¡®Red¡¯: Pixar rompe el tab¨² de la menstruaci¨®n y algunos cr¨ªticos muestran absoluta incomprensi¨®n
La pel¨ªcula, la primera del estudio dirigida, escrita y producida por mujeres, da con una ingeniosa met¨¢fora sobre la pubertad
¡°No es solo que no me haya gustado, es que encontr¨¦ esta pel¨ªcula profundamente enajenante. Hay muchas cosas que te echan para atr¨¢s¡±, dice el youtuber Sean Chandler, que tiene un canal de rese?as de pel¨ªculas. Vaya, ?a qu¨¦ se referir¨ªa este comunicador de 40 a?os, que lleva la gorra hacia atr¨¢s y es fan de Marvel y de Pixar, pero no de Red ¨Cdesde luego no es fan de Red¨C la ¨²ltima pel¨ªcula del estudio de animaci¨®n?, ?qu¨¦ habr¨¢ podido disgustarle de una pel¨ªcula inici¨¢tica sobre una chica de Toronto que a veces se convierte en panda rojo? En los 22 minutos que dura su videorese?a, Chandler no llega a decirlo por su nombre. ¡°La pel¨ªcula es solo para gente muy espec¨ªfica, solo gente muy concreta puede identificarse con ella¡±, cree. ¡°Puede ser un poco inc¨®moda¡±, insiste. ¡°Es una de las pel¨ªculas m¨¢s raras de Pixar¡±, lamenta Chandler, verdaderamente ofendido por lo que ha hecho su estudio de cabecera, el que le dio Cars y Toy Story.
He aqu¨ª la experiencia que Chandler encuentra rara, alienante e inc¨®moda: a la protagonista de la pel¨ªcula, Meilin, Mei Mei para la familia, le viene la regla.
La directora, Domee Shi, y la coguionista, Julia Cho, han dado con una met¨¢fora muy certera para describir la experiencia de ciencia ficci¨®n que es pasar de ser ni?a (o ni?o) a adolescente y experimentar cambios de todo tipo en el propio cuerpo. Mei Mei tiene 13 a?os y vive en Toronto, en 2002. Es una hija ¨²nica y mod¨¦lica de una familia de origen chino. Saca solo sobresalientes en la escuela, toca la flauta en la banda, tiene una pandilla de amigas m¨¢s bien empollonas y cuando acaba sus clases vuelve a casa para ayudar a sus padres a llevar el templo que custodian, dedicado a sus antepasados. Su madre puede inscribirse en el estereotipo asi¨¢tico-americano de la Madre Tigre: una mujer recta e implacable que tiene en su hija una especie de proyecto de excelencia. Todo eso cambia el d¨ªa en que Mei Mei se despierta¡convertida en panda rojo. De pronto es una criatura agreste. Huele raro. Sus cambios de humor son imprevisibles. No consigue controlar sus emociones. Le gustan los chicos. No le gusta su madre. Y necesita, sencillamente ne-ce-si-ta, ir a ver a su boy band favorita, los 4*Town.
Las canciones del grupo en la pel¨ªcula, por cierto, las han escrito Billie Eilish y su hermano, Finneas O¡¯Connell, y permanecen en la cabeza de quien las escucha durante d¨ªas.
La primera pel¨ªcula de Pixar que dirige solo una mujer ¨CShi es tambi¨¦n la autora del premiado corto Bao, en el que una mujer cura su s¨ªndrome del nido vac¨ªo cuidando un dumpling al vapor como si fuera su hijo¨C ha recibido tan buenas notas como la propia Mei Mei (tiene un marcador del 95% en el agregador de rese?as Rotten Tomatoes), con alguna sombra de duda por parte de cr¨ªticos como Maya Philips, del New York Times, que se pregunta si su retrato de las mujeres asi¨¢ticas es representaci¨®n o estereotipo. Pero tambi¨¦n hay voces, masculinas para ser m¨¢s exactos, que sencillamente no la entienden o la consideran una rareza nicho. Todas se expresan en t¨¦rminos similares: ?Esto no es lo que suele hacer Pixar. Solo veo a un grupo muy peque?o de personas capaz de entender esta pel¨ªcula?, se?ala una rese?a del p¨²blico, tambi¨¦n en Rotten Tomatoes. ?Esta historia est¨¢ dirigida a una audiencia muy espec¨ªfica y si no entras en esta categor¨ªa no es para ti (¡) Prefiero volver a ver Cars 2?, dec¨ªa otro usuario. El cr¨ªtico Sean O¡¯Connell escribi¨® en su rese?a para CinemaBlend: ¡°Sin duda, Red es la pel¨ªcula m¨¢s cachonda de la historia de Pixar, cosa que los padres encontrar¨¢n sorprendente. Reconoc¨ª el humor del filme, pero no conect¨¦ con ¨¦l en absoluto. Enraizando Red de manera tan espec¨ªfica en la comunidad asi¨¢tica de Toronto, la pel¨ªcula parece hecha para las amigas de Domee Shi y su familia inmediata. Lo que est¨¢ bien pero¡parece un poquito limitado¡±. En un tweet, O¡¯Connell abund¨® en su teor¨ªa, que es la misma que la del YouTuber Chandler. As¨ª como otros guiones de Pixar, ya hablen de peces desmemoriados, de ratas gourmet o de robots melanc¨®licos, apelan a toda la humanidad, ¨¦ste, protagonizado por una chica chinocanadiense, no lo consigue. ¡°Algunas pel¨ªculas de Pixar est¨¢n hechas para audiencias universales. Red no. El p¨²blico de ¨¦sta parece muy espec¨ªfico y estrecho. Si est¨¢s ah¨ª, quiz¨¢ funcione ara ti. Yo no estoy. Fue agotadora¡±.
El art¨ªculo de O¡¯Connell ya no est¨¢ disponible online. CinemaBlend lo retir¨® despu¨¦s de que muchos colegas de profesi¨®n y algunas entidades se?alasen que era racista. ¡°Esto es lo que pasa cuando los hombres blancos se presentan como el modelo ¨²nico. El p¨²blico ha empatizado con protagonistas masculinos y blancos desde siempre pero de pronto tienes a una chica asi¨¢tica en a animaci¨®n y esta gente cuestiona su existencia¡± tuite¨® un medio llamado POC Culture. O¡¯Connell, que es de hecho del director del medio, se disculp¨® y dijo que aceptaba los correctivos.
La pol¨¦mica en concreto se centr¨® sobre todo en la representaci¨®n de las personas no blancas, pero llama la atenci¨®n c¨®mo algunos rese?istas son incapaces de entrar en una pel¨ªcula sobre una chica cuya ¡°peon¨ªa roja ha florecido¡±, como dice po¨¦ticamente la madre de Meilin, incorporando as¨ª un eufemismo floral a los muchos que las mujeres han usado en todas las culturas para referirse a la menstruaci¨®n.
Para ser algo que est¨¢ tan cercano a su audiencia, Disney, incluso en sus encarnaciones m¨¢s recientes, ha preferido mantenerse lejos del asunto de la pubertad y sus complicaciones ¨Caunque en la reciente Luca hay algo de eso, del desajuste que se produce cuando dos amigos crecen a velocidades distintas y quiz¨¢ con deseos divergentes¨C. Y la regla ha sido siempre un tema tab¨² en la casa del rat¨®n. Existe una rareza llamada La historia de la menstruaci¨®n, un corto de diez minutos que Disney produjo para la empresa Kimberly-Clark en 1946 y que se emit¨ªa en colegios. Pero aparte de eso, a nadie se le ocurri¨® aludir a los cambios hormonales de Mulan, Moana o Merida de Brave.
En Red, el tema estuvo siempre en el centro de la pel¨ªcula, empezando por el t¨ªtulo, como ha explicado una de las productoras, Lindsey Collins, a la revista Polygon. ¡°Fue lo primero que pusimos en la producci¨®n. Lo incluimos en las primeras versiones del gui¨®n. Y todo el mundo en el equipo apoyaba que hab¨ªa que tener estas conversaciones reales sobre el periodo en este momento de la vida de las chicas¡±, dice. Admite que tanto ella como la directora tem¨ªan la reacci¨®n de los directivos de Pixar, que pod¨ªan encontrar el tema demasiado espinoso para una pel¨ªcula. Sin embargo, estos, a decir de Collins, lo compraron sin ambages. ¡°Creo que vieron que estaba en el ADN de la pel¨ªcula y de los personajes. Espero que ponerlo en la pantalla y hacer que sea algo cringe pero tambi¨¦n divertido y parte de la historia, lo normalice¡±.
El estudio, que ha pasado por una reconversi¨®n tras la salida de su fundador, John Lasseter, por acusaciones de acoso sexual en 2017, tuvo en sus inicios y durante la mayor parte de su historia un serio problema con los personajes femeninos y desde luego con el n¨²mero de mujeres trabajando en sus pel¨ªculas. En 2012, una guionista y animadora, Brenda Chapman desarroll¨® la historia de Brave, sobre una heredera escocesa que no quieres ser princesa y por accidente transforma a su madre en un oso ¨Cno es descabellado pensar que el equipo de Red la est¨¢ homenajeando con su panda rojo¨C pero el estudio la despidi¨® como directora y puso a Mark Andrews como codirector en los cr¨¦ditos. Chapman escribi¨® en un art¨ªculo en The New York Times: ¡°Esta la historia que yo cre¨¦, que sali¨® de un lugar muy personal, como mujer y como madre. Que me la quitaran y se la dieran a otra persona, a un hombre adem¨¢s, fue doloroso a muchos niveles¡±.
¡°La animaci¨®n sol¨ªa ser sobre todo t¨ªos¡±, dijo John Lasseter en 2015, entonando cierto mea culpa. Lo sigue siendo en su mayor¨ªa. Seg¨²n un estudio de Zippia, solo el 26% de las personas que trabajan en la animaci¨®n en Estados Unidos son mujeres. Ha tenido que ocurrir que una pel¨ªcula del mayor estudio de dibujos animados tenga por primera vez una directora, una productora y una guionista para que un filme hable sobre la regla. Un tema que para algunos ser¨¢ siempre ¡°alienante¡± y ?muy espec¨ªfico?.
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