Los 14 errores m¨¢s comunes que comete la gente que teletrabaja (casi sin darse cuenta)
Mezclar trabajo, placer y procrastinaci¨®n no funciona. Ni en la oficina, ni mucho menos, en casa.
Visto desde fuera el teletrabajo parece el sue?o de cualquiera: sin el aliento del jefe pegado al cogote, sin traslados, sin dress code. En la pr¨¢ctica, puede ser m¨¢s cop. Y ser¨¢s t¨² qui¨¦n deba marcar los l¨ªmites.
1. Creer que vas a trabajar menos?
Confundir el teletrabajo con estar de vacaciones es de primero de teletrabajador. ¡°En la oficina, el jefe o la din¨¢mica de la empresa imponen la agenda: a qu¨¦ hora se entra, qu¨¦ hay que entregar y a qu¨¦ hora, cu¨¢ndo cerrar reuniones con un cliente¡ Cuando trabajas en casa (o en un coworking), salvo que tengas que fichar, es f¨¢cil tender a relajarte. Y eso da problemas: tienes que seguir cumpliendo con los plazos y debes estar localizable a ciertas horas¡±, explica Jana Fern¨¢ndez, experta en gesti¨®n del tiempo y del descanso. Hay que tener claro que vas a tener el mismo trabajo que en la oficina y que necesitas un horario. Y tu horario tiene que ser moderadamente normal.
2. Ponerte un horario a contracorriente
La mayor¨ªa trabajamos de d¨ªa y dormimos de noche. ?Eres profesional liberal? Eso te da cierta flexibilidad horaria. Pero no tanta como crees. ¡°Es un error habitual creer que como est¨¢s en casa puedes organizarte como quieras. Es una verdad a medias, porque muchas veces tu horario tiene que estar sincronizado con el resto del mundo?, apunta Fern¨¢ndez. Si eres dise?adora gr¨¢fica es posible que un cliente te llame a las 11 de la ma?ana para comentar algo de los carteles que est¨¢s realizando y no le guste que no le cojas el tel¨¦fono porque eres de ¡®biorritmo de b¨²ho¡¯ (personas que prefieren trabajar de noche). Y recuerda: los mails enviados a medianoche causan sensaci¨®n de desorden profesional. Las llamadas a deshoras, tambi¨¦n.
3. No respetar el horario
Si nunca pasas por la oficina despu¨¦s de cenar, no abras el ordenador antes de acostarte para chequear el correo solo porque lo tienes sobre el sof¨¢. ¡°En casa al final no hay un espacio f¨ªsico-temporal delimitado. Pero tenemos que tener claro que, si est¨¢s fuera de tu horario, no tienes que hacer nada de trabajo. Que un error habitual es que sean las diez de la noche, vienes de fregar y te pones a contestar un mail que acaba de llegar en el ordenador¡±. ?Y si te ponen reuniones fuera de tu jornada? ¡°En el ¨²ltimo a?os los trabajadores hemos sido muy flexibles en este punto, pero no todos los jefes han estado a la altura. Debe haber flexibilidad por ambas partes. Si me gusta echarme la siesta y pongo un Teams a las seis hundo en la miseria al resto del equipo¡±.
4. Interactuar demasiado con los compa?eros
Trabajas en equipo con varios compa?eros. Antes te girabas y se lo dec¨ªas a la cara. Ahora, cada vez que tienes una duda o necesitas saber c¨®mo va su parte, le llamas. O le mandas un correo para decir que ya has terminado con lo tuyo o que te has atascado con un proveedor. Y viceversa. Al cabo de la jornada, todos ten¨¦is un aluvi¨®n de mails (o wasaps) que os restan eficacia como equipo. La soluci¨®n est¨¢ en poneros un tablero com¨²n, tipo Trello, donde cada uno vaya actualizando c¨®mo va su parte. Con un Zoom r¨¢pido diario (de unos 15 minutos) a primera hora ser¨¢ suficiente para ponersos al d¨ªa. El resto, mejor en un tablero com¨²n.
5. No crear tu espacio
Delimitar un espacio de trabajo ¨C tu mesa con tus cosas¨C te ayuda, seg¨²n Fern¨¢ndez, a ¡°poner la mente en modo trabajo. En la oficina hay unos l¨ªmites espacio-temporales que son la hora de fichar y tu mesa de trabajo. En casa deber¨ªas tener tu rinc¨®n y tus rutinas. Por rutinas entiendo tener los bol¨ªgrafos a mano, la libreta cerca y, si te pones tu vela arom¨¢tica favorita, encenderla siempre. Y procurar ponerte siempre en el mismo sitio. Son los detalles que le dicen al cerebro que se ponga en modo ¡®on¡¯ a trabajar¡±. La vida real no es Instagram. No vale que sea un sitio bonito (por ejemplo, la terraza) si no est¨¢s bien sentada, te da el sol en la pantalla o te distraes con el paisaje. ¡°Nos han vendido lo de ser n¨®madas digitales como que puedes trabajar en cualquier sitio y no es del todo as¨ª. Lo mismo debajo de un cocotero con un daiquiri o en ese caf¨¦ tan mol¨®n con la m¨²sica alta te dispersas mucho. O no hay buena conexi¨®n wifi y vas m¨¢s lenta¡±. Sobre la mesa y la silla, insiste en la necesidad de primar la ergonom¨ªa. ¡°Es muy posible que esa mesa de dise?o tan chula del sal¨®n no sea la m¨¢s adecuada para tirarte ocho horas sentado. Invertir en una mesa y una buena silla ser¨¢ tu mejor inversi¨®n?.
6. Procrastinar o acelerarte
En tu horario de trabajo, trabaja. Nada de tender una lavadora, terminar ese cap¨ªtulo de Netflix o enredar en redes sociales. ¡°Procrastinar es f¨¢cil cuando trabajas en el mismo espacio donde ves la tele o comes. Pero tambi¨¦n est¨¢ el polo opuesto: ser muy autoexigente, querer hacer m¨¢s y estar todo el d¨ªa con la sensaci¨®n de no hacer lo suficiente¡±.
7. Quedarte en pijama
Ropa c¨®moda, s¨ª. Trabajar en pijama, no. ¡°Pero un no rotundo. Igual que tener tu espacio o un horario ayuda a ponerte en modo operativo, quitarte lo de dormir, ducharte y vestirte te prepara mentalmente para trabajar. Si te quedas en pijama todo el d¨ªa eres un coj¨ªn m¨¢s¡±, insiste Fern¨¢ndez.
8. Comer junto al teclado
Ni comilonas de dos horas ni engullir en pocos minutos sin levantar la vista del ordenador. ¡°Comer es una necesidad y hay que hacerlo bien, dedic¨¢ndole su tiempo. Puedes dejarte la comida preparada la v¨ªspera, pero ded¨ªcale al menos media hora a comer. Y come rico¡±, advierte Fern¨¢ndez. A rengl¨®n seguido previene de otro peligro del teletrabajo: los viajes constantes a la nevera. ¡°Establece una rutina y s¨ªguela con disciplina tambi¨¦n para la comida. Y, por supuesto, nada de dejar de comer porque est¨¢s en casa. El cuerpo necesita un peque?o receso en la jornada laboral¡±.
9. Establecer pausas que interrumpen
El famoso Pomodoro no siempre se ajusta a todas las profesiones. ¡°Si est¨¢s muy concentrado en algo, te compensa m¨¢s hacerlo del tir¨®n que estar parando cada 25 minutos. Mejor que imponerte pautas porque lo dice tal o cual gur¨², anal¨ªzate. Mira cu¨¢les son tus momentos de productividad y c¨®mo poner las pausas. Eso s¨ª: encuentra tu propia estructura e incorpora parones. Tu cuerpo y tu mente los necesitran¡±.
10. No priorizar
Trabajes sola o en equipo, tu eficacia depende de tu cuenta de resultados. O sea, de los trabajos terminados. Stephen R. Covey, autor de un libro sobre gesti¨®n de tiempo y efectividad llamado First Things First, lo denomina big rock (grandes rocas). En casa es f¨¢cil dispersarte: pones una lavadora a media ma?ana porque est¨¢ llena y ma?ana llueve, bajas al s¨²per a primera hora porque as¨ª la fruta est¨¢ mejor, entras en Wallapop a dar una vuelta¡ Al final, la jornada se te ha llenado con peque?as cosas que te impiden dedicarte a fondo a tus big rocks y eso har¨¢ que te alargues hasta tarde y tengas la sensaci¨®n de que te tiras todo el d¨ªa trabajando. O de que el cliente te llame y no tengas las cosas listas. Prioriza. Recuerda: aunque teletrabajes, sigues estando en tu jornada laboral.
11. No calcular bien el tiempo
?Cu¨¢nto tardas en hacer ese informe? ?Y si tienes que salir a comprar materiales o visitar a un cliente? Cada tarea lleva un tiempo. Un error habitual es creer que tardamos menos de lo que en realidad tardamos y pretender hacer m¨¢s tareas de las asumibles. La clave est¨¢ en observarte unos d¨ªas y apuntar cu¨¢nto tardas en hacer cada tarea. Hay aplicaciones como Tracking Time que te computan el tiempo que has dedicado a cada tarea del d¨ªa. Hazlo durante una semana y saca una media de cu¨¢nto tiempo necesitas para cada tarea. A partir de ah¨ª, ya puedes asignar las tareas de cada jornada sin saturarte ni quedarte corta.
12. No organizarte la agenda
Hay tareas apetecibles y otras que son un ladrillo. Tambi¨¦n hay tareas que ponen en marcha mecanismos necesarios para ejecutar otras tareas. Por ejemplo, llamar al proveedor para que te env¨ªe cartuchos de tinta (esa tarea que en la oficina siempre hac¨ªa el becario). Si llamas tarde, lo mismo no te lo tiene para ma?ana. Si lo haces a primera hora, tal vez incluso puedas tenerlo hoy. Finalmente, hay tiempos perdidos inevitables por desplazamientos. Por ejemplo, esa visita al laboratorio, a la f¨¢brica o al almac¨¦n. Obviar esos peque?os detalles pueden hacer que llegues tarde, que sufras porque no encuentras d¨®nde aparcar o no te d¨¦ tiempo a completar todas las tareas que esperabas en el d¨ªa. La soluci¨®n es organizarte bien la agenda del d¨ªa (Time Blocking en lenguaje de recursos humanos): prioriza, asigna duraciones y organiza hora por hora todas las tareas del d¨ªa. Hazlo en una agenda de papel de toda la vida o, como sugiere Luc¨ªa Jim¨¦nez Vida, usa los calendarios digitales (Google Calendar, iCalendar¡).
13. Bloquear tiempo libre
Igual que bloqueas tiempos para trabajar y para los desplazamientos, bloquea tiempo para descansar. O para tus cosas. No respondas correos a partir de cierta hora, no uses el tiempo de la siesta del s¨¢bado para leerte esa documentaci¨®n que tienes pendiente. Y, muy importante: no consideres el tiempo que no est¨¢s trabajando como tiempo perdido. Es tu tiempo libre: resp¨¦talo y ll¨¦nalo con cosas que te gusten, como leer un libro, salir a pasear, hacer deporte¡ Es tan v¨¢lido a final de la jornada como a mitad de la misma. ¡°Puedo ponerme que voy a trabajar de 9 a 13 y de 16 a 20. Y a mediod¨ªa, descanso y leo un libro¡±, se?ala Jim¨¦nez Vida.
14. Enclaustrarte
Necesitamos contacto social de verdad. ¡°Para muchas personas el grupo de trabajo era su ¨²nico grupo social. De acuerdo que ahora no es el mejor momento para reuniones sociales, pero, de cara al futuro, hay que procurar seguir manteniendo contacto cara a cara?, insiste Fern¨¢ndez. Las redes sociales est¨¢n bien, pero no eliminemos lo que nos hace diferentes, que es el poder relacionarnos f¨ªsicamente con otros¡±.
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