?Tiene sentido instaurar en Espa?a la jornada laboral de seis horas para mejorar la conciliaci¨®n?
Sus defensores aseguran que mejorar¨ªa la productividad, pero para evitar perjudicar a trabajadores o empresarios tendr¨ªa que ir acompa?ada de medidas adicionales.
El pasado mes de agosto, durante un congreso del Partido Socialdem¨®crata, la primera ministra finlandesa Sanna Marin volvi¨® sobre su idea de impulsar una jornada laboral de seis horas en lugar de ocho. Con sus palabras abri¨® de nuevo el debate sobre si este tipo de pol¨ªticas son las adecuadas para optimizar los horarios, conciliar la vida familiar y laboral o combatir las altas cifras de desempleo que est¨¢ dejando la pandemia del Coronavirus.
Aunque su propuesta no sali¨® adelante, no es la primera vez que esta media de reducci¨®n de horas de trabajo salta a los titulares. Diversos estudios sugieren que existe un tiempo ¨Cno superior a 35 horas¨C que contribuye a que los trabajadores est¨¦n m¨¢s motivados y vean c¨®mo su salud mental y f¨ªsica mejora. As¨ª sucedi¨®, por ejemplo, durante un experimento que se llev¨® a cabo en una residencia de ancianos de Suecia en 2014. En ese caso, los trabajadores redujeron su jornada durante dos a?os sin que se viera afectado su salario y, seg¨²n el balance de los responsables municipales, no solo se produjeron menos bajas m¨¦dicas, sino que la producci¨®n aument¨®.
?Pero qu¨¦ ocurrir¨ªa en Espa?a? ?Ser¨ªa viable instaurar una medida de este tipo en las empresas de nuestro pa¨ªs? Desde la Comisi¨®n para la Racionalizaci¨®n de los Horarios Espa?oles (ARHOE) llevan a?os demandando pol¨ªticas que fomenten la conciliaci¨®n y ayuden a gestionar mejor el tiempo. Preguntados por esta medida en concreto consideran que deber¨ªa hacerse una distinci¨®n clara entre la situaci¨®n que exist¨ªa antes de la pandemia y la realidad que se presenta tras ella. ¡°Antes, cuando nos hac¨ªan esta pregunta, consider¨¢bamos que era inviable porque se pretend¨ªa construir la casa por el tejado¡±, explica su presidente Jos¨¦ Luis Casero. ¡°El d¨¦ficit de flexibilidad horaria en las empresas era tal que conseguir que se implantara una conciliaci¨®n real, sin haber pasado primero por otros pasos intermedios, nos parec¨ªa demasiado ambicioso¡±.
Sin embargo, la realidad econ¨®mica que ha surgido tras la pandemia es otra y, en este nuevo contexto, Casero indica que ¡°una reducci¨®n de jornada al l¨ªmite que se est¨¢ planteando podr¨ªa ser un medio para redistribuir el trabajo de una forma mucho m¨¢s sensata¡±. De llegar a aplicarse, para el presidente de ARHOE ser¨ªa imprescindible que ni el trabajador ni la empresa se vieran penalizados con una reducci¨®n de salario o con una carga fiscal inasumible. Una posible soluci¨®n para los empleados es que la reducci¨®n a seis horas se plantease como una opci¨®n voluntaria. En el caso de las empresas, ¡°que el Estado habilitase alg¨²n tipo de bonificaci¨®n o beneficio fiscal para que instaurar esta medida resulte rentable y a los empresarios les salgan las cuentas¡±.
En Espa?a, algunas empresas como Software Delsol, ubicada en Ja¨¦n y con una plantilla de 181 empleados, ya han dado pasos en esta direcci¨®n, pero a¨²n siguen siendo casos anecd¨®ticos. Aqu¨ª, adem¨¢s, existen ciertas cuestiones culturales ¨Ccomo el caf¨¦ de media ma?ana o el par¨®n excesivo para comer¨C que impiden que las horas que pasamos en la oficina sean menos y m¨¢s efectivas. ¡°Seguimos teniendo una cultura laboral que no favorece la productividad¡±, recuerda Casero. ¡°A nivel Europeo nuestro modelo de organizaci¨®n va a contracorriente y esto es negativo para la conciliaci¨®n. Hay muchos motivos por los que esta situaci¨®n debe cambiar en nuestro pa¨ªs y, para ello, ha de entenderse como una corresponsabilidad entre trabajador y empresa¡±.
Lo que s¨ª es cierto es que la preocupaci¨®n por la duraci¨®n de las jornadas laborales y el impacto que estas tienen sobre la vida de los trabajadores es cada vez m¨¢s evidente. As¨ª ha ocurrido, por ejemplo, con el desarrollo err¨®neo de los planes de teletrabajo durante la pandemia. ¡°Lo que hemos vivido no ha sido teletrabajo¡±, se?ala Casero. ¡°Ha sido m¨¢s bien un H¨¢gase lo que se pueda para trabajar en casa, que no es lo mismo. Un plan de teletrabajo exige una organizaci¨®n y unos protocolos que, como se ha puesto de manifiesto, no estaban previstos en la mayor¨ªa de los casos¡±.
La conciliaci¨®n de nuevo en entredicho tras la pandemia
M¨¢s all¨¢ de las costuras que se le est¨¢n viendo al teletrabajo, desde ARHOE se muestran preocupados por el retroceso que puede darse en los avances que se hab¨ªan hecho para racionalizar los horarios. ¡°El derecho a la conciliaci¨®n ha sufrido un rev¨¦s importante y no podemos dejar que ocurra¡±, indica su presidente. ¡°En los ¨²ltimos meses ha habido un inter¨¦s superior por la salud, que se puede entender porque est¨¢bamos ante una alerta sanitaria, pero el derecho a la conciliaci¨®n es un derecho que no se puede olvidar. No podemos perder los avances que hemos conseguido¡±, apunta Casero.
En ese sentido consideran fundamental, por ejemplo, que se materialicen las medidas avanzadas por el Gobierno para conceder permisos retribuidos a los padres que se vean afectados por cuarentenas en los colegios de sus hijos. ¡°Ser¨ªa interesante tambi¨¦n, para evitar una vez m¨¢s que las mujeres sean las m¨¢s perjudicadas, que esos permisos se cogieran por turnos entre padres y madres. Que no siempre sea la mujer la que lo solicite cuando los ni?os se tienen que quedar en casa¡±, recuerda.
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