Peg Entwistle, la actriz que salt¨® por pura desesperaci¨®n desde el letrero de Hollywood
El estreno de Hollywood, la nueva serie de Netflix sobre los a?os dorados de la meca del cine, ha vuelto a poner de actualidad el fat¨ªdico destino de esta actriz, cuyo fantasma muchos aseguran que sigue vagando por las colinas de Los ?ngeles.

¡°Tengo miedo, soy una cobarde. Lamento todo lo ocurrido. Si hubiera hecho esto hace tiempo, habr¨ªa ahorrado much¨ªsimo dolor. P.E¡±. Esta fue la nota de despedida que una senderista encontr¨® en el bolso situado junto al cuerpo inerte de Peg Entwistle una ma?ana de septiembre de 1932. Lo m¨¢s probable es que aquella mujer no reconociera ni las siglas ni el aspecto de la joven que con apenas 17 a?os ya triunfaba en Broadway e inspiraba a leyendas de la talla de Bette Davis. A los 24, edad a la que decidi¨® quitarse la vida saltando desde lo alto de la letra hache del ic¨®nico letrero de Hollywood, Peg no era m¨¢s que una actriz arruinada econ¨®micamente y amortizada por los estudios. Castigada con sa?a por la fortuna, para ella, seg¨²n confes¨® su bi¨®grafo, solo cab¨ªa una decisi¨®n: ¡°actuar o nada¡±. La int¨¦rprete dej¨® clara su decisi¨®n al precipitarse al vac¨ªo, pero Ryan Murphy, creador del nuevo ¨¦xito de Netflix, tiene otros planes para ella.
Desde su estreno este pasado 1 de mayo, Hollywood se ha convertido en una de las ficciones m¨¢s vistas y polarizantes de los ¨²ltimos meses. La serie supone un acercamiento revisionista a los a?os dorados de la meca del cine que imagina qu¨¦ hubiera pasado si el racismo, la homofobia o el sexismo no camparan a sus anchas por la industria cinematogr¨¢fica durante d¨¦cadas. Un glamuroso cuento de hadas que cuenta la historia de un grupo de j¨®venes que intentan triunfar en el s¨¦ptimo arte y que coge prestada la historia de Peg Entwistle como detonante argumental cuando un guionista (Jeremy Pop) y un director (Darren Criss) noveles apuestan por rodar una pel¨ªcula sobre la malograda actriz con una int¨¦rprete negra (Laura Harrier) como protagonista. Reivindicada gracias al ¨¦xito de la ficci¨®n, as¨ª fue la verdadera historia de la actriz cuyo esp¨ªritu muchos afirman que sigue vagando por las colinas de Hollywood.

La desgracia acompa?¨® a Millicent Lilian Entwistle desde la m¨¢s tierna infancia. Nacida en 1908 en Port Talbot, una peque?a ciudad portuaria del sur de Gales, tras el fallecimiento de su madre a causa de una enfermedad y con solo cinco a?os, emigr¨® a Nueva York junto a su padre. Robert, tambi¨¦n actor, no conseguir¨ªa triunfar en Broadway, pero la peque?a Millicient se enamor¨® de las tablas durante su estancia en Manhattan e incluso adoptar¨ªa el nombre de Peg tras asistir a una obra de teatro hom¨®nima. A los 14 ver¨ªa a su padre morir tras ser atropellado por una limusina. Peg, junto a los dos hermanos fruto del segundo matrimonio de su progenitor (la esposa, Lauretta, tambi¨¦n hab¨ªa fallecido v¨ªctima de una meningitis pocos meses antes), se mud¨® a Los ?ngeles con sus t¨ªos. Criada a pocos metros de las colinas de Hollywood y testigo de la embrionaria industria cinematogr¨¢fica, desde peque?a sinti¨® fascinaci¨®n por el m¨ªtico letrero. Seg¨²n expone su bi¨®grafo, James Zeruk Jr., Peg y sus hermanos acostumbraban a subir hasta la colina y escalar las letras (¡°era como su gimnasio particular¡±) que a?os despu¨¦s se convertir¨ªan en escenario de su muerte.
Entwistle comenz¨® a despuntar como actriz en Broadway tres a?os despu¨¦s con la obra El pato salvaje de Henrik Ibsen y hasta una jovenc¨ªsima Bette Davis se referir¨ªa a ella como una de sus grandes inspiraciones para convertirse en actriz. En 1927 se cas¨® con el tambi¨¦n int¨¦rprete Robert Keith, en una uni¨®n que apenas durar¨ªa un par de a?os despu¨¦s de que este, con una fuerte adicci¨®n al alcohol, maltratara sistem¨¢ticamente a la actriz y le ocultara la existencia de un hijo de seis a?os fruto de un matrimonio anterior.
En plena Gran Depresi¨®n, Entwistle se mud¨® de nuevo a Hollywood para intentar una carrera en el cine. Tras trabajar junto a Humphrey Bogart en una obra teatral, la joven estuvo a punto de conseguir un papel protagonista en la pel¨ªcula Doble sacrificio de George Cukor, que acabar¨ªa sin embargo recalando en una debutante llamada Katherine Hepburn. Su premio de consolaci¨®n fue el filme Trece mujeres, una de las primeras pel¨ªculas en contar con un elenco protagonista enteramente femenino. Sin embargo, el destino volvi¨® a jugarle una mala pasada. Este thriller sobre una mujer que trataba de asesinar a una docena de f¨¦minas con sus poderes sobrenaturales no gust¨® en los primeros pases con p¨²blico y el montaje final fulmin¨® hasta lo anecd¨®tico el personaje de Entwistle, una mujer casada sumida en una relaci¨®n l¨¦sbica que escandaliz¨® a los censores.
La mala fama adquirida por su marido en el gremio teatral en Broadway provoc¨® que los productores la metieran en una lista negra. Al otro lado del pa¨ªs, la recesi¨®n econ¨®mica hac¨ªa mella y el estudio RKO decidi¨® rescindir su contrato con ella. Arruinada, sin proyectos a la vista y con su exmarido casado ya con otra actriz, Entwistle volvi¨® a casa de sus t¨ªos sumida en una profunda crisis. El 16 de septiembre de 1932 Peg avis¨® de que iba a la farmacia, pero, en cambio, condujo hasta el letrero de Hollywood que copaba sus sue?os adolescentes ¨Cy que en aquella ¨¦poca rezaba ¡®Hollywoodland¡¯¨C, subi¨® los 13 metros de escalera de mantenimiento y salt¨® desde lo alto de la letra hache. Ten¨ªa 24 a?os y el peri¨®dico Los Angeles Herald Examiner la bautiz¨® como ¡°la chica del letrero de Hollywood¡±. ¡°No era una cobarde, sino todo lo contrario. Estaba angustiada y se arrepent¨ªa de muchas cosas. Se culpaba a s¨ª misma y a veces con raz¨®n. Nunca pens¨® en tratar de conseguir un trabajo como camarera o secretaria hasta que le ocurriera algo mejor. Actuar o nada¡±, a?ade Zeruk.

Aunque la ficci¨®n de Ryan Murphy ha vuelto a poner de actualidad su historia, lo cierto es que la figura de Peg Entwistle sigui¨® vigente m¨¢s all¨¢ de su muerte. Los tours que ense?an a los turistas los entresijos de las colinas de Los ?ngeles acostumbran a ¡®enriquecer¡¯ su relato recordando el fat¨ªdico destino de la int¨¦rprete y existen varios testimonios que aseguran haber visto vagar su fantasma cerca del letrero. ¡°?Est¨¢ maldito el cartel de Hollywood?¡±, se preguntan en la versi¨®n estadounidense de Vanity Fair en un art¨ªculo de 2014, recopilando leyendas sobre posibles avistamientos de la galesa.
Pero m¨¢s all¨¢ de los flirteos esot¨¦ricos, su historia es reivindicada por encima de todo como advertencia y lecci¨®n. Un ejemplo de las innumerables derrotas de aspirantes a estrellas que han poblado y pueblan la meca del cine y que acostumbran a ser opacadas por la brillantez de los pocos que consiguieron llegar hasta la cima. Ese motivo, y no otro, fue el que sirvi¨® como inspiraci¨®n a Ryan Murphy para hacer de ella el detonante de la trama de su nueva serie. El creador, uno de los m¨¢s poderosos y celebrados de nuestro tiempo (firm¨® un contrato con Netflix por valor de 300 millones de d¨®lares), ha corroborado que la vida de Entwistle le acompa?a desde que llegara a finales de los 80 a Los ?ngeles para intentar hacerse un hueco y, aunque la suerte le sonri¨® m¨¢s que a la brit¨¢nica, nunca ¡°ha olvidado la idea de que Hollywood puede masticarte y escupirte de forma injusta¡±. ¡°Me identifiqu¨¦ mucho con sus conflictos y su tristeza¡±, concluye. Gracias a su serie, muchos otros tambi¨¦n lo har¨¢n.
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