Somos las decisiones que tomamos: ?c¨®mo controlar nuestras emociones para no equivocarnos?

??En qu¨¦ estar¨ªa pensando??. Cu¨¢ntas veces habremos pronunciado esta frase al encontrarnos con una foto del pasado o recordar algo que hicimos. Y cu¨¢ntas veces habremos vuelto sobre nuestros pasos para repasarlos, con todo lujo de detalles y no sin cierto arrepentimiento, y tratar de averiguar los motivos que nos llevaron hasta aqu¨ª. Porque no solo somos las decisiones que tomamos, como se suele decir, sino el resultado de todas esas emociones que nos hicieron elegir un camino u otro. Y si la elecci¨®n m¨¢s nimia puede cambiar nuestra vida para siempre, ?no estar¨ªa bien poder adelantarse a la meta o planificar el objetivo final?

No hay nada m¨¢s personal que la toma de decisiones. De ah¨ª que a la hora de deliberar influya tanto el momento en el que nos encontramos y las emociones que sentimos. Cuando a la ecuaci¨®n se le a?ade adem¨¢s el factor econ¨®mico, nuestros miedos, deseos o sentimientos juegan un papel determinante. Incluso pueden dificultarnos la resoluci¨®n. Seg¨²n el neur¨®logo Pedro Bermejo, doctor en neurociencias y especialista en biolog¨ªa del comportamiento, ?ante una gran p¨¦rdida econ¨®mica con un componente sentimental, como un proyecto profesional o negocio fallido en el que ha habido mucha implicaci¨®n y esfuerzo, una mujer recordar¨¢ mucho m¨¢s esa p¨¦rdida?. Lo que significa, en otras palabras, que se volver¨¢ m¨¢s conservadora a la hora de asumir riesgos.

La econom¨ªa conductual precisamente analiza la vinculaci¨®n entre el comportamiento individual y las decisiones financieras. Para los Nobel de Econom¨ªa Daniel Kahneman y Richard Thaler, m¨¢ximos exponentes en este campo, una persona no act¨²a de forma totalmente racional, hay sesgos o trampas que nos tiende nuestra mente y que pueden hacer cometamos errores. En su libro m¨¢s popular, Pensar r¨¢pido, pensar despacio, Kahneman diferencia entre dos sistemas cognitivos: el intuitivo, que esconde nuestras ilusiones o temores, con el que tomamos la mayor¨ªa de decisiones; y el racional, que se encarga de analizar las intuiciones del primero para tomar decisiones en base a ellas. Para el experto, ambos sistemas se necesitan, pero a menudo presentan dificultades para encontrar el equilibrio.

Debemos aprender a gestionar nuestras emociones y evitar comportamientos que puedan da?ar nuestra estabilidad econ¨®mica, y para ello, la figura de un profesional de las finanzas resulta imprescindible. ?D¨¦jate aconsejar bien?, le recomienda la actriz Lola Due?as a su yo del pasado en Te lo digo a m¨ª, el Ciclo Financiero de la Vida, la ¨²ltima campa?a de Banco Mediolanum. La entidad bancaria incide en su cortometraje en la importancia de la previsi¨®n y la anticipaci¨®n a la hora de tomar decisiones y, sobre todo, en la necesidad de apoyarse en un experto, un profesional que nos gu¨ªe en cada etapa, para alcanzar todo aquello que nos proponemos.

Con este objetivo en mente, Banco Mediolanum pone a disposici¨®n de sus clientes un Family Banker, un experto de confianza que acompa?a a cada uno de ellos a lo largo del Ciclo Financiero de su vida. A trav¨¦s de distintas plataformas (tel¨¦fono, videollamada, mensajes, etc), este?coach financiero?escucha, atiende y decide en funci¨®n de las emociones y etapas vitales de cada uno de sus clientes. De hecho, durante el pasado mes de marzo, cuando se declar¨® el estado de alarma, las interacciones de los usuarios con la entidad incrementaron en un 87% respecto al mismo mes del a?o anterior. Porque cuando se trata de nuestros ahorros o inversiones, hay mucho esfuerzo, sacrificio e ilusiones que preservar.