?Super Bowl? S¨²per Beyonc¨¦
Sin pol¨¦micos playblacks y con la reuni¨®n estelar de las Destiny¡¯s Child, la cantante arras¨® con un show rendido a su figura.
Nadie ense?¨® un pez¨®n, tampoco se dieron gestos obscenos frente a la c¨¢mara y se demostr¨® que los playbacks s¨®lo los deja para las tomas de posesi¨®n de Obama. ?Qui¨¦n necesita pol¨¦micas si la protagonista es Beyonc¨¦? La cantante firm¨® anoche uno de los mayores (solipsistas) espect¨¢culos que se hayan visto en el descanso de la Super Bowl. Porque s¨ª, reuni¨® de nuevo a las Destiny¡¯s Child y se dej¨® acompa?ar por las bailarinas de su compa?¨ªa y su banda femenina, pero si algo remarc¨® en los doce minutos de concierto que ofreci¨® en el superdome de Nueva Orleans es que la reina, diva y ¨²nica gal¨¢ctica del pop femenino se llama, repitan conmigo, Be-yon-c¨¦. Por algo Twitter se olvid¨® del deporte y decidi¨® apadrinar al evento con el hashtag #BeyBowl y por algo se fundieron los plomos del estadio y lleg¨® la oscuridad tras su actuaci¨®n. De poco val¨ªa ya el juego, Beyonc¨¦ era la ganadora.
Qu¨¦ m¨¢s daba que Alicia Keys hubiese sido la elegida para entonar el himno de EE UU y que Jennifer Hudson y un coro de ni?os del colegio donde se vivi¨® la masacre de Sandy cantasen America the beautiful. Los planes de dominaci¨®n mundial de la cantante pasaron al siguiente nivel frente a los 76.468 espectadores que abarrotaron el estadio, a otros tantos millones de televidentes repartidos por el globo (el show de Madonna de 2012 fue seguido por 112 millones de espectadores) y frente a la mirada atenta de su marido, Jay Z, que permaneci¨® en un requerido segundo plano en uno de los palcos vip del estadio.
Beyonc¨¦ entr¨® en escena pocos minutos despu¨¦s de las dos de la madrugada (hora espa?ola). Hordas de fans acababan de asaltar el c¨¦sped del estadio, donde una silueta gigante en llamas y dos perfiles sim¨¦tricos de la cantante que se un¨ªan emulando el efecto ¨®ptico del jarr¨®n de Rubin ya nos anticipaban que este show no trataba de rodearse de otras estrellas para adornar al espect¨¢culo. No. La dictadura de Beyonc¨¦ sigui¨® un meticuloso plan para que sus movimientos de cadera, su pelazo, y su sugerente body de cuero negro firmado por Rubin Singer (acompa?ado de una chaqueta motera y una falda de chantilly que necesitaron 200 horas de trabajo a cargo de 14 costureras) reafirmasen el dec¨¢logo del Beyoncismo.
Kelly Rowland y Michelle Williams rememoraron los temas ¡®Bootylicious¡¯, ¡®Independent Woman¡¯ y acompa?aron a la cantante con ¡®Single Ladies¡¯.
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Un absolutismo rendido a su figura, sus movimientos y su poder¨ªo vocal que se inici¨® con los temas Love on top, Crazy in Love, End of Time y Baby Boy (durante esta parte de la actuaci¨®n rescat¨® las pantallas de LED del show que protagoniz¨® en los premios Billboard de 2011)? y que sigui¨® reinando pese a la entrada en escena de sus ex compa?eras de banda, Destiny¡¯s Child.
Con Kelly Rowland y Michelle Williams sobre el escenario, el tr¨ªo enton¨® Bootylicious e Independent Woman y demostr¨® su compenetraci¨®n al son del Single Ladies, el hit por excelencia de Beyonc¨¦. Pero no olvidemos que el rescate de las Destiny¡¯s Child era s¨®lo un gui?o del Beyoncismo. La diva cerr¨® el show haciendo lo que m¨¢s le gusta, desga?itarse arrodillada y arropada por el amor de sus fans. Qu¨¦ mejor tema para hacerlo que con Halo.
Si hace nueve a?os una t¨ªmida Beyonc¨¦ se encarg¨® de entonar el himno de la Super Bowl, anoche la cantante cerr¨® un ciclo con una actuaci¨®n que quiz¨¢ no cont¨® con el entretenimiento y sorpresas que s¨ª ofreci¨® Madonna; pero aport¨® todo lo que la gal¨¢ctica del pop quer¨ªa: demostrar que en la corona del pop femenino est¨¢ escrito su nombre.
El ¡®total look¡¯ en negro estaba firmado por el dise?ador Ruby Singer, uno de las favoritas de Heidi Klum o Lucy Liu.
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La actuaci¨®n de la cantante tampoco dej¨® atr¨¢s un cl¨¢sico de todos sus shows: demostrar cercan¨ªa con el p¨²blico.
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El escenario estaba inspirado en el efecto ¨®ptico de fondo y figura del ¡®jarr¨®n de Rubin¡¯, s¨®lo que esta vez con el perfil de Beyonc¨¦
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C¨®mo conseguir llenar el superdome de Nueva Orleans con cientos de ¡®Beyonc¨¦s¡¯: a?ade el efecto caleidoscopio a las pantallas de LED que emergen del escenario
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