?Al dejarlo volv¨ª a la vida?: cuando irse de un trabajo sin un plan b es la mejor opci¨®n
Abandonar un trabajo sin tener otro no est¨¢ bien visto. Esta tendencia a aguantar, a pesar de todo, est¨¢ generando grandes problemas de salud mental y estr¨¦s entre los trabajadores. Hablamos con psic¨®logas, responsables de recursos humanos y trabajadoras sobre cu¨¢ndo es el momento de acabar una etapa laboral, aunque lo que nos espere sea un futuro incierto.
Aunque est¨¢ claro que lo mejor para nuestra salud es dejar un trabajo que nos est¨¢ costando la misma, la realidad precaria en la que vivimos, a veces, empa?a la legitimidad de esta decisi¨®n. En un mercado laboral donde hay que dar gracias por un contrato temporal y casi rogar un indefinido, dejar un trabajo no est¨¢ bien visto. Intentamos ver el vaso medio lleno y quedarnos con la parte positiva que da tener unos ingresos recurrentes, pero cuando el pacto ¡®trabajar para vivir¡¯ se pervierte hasta el punto de no dejarnos disfrutar de la propia vida, llega un momento en el que, lo queramos o no, el vaso se desborda.
¡°Estaba en un entorno laboral muy t¨®xico. ?ramos solo dos chicas junior (no lo ¨¦ramos, pero cobr¨¢bamos como tal) y el resto del equipo estaba formado por jefes, varones y de mediana edad. Se notaba que pod¨ªan vivir sin horarios porque llegaban a casa y lo ten¨ªan todo hecho. Y, claro, en ese contexto, era muy com¨²n que a la una de la madrugada te llegase un mensaje de WhatsApp diciendo ¡®hay que darle una vuelta a esto¡¯. Si le a?adimos que cobraba 1.000 euros netos y pagaba un alquiler de 970, a d¨ªa de hoy sigo sin entender por qu¨¦ tard¨¦ tanto en darme cuenta de que no pod¨ªa vivir en Madrid bajo estas condiciones¡±, comparte Alba, una publicista de 29 a?os.
Cada vez con m¨¢s frecuencia se oye hablar del s¨ªndrome del trabajador quemado o, en otras palabras, las consecuencias f¨ªsicas y psicoemocionales de poner el trabajo por delante de nuestra propia vida, algo que la psic¨®loga sanitaria del centro Cepsim Lidia G. Asensi ve a diario en su consulta: ¡°Cuesta mucho dejar un puesto de trabajo. En primer lugar, por la inestabilidad y vulnerabilidad econ¨®mica que supone tardar en encontrar otro de nuevo, pero adem¨¢s porque nos han ense?ado a definirnos por lo que hacemos y no por lo que somos. Y, claro, si no tenemos un empleo sentimos que esto no habla bien de nosotros. Si no logramos ¡®aguantar¡¯, r¨¢pidamente aparece la idea de que no hemos sido capaces, lo que activa a su vez el sentimiento de culpa¡±, explica esta experta.
¡°Lleg¨® un momento en el que la relaci¨®n t¨®xica que ten¨ªa con mi compa?era de trabajo hizo que el puesto no me compensara econ¨®mica ni personalmente. Sin embargo, no fui consciente de los efectos que esto estaba teniendo en mi salud hasta que, un d¨ªa comprando en el supermercado de al lado de mi casa, le tuve que preguntar a una se?ora d¨®nde estaba. Despu¨¦s de deambular por los pasillos, mi mente hab¨ªa desconectado completamente de mi cuerpo. Fui al m¨¦dico y autom¨¢ticamente mi doctora me dio la baja. Aquel episodio hab¨ªa sido causa del estr¨¦s y la ansiedad acumulada. Hab¨ªa somatizado todo. En las anal¨ªticas mi sistema inmune aparec¨ªa bajo m¨ªnimos. Cuando dej¨¦ el empleo al terminar la baja, volv¨ª a la vida¡±, relata Ade, gestora cultural de 40 a?os.
Por mucho que seamos conscientes de la magnitud del problema y nos preguntemos por qu¨¦ no hab¨ªamos actuado antes de que el agua inundara toda la habitaci¨®n, Lidia G. Asensi se?ala que nuestro cuerpo previamente nos hab¨ªa enviado algunas se?ales: ¡°Saber cu¨¢ndo hemos cruzado la l¨ªnea roja es una de las decisiones m¨¢s dif¨ªciles de tomar, ya que va a depender de d¨®nde se encuentre el l¨ªmite de? cada uno. Pero, en general, algunas de las primeras se?ales que aparecen son el cansancio o preocupaci¨®n constante por el trabajo. Es decir, salir de la oficina y no desconectar no es un buen s¨ªntoma. A esto le siguen los problemas del sue?o, la frustraci¨®n o la apat¨ªa a la hora de ir a trabajar. Si llegados a este punto no hacemos nada y dejamos pasar los meses, es probable que aparezcan s¨ªntomas f¨ªsicos como problemas musculares y dolores de cabeza, o emocionales como la inapetencia para hacer otras actividades en nuestro tiempo libre o problemas de autoestima e inseguridad. Incluso, puede que lleguemos a pensar que el problema est¨¢ en nosotros y no tanto en la situaci¨®n propiciada por la empresa (sobrecarga de tareas, horas extra, ambiente negativo, etc¨¦tera). As¨ª, junto a la p¨¦rdida de la autoestima, tambi¨¦n aparece cierta sensaci¨®n de no tener el control con respecto a la situaci¨®n que acontece en el trabajo¡±, explica la terapeuta, con la experiencia que ha adquirido en consulta.
¡°Soy consciente de que no todo el mundo puede tomar una decisi¨®n as¨ª. De hecho, yo misma nunca me la hab¨ªa planteado. Desde la universidad y las pr¨¢cticas he ido yendo donde me iba surgiendo la oportunidad, pero no me hab¨ªa parado a pensar qu¨¦ proyecto de vida quer¨ªa. Y poder hacerlo ahora me hace sentirme una privilegiada. Gracias a mis ahorros y al apoyo de mi pareja he podido dar el paso y salir de un trabajo que me estaba asfixiando. Parar, respirar y analizar la situaci¨®n es necesario para ver qu¨¦ quieres hacer realmente y qu¨¦ est¨¢ pasando a tu alrededor. En esta vida no todo es producir o ser eficiente¡±, reflexiona Alba, quien adem¨¢s de dar su particular salto al vac¨ªo decidi¨® mudarse a Asturias junto a su pareja. ¡°Esta experiencia me ha servido para darme cuenta de que hab¨ªa abandonado mi vida personal. Es verdad que m¨¢s o menos compaginaba pareja y trabajo, pero era consciente de que no pod¨ªa tener familia o proyectos personales en ese entorno y con aquellos horarios. Aunque en este momento estoy totalmente paralizada en t¨¦rminos creativos y no tengo claro qu¨¦ va a ser de m¨ª a partir de ahora, al menos siento que el control de mi vida lo tengo yo¡±, a?ade.
?Debo contar en una entrevista que he dejado otro trabajo?
?Qu¨¦ ocurre despu¨¦s de dejar un entorno laboral t¨®xico y precario como el que describen Alba y Ade? ?Hay luz al final del t¨²nel o, a pesar de estar en 2021, es mejor que maquillemos la realidad ante una futura entrevista de trabajo?
Mara Aznar, psic¨®loga experta en recursos humanos y talent acquisition manager en atwork, lamenta que una buena parte del tejido empresarial actual todav¨ªa concibe de forma negativa que dejemos un trabajo para dedicar un tiempo a restaurar nuestra salud o a pensar qu¨¦ camino profesional queremos explorar.
¡°La mayor¨ªa de las empresas a¨²n tienen instaurada la idea de ¡®no parar¡¯, lo que hace que todav¨ªa se conciba como algo negativo que un candidato haya estado un a?o sin trabajar y dedicando su tiempo a analizar qu¨¦ quiere hacer en la vida. Cuando alguien para y no lo hace para formarse o mejorar sus aptitudes laborales, la empresa puede tachar a este candidato o candidata como una persona poco resiliente, que es justo lo contrario de lo que se busca ahora. Las empresas quieren personas que sean capaces de aguantar altos niveles de presi¨®n y grandes vol¨²menes de trabajo porque, aunque hay compa?¨ªas que ya est¨¢n cambiando en este aspecto, todav¨ªa hay muchas a las que solo les importa el hecho de que t¨² rindas y no pares de producir¡±, comenta, y a?ade que, en base a su opini¨®n personal, esta creencia juega a la contra de las propias empresas porque, a veces, tomarse ese tiempo personal hace que el trabajador encare el nuevo proyecto mucho m¨¢s motivado.
La realidad que menciona Aznar est¨¢ tan presente en el subconsciente de los trabajadores que, como bien mencionaba Lidia G. Asensi anteriormente, esto hace que el sentimiento de culpa emerja con facilidad a la hora de pensar en dejar un trabajo sin tener otro previamente entre manos. Es como si el contexto laboral actual nos dijese que priorizar la salud mental tendr¨¢ un coste a la hora de intentar encontrar trabajo de nuevo. Como si el ¡°vete al m¨¦dico¡± que recibi¨® Errej¨®n en el Congreso de los Diputados hace unos meses fuese en realidad el reflejo de un mal end¨¦mico que carcome el tejido empresarial espa?ol: la falta de empat¨ªa ante los problemas de salud mental que padecen los trabajadores.
¡°Por duro que suene, la realidad es que si eres sincero y cuentas en una entrevista laboral que has estado de baja o dejado un trabajo por una depresi¨®n, el recruiter (reclutador) tendr¨¢ mucho miedo a apostar por ti y que despu¨¦s le cuestes dinero a la empresa. Y yo creo que eso es un error porque si todos fu¨¦ramos m¨¢s honestos y visibiliz¨¢semos que padecer una depresi¨®n o un trastorno de ansiedad y reponerse es algo presente en la sociedad actual, creo que no penalizar¨ªa. Al contrario, demuestra que sabes manejar tus emociones y que has desarrollado las herramientas adecuadas para cuidar de tu salud mental. Adem¨¢s, derribar este estigma ayudar¨ªa a normalizar algo que es normal y que, probablemente, el propio recruiter o alg¨²n allegado suyo tambi¨¦n haya padecido en alg¨²n momento¡±, explica Mara Aznar.
Precisamente por esta raz¨®n, Lidia G. Asensi subraya la importancia de tomarse un tiempo, antes de comenzar a buscar trabajo sin descanso: ¡°Parece que cuando uno no tiene trabajo pierde el derecho a elegir y tiene que aceptar todo lo que le aparece. Y he aqu¨ª el error. Siempre que econ¨®micamente sea viable, lo sano es poder elegir la empresa a la que nos vamos, y negociar nuestras propias condiciones. Nos han ense?ado a entrar con miedo a un nuevo trabajo, a tener que decir a todo que s¨ª e incluso a evitar hablar de ciertos aspectos por miedo a que nos despidan. Y esto solo nos conducir¨¢ a tropezar en la misma piedra que nos hizo caer anteriormente. Tenemos que cambiar la mentalidad y convencernos de que la prioridad es nuestra salud. Decirnos ¡®por supuesto que quiero un trabajo, pero antes de nada estoy yo¡±.
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