Tras 8 a?os vuelve Miss Espa?a en la era feminista, ?qu¨¦ hueco tiene ahora un certamen as¨ª?
El concurso anuncia su regreso batallando por un espacio en una sociedad marcada por fen¨®menos como el feminismo o las redes.
La que fuera Miss Espa?a 1984 y Miss Europa 1985, Juncal Rivero, recoge el testigo tras ocho a?os de par¨®n del certamen. La actual licenciataria de la marca registrada anuncia su regreso (en versi¨®n masculina y femenina) mientras promete aires renovados. ¡°Tengo ilusi¨®n por recuperar el certamen oficial, el que me ayud¨® a acercarme a mi sue?o y encontrar mi camino profesional, y volver a generar la misma emoci¨®n en las nuevas generaciones¡±, explica a S Moda.
Para la ardua tarea de resucitar un formato televisivo la nueva organizaci¨®n planea renovar planteamientos y requisitos: podr¨¢ participar cualquier hombre o mujer sin considerar su estado civil (algo que no era indiferente en la ¨²ltima edici¨®n, en 2011). Descendencia y embarazo tienen su propio ep¨ªgrafe: la maternidad y paternidad de las personas participantes no impide la inscripci¨®n ¡°porque tener hijos, estar casado o divorciado, no debe ser un impedimento, ni un freno, ni una frustraci¨®n para alguien que desea tener esta oportunidad de acercarse a la realizaci¨®n de sus sue?os y que sabe que este certamen, el oficial, es una puerta que se abre para ellos¡±, asegura Rivero. Eso s¨ª, las candidatas no podr¨¢n estar en per¨ªodo de gestaci¨®n ni quedarse embarazadas desde el nombramiento como Miss Provincial y hasta el fin de su reinado.
En cuesti¨®n de g¨¦nero, citando textualmente la normativa, ¡®para poder participar en el certamen, las candidaturas deben ser f¨ªsica y fisiol¨®gicamente del mismo g¨¦nero que indique su DNI¡¯. ¡°Es una forma de avanzar en la inclusi¨®n, de vivir el presente y adaptarse a ¨¦l¡±, comenta Rivero, ajena a la ambig¨¹edad con que est¨¢ planteado el requisito, que bien podr¨ªa interpretarse que alude solo a personas cisg¨¦nero; o que puede incluir a personas transg¨¦nero, pero ¨²nicamente a las que hayan completado ¨ªntegramente su proceso de reasignaci¨®n, excluyendo de paso a muchas otras identidades no necesariamente binarias.
La inscripci¨®n se realiza a trav¨¦s de la web del concurso?y, eso s¨ª, los materiales para apuntarse no cambian: foto de cara, foto de perfil y foto de cuerpo entero. ?M¨¢s buenas intenciones? El 20% neto de los ingresos por inscripci¨®n, que cuesta 39 euros, ser¨¢? destinado a una fundaci¨®n u ONG.
La directiva pone el foco en convertir a Miss y Mister Espa?a en un referente, ¡®el gran concurso de belleza y talento¡¯. Eso s¨ª, la belleza vale m¨¢s: Miss y Mister Espa?a se embolsar¨¢n 15.000 euros, Miss y Mister Nacional har¨¢n lo propio con 8.000, y los premiados Miss y Mister Talent se tendr¨¢n que conformar con 5.000 cada uno. ¡°Hay que intentar sacarse de la cabeza que la belleza no tiene valor, la belleza ha sido, es y ser¨¢ fuente de inspiraci¨®n de los artistas, de los grandes y de los menos grandes, la belleza genera enormes ingresos mundiales, ?por qu¨¦ se valora y premia la voz y no se puede valorar o premiar la belleza f¨ªsica? ?Por qu¨¦ se pueden celebrar cert¨¢menes de todo tipo y no est¨¢n tan bien vistos los de belleza?¡±, defiende Rivero, que cree que el concurso va m¨¢s all¨¢. ¡°Lo veo como yo lo viv¨ª: como una oportunidad que me acercaba a la realizaci¨®n de mi sue?o profesional. No creo que quienes se presentan lo hagan por pura vanidad para que les digan que son las y los m¨¢s guapos del reino. Lo hacen porque es un medio que les acerca a su objetivo y porque se sienten orgullosos de llevar su nombre unido al de Espa?a. Cuando se celebr¨® el primer certamen, en 1929, se vivi¨® como una revoluci¨®n para la mujer, una liberaci¨®n, poder decidir qu¨¦ quer¨ªan hacer o como vestirse o mostrarse en bikini sin preocuparse del qu¨¦ dir¨¢n. Hoy espero que se celebre de la misma manera y se respete la decisi¨®n de las y los candidatos a formar parte del certamen, sin tener que ser juzgados. Y mucho m¨¢s en las mujeres que luchamos por la igualdad y por, precisamente, liberarnos de esa tendencia a ser cosificadas por el mero hecho de desfilar en traje de ba?o¡±.?El argumento no convence a muchos: ¡°Juega con la baza de querer alejarse del machismo, como un complemento en esta ocasi¨®n, pero es que el punto de partida del propio concurso en s¨ª es terriblemente machista¡±, comenta?Roberto Enr¨ªquez (Bob Pop), periodista y analista de actualidad, preguntado al respecto por esta revista.
Para Clara S¨¢inz de Baranda, del Instituto de estudios de G¨¦nero de la Universidad Carlos III de Madrid, ¡°todo esto no aporta nada a la igualdad ni al debate viv¨ªsimo en que la sociedad est¨¢ inmersa. Es como un remake de una pel¨ªcula: se vuelve a hacer una nueva versi¨®n y en el fondo te cuentan la misma historia. Su existencia en s¨ª es marcar un estereotipo, reforzarlo, y seguir imponiendo el canon de belleza hegem¨®nico de la sociedad. Se nota que han querido utilizar vocabulario actual, que est¨¢ en auge, como la inclusi¨®n o la igualdad, pero lo han vaciado por completo de contenido, tratado con ambig¨¹edad, y como un mero adorno junto a normas que excluyen, por ejemplo, a mujeres embarazadas, o a otras muchas realidades funcionales¡±.
Las redes sociales, que se utilizar¨¢n por primera vez para que el p¨²blico elija candidaturas, son otro de los elementos m¨¢s controvertidos. Si este certamen sol¨ªa servir como plataforma de visibilidad, para muchos hoy esa funci¨®n la desempe?ar¨ªa Instagram. No para Juncal: ¡°Las redes sociales mueven miles y millones de seguidores, cierto, pero es dif¨ªcil que te lleven a los medios convencionales de comunicaci¨®n?(prensa, radio y televisi¨®n) que son fundamentales para darse a conocer a todo el mundo y a cualquier franja de edad. Creo que si est¨¢s en redes con miles de seguidores y quieres dedicarte a ser un o una influencer o ya eres una celebrity es estupendo, pero si tu camino est¨¢ en la interpretaci¨®n, la moda, la comunicaci¨®n, etc., las redes no lo facilitan tanto, ya que tambi¨¦n son miles las personas que buscan una oportunidad. Por lo tanto este certamen es un camino m¨¢s viable¡±.
Los formatos actuales contradicen a la organizadora. ¡°No lo veo un contenido televisivo del siglo XXI. La tele antes no daba espacio a hacer cosas, pero ahora s¨ª. ?Por qu¨¦ ir a Miss y Mister Espa?a y no irte a cenar con Carlos Sobera y darte a conocer? Son otros tiempos¡±, se?ala Enr¨ªquez que advierte de un previsible resultado: ¡°Me da mucho miedo el despelleje terror¨ªfico en que puede derivar algo as¨ª. No me creo el toque moderno que dicen haberle dado, y esto me parece m¨¢s bien algo planeado para encontrar el fil¨®n del haterismo tuitero en una experiencia transmedia en la que la gente se va a meter en redes sociales a despellejar lo que pille a su paso¡±. El desenlace a¨²n no tiene fecha confirmada ni canal, pero la organizaci¨®n negocia para emitir en la televisi¨®n nacional.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.