuestro estado de ¨¢nimo no se resienta demasiado. Pero, ?valen las mismas pautas que utilizamos en la primera ¨Cla producci¨®n de bizcochos y retos virales debe tener un l¨ªmite¨C o al ser un acontecimiento por el que ya hemos pasado deber¨ªamos cambiar ciertos h¨¢bitos? ¡°Es importante recordarnos que esto tiene un fin objetivo, que es salvar vidas. Vamos a vivir en el ahora, porque no ayuda proyectar continuamente pensamientos negativos¡±, opina la psic¨®loga, que sostiene que relativizar y ser tolerantes es el mejor truco que podemos poner en pr¨¢ctica para sobrellevar la situaci¨®n.
De nada sirve, por tanto, angustiarnos en octubre por las futuras cenas navide?as o por la hipot¨¦tica celebraci¨®n o no de la Cabalgata de Reyes: ¡°Hay que ense?ar a la sociedad a mirar a lo que s¨ª tenemos, m¨¢s que estar siempre en la falta¡±, concluye Timanfaya Hern¨¢ndez. Jos¨¦ Miguel Gil coincide con su compa?era, alegando aqu¨ª por tener la vista puesta en el presente y evitar una sobreexposici¨®n informativa: ¡°Te encuentras personas que ¡®objetivamente¡¯ no tienen problemas, pero se encuentran sumidas en un estado de ¡®ansiedad¡¯ y ¡®estr¨¦s¡¯ que, cuando lo debates y lo analizas con ellas, se dan cuenta de que ¡®tampoco est¨¢n tan mal¡±.
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