As¨ª es Sunisa Lee, la heredera de Simone Biles, que se enfrent¨® al machismo para ser campeona ol¨ªmpica

Si las decenas de art¨ªculos en revistas que nada tienen que ver con la prensa deportiva no fueran suficiente prueba de la ¡°obsesi¨®n¡± ¨Ccomo afirma The Independent¨C medi¨¢tica por Sunisa Lee, basta echar un vistazo a algo tan generaci¨®n Z como ella misma: la evoluci¨®n de su influencia digital. En apenas una semana, Lee ha triplicado su n¨²mero de seguidores en Instagram hasta llegar al mill¨®n trescientos mil y ha cambiado hasta en dos ocasiones la descripci¨®n en su perfil de la red social: del ¡®ganadora de una plata ol¨ªmpica¡¯ al actual ¡®ganadora de un oro ol¨ªmpico¡¯. En TikTok, que est¨¢ demostrando en estos Juegos ser la app bandera del cambio generacional representado por los propios competidores, ha pasado de los 150.000 seguidores a superar el mill¨®n gracias a las coreograf¨ªas protagonizadas por una de las grandes estrellas de Tokio 2020.

Con tan solo 18 a?os, la que fuera admiradora y luego compa?era de la gran Simone Biles se ha convertido ahora tambi¨¦n en su heredera como reina de la gimnasia gracias a las tres preseas conseguidas en Tokio, entre las que destaca un imponente oro en la final individual femenina. ¡°Enhorabuena, princesa, lo has bordado. Campeona ol¨ªmpica, estoy m¨¢s que orgullosa de ti¡±, fue la felicitaci¨®n que le dedic¨® Biles, a priori gran favorita en la categor¨ªa y que decidi¨® retirarse de la competici¨®n para proteger su salud mental dando pie a uno de los episodios m¨¢s comentados del ¨²ltimo mes.

Las medallas ol¨ªmpicas suponen ahora la confirmaci¨®n de una proyecci¨®n mete¨®rica y que ha estado a punto de irse al traste en diferentes ocasiones, m¨¢s all¨¢ de las lesiones, acumulando la joven un historial de reveses especialmente tr¨¢gicos. En 2019, apenas unos d¨ªas antes de su participaci¨®n en los campeonatos nacionales que la elevaron de promesa a realidad, su padre, John Lee, se qued¨® paral¨ªtico al caerse de una escalera mientras podaba un ¨¢rbol. ¡°No quer¨ªa competir porque cre¨ªa que se iba a morir cuando estaba en el hospital. ?l me dijo que fuera, que eso era lo que ¨¦l quer¨ªa. As¨ª que lo hice. Ahora me doy cuenta de que si ¨¦l no me hubiera empujado a hacerlo, no estar¨ªa en la situaci¨®n en la que estoy ahora¡±, reflexionaba la gimnasta en The New York Times, que ha declarado que estuvo muy cerca de la retirada. Aunque John Lee no es su padre biol¨®gico, Sunisa quiso competir bajo el apellido de su padrastro, que ¡°sacrific¨® todo¡± para que ella triunfara en la disciplina. Unos meses despu¨¦s, el coronavirus se llev¨® la vida de dos de sus familiares m¨¢s cercanos, su t¨ªo y su t¨ªa, con quienes pas¨® buena parte de su infancia. Su ¨²ltimo adi¨®s fue a trav¨¦s de una videollamada de Zoom.

Lee se ha convertido tambi¨¦n en la primera estadounidense perteneciente a la etnia n¨®mada hmong, originaria del sudeste asi¨¢tico, en ganar una medalla en los Juegos. Sus padres llegaron en la d¨¦cada de los 70 a la ciudad de Saint Paul, en el estado de Minnesota, huyendo de Laos, pa¨ªs en el que tras la guerra de Vietnam los hmong fueron tratados como ciudadanos de tercera. La ciudad cuenta con la mayor comunidad de la tribu en Estados Unidos ¨Cconformada por cerca de 70.000 personas, la mayor¨ªa refugiados¨C, y durante d¨¦cadas han sido v¨ªctimas de la pobreza ¨Cel 60% pertenecen a la clase baja¨C y de un racismo sistem¨¢tico denunciado por la propia gimnasta. Una situaci¨®n agravada desde mayo de 2020 por el asesinato en Minneapolis de George Floyd a manos del polic¨ªa Derek Chauvin, condenado a 22 a?os y medio de c¨¢rcel. La que fuera esposa del agente, Kellie Chauvin, que solicit¨® el divorcio tras conocerse los hechos, es hmong y tambi¨¦n hab¨ªa llegado a la ciudad como refugiada. As¨ª como otro de los polic¨ªas presentes en la escena del crimen, Tou Thao, que ir¨¢ a juicio en marzo de 2022 por colaborar y ser c¨®mplice del delito de homicidio involuntario.

Esta vinculaci¨®n con el caso provoc¨® que varios establecimientos de propietarios hmong fueran vandalizados durante las noches de disturbios y protestas que tuvieron lugar en la ciudad durante los d¨ªas posteriores, e incluso se allanaran algunas viviendas. Una situaci¨®n calificada de ¡°terror¨ªfica¡± por la familia de Lee y que la atleta lament¨® por la p¨¦rdida de lo conseguido hasta la fecha: ¡°Estaba intentando hacer a la comunidad hmong m¨¢s conocida. Tras lo sucedido, sent¨ª que era un retroceso¡±, aleg¨® en la edici¨®n estadounidense de Elle. ¡°La gente nos odia sin ninguna raz¨®n. Ser¨ªa genial mostrarles que somos mucho m¨¢s de lo que dicen¡±.

Buena parte de la comunidad hmong de Minnesota se congreg¨® junto a la familia de Lee, luciendo camisetas con el eslogan Team Suni (Equipo Suni), para ser testigos junto a ellos del logro hist¨®rico de la joven. Demostrando una vez la capacidad integradora del deporte ¨Cy, sobre todo, de los oros ol¨ªmpicos¨C, las autoridades ya no solo hacen suyos sus ¨¦xitos, sino que el gobernador Tim Walz se apresur¨® a anunciar que, para conmemorar la medalla, el 31 de julio ser¨¢ conocido a partir de entonces como el ¡®d¨ªa de Sunisa Lee¡¯ en el Estado. Un hito que va m¨¢s all¨¢ de lo puramente deportivo para romper con prejuicios hist¨®ricos en una comunidad tradicionalmente machista que no ofrece a las mujeres las mismas opciones que a los hijos varones. ¡°Durante d¨¦cadas, la narrativa ha sido que una ¡°buena¡± hija no deber¨ªa alejarse demasiado de casa, y la presi¨®n para corresponder a estas expectativas suele ser abrumadora. As¨ª que para las mujeres y ni?as hmong de todas las generaciones, la victoria de Lee sirve como un recordatorio de lo que se puede conseguir si se explota todo el potencial¡±, escribe la periodista Angela Vang en la revista Time, recordando c¨®mo, por lo general, a las adolescentes no se les permite ni practicar deporte ni cualquier otra actividad extraescolar.

Adem¨¢s de por su talento y aptitudes gimn¨¢sticas, el discurso, carisma y estilo de Lee le ha servido para dar la vuelta a la situaci¨®n y conquistar tambi¨¦n a las cabeceras de moda y tendencias, que ya la alzan como pr¨®ximo icono generacional pese a que ni siquiera ha cursado su primer a?o como universitaria. No pasaron desapercibidas, por ejemplo, las pesta?as postizas o la manicura que luci¨® para ganar el oro, apostando por unas extensiones de acr¨ªlico decoradas con los aros ol¨ªmpicos que le regal¨® un sal¨®n ¨Cregentado tambi¨¦n por descendientes hmong¨C en su ciudad natal como amuleto de la suerte. ¡°Nosotros quer¨ªamos que se sintiera querida antes de marcharse a Tokio. Cuando vimos las im¨¢genes dijimos, ?esas son nuestras u?as!¡±, declar¨® la due?a del local, Amy Vang, a Fox. Un nail art que despert¨® la admiraci¨®n de decenas de seguidores en las redes sociales, entre los que se encontraban actrices tan conocidas como Reese Witherspoon o Kerry Washington.

Si algo ha dejado claro Sunisa Lee es que el peso de la presi¨®n y las expectativas de todo un pa¨ªs no van a hacer mella en su rumbo profesional o autoestima. ¡°Nosotros no le debemos nada a nadie. No te debemos una medalla de oro, t¨² no eres el que est¨¢ ah¨ª compitiendo¡±, confes¨® en una rueda de prensa en Tokio como respuesta a una pregunta sobre la situaci¨®n de su compa?era Simone Biles. Un legado incomparable que, tanto dentro como fuera del estadio, parece estar en las mejores manos. Si la reina ha muerto, que est¨¢ por ver, larga vida a la reina.