Un sastre al borde de la ruina que trata de subsistir como modisto ambulante por las calles de Atenas: la conmovedora historia de ¡®Tailor¡¯
La cineasta griega Sonia Liza Kenterman presenta en nuestro pa¨ªs su ¨®pera prima, una tragicomedia sobre un sastre que trata de salvar su oficio de la extinci¨®n en plena crisis econ¨®mica. Con ella hablamos sobre el poder de la moda, los traumas de una generaci¨®n y su admiraci¨®n por Alexander McQueen.
La fascinaci¨®n de Sonia Liza Kenterman por el cine comenz¨® cuando apenas ten¨ªa 13 a?os y era incapaz de disimular la curiosidad por saber qu¨¦ conten¨ªan las decenas de cajas de v¨ªdeo VHS que decoraban las estanter¨ªas del sal¨®n de su casa familiar. Seducida ¨²nicamente por la belleza de su car¨¢tula, una tarde reprodujo la cinta de Tres colores: Azul, de Kieslowski, y su vida cambi¨® para siempre. ¡°No s¨¦ si entend¨ªa mucho de lo que estaba pasando, pero era la cosa m¨¢s m¨¢gica que hab¨ªa visto¡±, explica. Ahora, aquella joven que hizo de la magia su profesi¨®n, acaba de estrenar en nuestro pa¨ªs su ¨®pera prima, Tailor (El sastre), una tragicomedia sobre la supervivencia personal y profesional con la crisis econ¨®mica griega como contexto y el mundo de la moda como escenario.
El filme cuenta la historia de reinvenci¨®n de Nikos, un sastre al borde de la ruina que trata de subsistir como modisto ambulante por las calles de Atenas, con una precaria furgoneta como taller improvisado. Un adulto con alma de ni?o inspirado en la tradici¨®n de los Buster Keaton o Jacques Tati, introvertido e inadaptado, que no hace sino canalizar el anacronismo de un oficio en peligro de extinci¨®n. ¡°Elegimos un sastre como protagonista porque la inversi¨®n de tiempo y de atenci¨®n al detalle que debe realizar se ha quedado anticuada en el mundo moderno. En cada puntada necesita estar solo, en silencio y concentrado, y la sociedad va a un ritmo mucho m¨¢s r¨¢pido¡±, reconoce la responsable de la pel¨ªcula, seleccionada en decenas de festivales a lo largo del mundo.
Una producci¨®n que no solo est¨¢ dirigida y escrita por mujeres (Tracy Sunderland es la coguionista), sino que tambi¨¦n cuenta con cuatro mujeres como productoras. Un hito del que se enorgullece su directora, que corrobora que gracias al apoyo ofrecido por ellas consigui¨® evitar ¡°los momentos de fragilidad¡± en su primera oportunidad al frente de un largometraje. ¡°Me considero muy afortunada porque he visto a otras compa?eras tener que luchar mucho por s¨ª mismas. A veces me pregunto por qu¨¦ seguimos obligando a las mujeres a tener que demostrar su val¨ªa en una sociedad que ya se ha evidenciado que est¨¢ desequilibrada y defectuosa¡±.
La cineasta considera que pertenece a una generaci¨®n ¡°traumada¡± por una crisis econ¨®mica que, en Grecia, al igual que en Espa?a, sigue dejando notar sus secuelas. ¡°A los que nos convertimos en adultos durante la crisis nos arrebataron la posibilidad de so?ar. Daba igual lo mucho que luch¨¢ramos, los l¨ªmites estaban claros. Lo m¨¢s terrible es que el optimismo ahora no parece una opci¨®n, y eso es muy peligroso¡±, a?ade. De la misma forma que Nikos se aferra a la aguja y al hilo para salvar su oficio, en palabras de la ateniense solo ¡°el arte y la creatividad¡± puede hacernos derrumbar de una vez por todas los muros levantados por la crisis financiera.
El estreno ahora de Tailor supone tambi¨¦n una nueva prueba de que el mundo de la moda se ha convertido en uno de los manantiales creativos m¨¢s aprovechados en la actualidad por el cine y la televisi¨®n. Las recientes La casa Gucci, El hilo invisible, Halston y El asesinato de Gianni Versace se ver¨¢n acompa?adas en los pr¨®ximos meses por adaptaciones de la obra y milagros de mitos como Coco Chanel, Christian Dior o Crist¨®bal Balenciaga. En el caso de Kenterman, su pasi¨®n por esta industria tambi¨¦n arranca desde la ni?ez, recortando, como tantas otras contempor¨¢neas, sus prendas favoritas de las revistas de moda para hacer collages con ellas. En el filme, la moda se erige en una suerte de clavo ardiendo para que los personajes mantengan firme su dignidad sin importar lo muy vapuleados que est¨¦n por una realidad de extrema necesidad. ¡°El poder de la moda se basa en que es un manifiesto art¨ªstico que realizamos de manera rutinaria. Todos los d¨ªas elegimos c¨®mo nos vestimos, y esa una declaraci¨®n personal sobre c¨®mo nos presentamos a la sociedad y al mundo¡±.
Cuestionada a este respecto, la ateniense tiene claro qu¨¦ gran epopeya o hagiograf¨ªa de la industria de la moda le gustar¨ªa adaptar a la gran pantalla. ¡°Me encantar¨ªa hacer una pel¨ªcula sobre Alexander McQueen¡±, sostiene, confesando su embelesamiento por el documental estrenado en 2018 sobre el dise?ador y que Kenterman acudi¨® a ver durante uno de los descansos del rodaje de su ¨®pera prima. ¡°El viaje personal y profesional que sigui¨® fue extraordinario. Ven¨ªa de la familia m¨¢s humilde y ten¨ªa la educaci¨®n m¨¢s b¨¢sica que puedas imaginar, y cre¨® todo su mundo en su propia cabeza¡±, concluye, atrevi¨¦ndose a esbozar ya el gran conflicto dram¨¢tico de su hipot¨¦tica aproximaci¨®n a la figura del brit¨¢nico. ¡°Su historia es la m¨¢s tr¨¢gica porque la fuente de su arte proced¨ªa de su madre. Por eso se suicid¨®, porque no pod¨ªa soportar tener que continuar su carrera sin ella¡±, explica sobre el triste final del modisto brit¨¢nico solo unos d¨ªas despu¨¦s del fallecimiento de su progenitora. ¡°Habr¨¢ que buscar financiaci¨®n¡¡±, a?ade la realizadora esbozando una sonrisa.
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