Cuatro pijas privilegiadas: el enigma de por qu¨¦ ¡®Sexo en Nueva York¡¯ sigue hipnotizando dos d¨¦cadas despu¨¦s
¡®And just like that¡¡¯, la secuela de la serie, se estrenar¨¢ el pr¨®ximo mes de diciembre. No estar¨¢n ni Kim Cattrall ni Patricia Field, responsable del armario original, pero nada consigue frenar la expectaci¨®n. Ni siquiera que la f¨®rmula parezca extinguida hoy.
Que si Carrie Bradshaw se ha puesto un vestido low cost. Que no, que no era low cost. Que por qu¨¦ no se puede poner Carrie Bradshaw un vestido low cost. Que qu¨¦ se deber¨ªa poner Carrie Bradshaw a los cincuenta a?os. Qu¨¦ se pone realmente Carrie Bradshaw a los cincuenta a?os. Que lo que se pone ya se lo hab¨ªa puesto¡ En los ¨²ltimos meses los titulares sobre la protagonista de Sexo en Nueva York han inundado la web y el p¨²blico ha contestado con clics. Muchos. El armario de la mujer que demostr¨® que el tut¨² cuenta como vestido interesa. Pero tambi¨¦n qu¨¦ ha sido de su vida.
El pasado mes de enero HBO Max confirmaba nueva secuela en la saga que ya cuenta con una serie de seis temporadas y dos pel¨ªculas. Ser¨¢n, en principio, diez nuevos episodios de media hora que llevar¨¢n por t¨ªtulo And just like that¡ y en los que no aparecer¨¢ Samantha Jones (a la que daba vida la actriz Kim Cattrall). La nueva serie se estrenar¨¢ el pr¨®ximo mes de diciembre y contar¨¢ las andanzas de las neoyorquinas, que ahora navegan la cincuentena. El rodaje est¨¢ a punto de terminar, tras convertirse en obsesi¨®n estival de internet, evidenciando que el poder de Carrie (Sarah Jessica Parker) como gancho clickbait o ciberanzuelo sigue siendo imbatible.
Hab¨ªa dudas m¨¢s que razonables. La columnista que se paseaba por Manhattan sobre los ocho cent¨ªmetros de tac¨®n de sus Manolos estaba ya llena de contradicciones en los a?os noventa, cuando comenz¨® sus aventuras en la peque?a pantalla. Pero esas paradojas ahora son a¨²n m¨¢s evidentes y han hecho que muchos se?alen que la historia de estas cuatro mujeres blancas privilegiadas es ya un formato caduco. As¨ª lo expresaba hace unas semanas en Financial Times la cr¨ªtica de moda Jo Ellison: ¡°Es un drama de casi 25 a?os sobre cuatro mujeres blancas de privilegio excepcional, concebidas a la sombra de las Torres Gemelas en un momento en el que el deseo se expresa, casi exclusivamente, en impulsos heterosexuales de lujuria no emancipada¡±.
La ¨²ltima actualizaci¨®n sobre las vidas de las amigas, la segunda pel¨ªcula, lleg¨® a los cines en 2010. Han pasado 11 a?os en los que el mundo ha reescrito su guion en aspectos centrales como el g¨¦nero, la igualdad, la raza o la clase. La democratizaci¨®n (y polarizaci¨®n) v¨ªa redes sociales y el empuje de movimientos como el Metoo o el Black Lives Matter han transformado completamente el panorama. Y a¨²n as¨ª la vida de la vieja Carrie sigue cautivando, entre la gula y el sonrojo, no se puede dejar de mirar. ¡°He visto siempre la serie con condescendencia y gran afecto: la tentadora mezcla de moda, amistad femenina y transparencia emocional es un elixir que todav¨ªa tiene el poder de seducir¡±, a?ad¨ªa Ellison.
¡°Creo que Sexo en Nueva York es una serie que trascendi¨® la ficci¨®n¡±, observa la periodista Natalia Marcos, especialista en televisi¨®n en este peri¨®dico. ¡°Televisivamente, fue revolucionaria, ayud¨® a situar en el mapa a HBO y fue pionera en muchos sentidos, rompiendo tab¨²es y empezando a acostumbrarnos a otro tipo de series. Pero su influencia no se qued¨® en la televisi¨®n, salt¨® a otros aspectos como la moda. El culebr¨®n fuera de la c¨¢mara con las supuestas rivalidades entre actrices tambi¨¦n ayuda a alimentar la expectaci¨®n. La serie fue un hito televisivo y sus personajes se han convertido en iconos que todav¨ªa permanecen vivos en la cultura popular¡±.
Iconos como esos Manolos que calzaban (y siguen calzando, porque el utilitarismo no va con Carrie) o como tantas prendas y accesorios que las seis temporadas catapultaron al estrellato de fama y, sobre todo, ventas. El vestido peri¨®dico de John Galliano, el collar con el nombre de Carrie o la Baguette de Fendi, ese bolso que fue bautizado como el primer it bag. Precisamente las b¨²squedas de este modelo crecieron un 45% tras aparecer Parker con ¨¦l en el rodaje el pasado mes de julio, seg¨²n la plataforma Lyst. La moda fue crucial para la serie y la serie fue crucial para la moda inaugurando una provechosa relaci¨®n que hoy se mantiene m¨¢s estable que nunca. Quiz¨¢ esto explique la aflicci¨®n del fandom al saber que la estilista original de Sexo en Nueva York, Patricia Field, no estar¨¢ en And just like that¡ Seg¨²n cont¨® ella misma en WWD, ¡°la raz¨®n principal fue un conflicto temporal¡±, porque se encontraba en Par¨ªs trabajando en la segunda temporada de Emily en Par¨ªs. Justo en esa serie de Netflix que tambi¨¦n se etiquet¨® como caduca tras su estreno hace un a?o, pero que se convirti¨® r¨¢pidamente en una de las m¨¢s vistas. A Carrie le vestir¨¢ una ayudante de Field: ¡°Les dije que llamaran a mi muy querida amiga Molly Rogers, que tambi¨¦n trabajaba en mi tienda en su d¨ªa. Ella hizo Sexo en Nueva York conmigo, sabe lo que est¨¢ haciendo. Mi carnet de baile estaba lleno¡±.
Su papel revolucionario y la moda ayudan a explicar el renacido furor. Pero queda quiz¨¢ el principal argumento. ¡°Todo eso, y el factor nost¨¢lgico del que tanto se est¨¢ alimentando la televisi¨®n ¨²ltimamente¡±, a?ade Marcos. ¡°No es la primera vez que pasa ni ser¨¢ la ¨²ltima, algo parecido ocurri¨® con el regreso de Expediente X o de Las chicas Gilmore, con el reencuentro de Friends y con la vuelta de Dexter este oto?o. Fueron series que supieron calar en su p¨²blico y crear una relaci¨®n especial¡±.
Esa nostalgia es uno de los argumentos de ventas m¨¢s potentes de los ¨²ltimos tiempos. Y sirve tanto para colocar un perfume, como un producto televisivo. En un mundo cada vez m¨¢s incierto, el pasado reconforta. ¡°El uso de la nostalgia como estrategia de marketing aumenta r¨¢pidamente¡±, dicen desde WGSN, ¡°ofrece consuelo en la pandemia y es alimentada en las redes sociales¡±. Seg¨²n la consultora, en junio las publicaciones con alg¨²n tema nost¨¢lgico hab¨ªan crecido un 18% con respecto a los 12 meses anteriores.
No cabe duda de que el regreso de Carrie, Miranda y Charlotte est¨¢ muy bien orquestado. Internet abre los brazos, pero alguien empuja a las chicas hacia ellos con una estrategia de comunicaci¨®n que de momento ha conseguido que aparezcan casi a diario en los medios. ?Servir¨¢ todo ello para espabilar a los espectadores, aletargados entre tantos t¨ªtulos nuevos cada semana? Solo queda saber el d¨ªa del estreno, en diciembre, y si se cumplir¨¢n las expectativas.
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