Xuxa, la ¡®reina de los bajitos¡¯ que enamor¨® a Pel¨¦ y Ayrton Senna, se reconvierte en el azote de Bolsonaro

Blanca, rubia, rica. De entrada, Xuxa Meneghel, a quien nunca le ha hecho falta apellido, parecer¨ªa la votante bolsonarista ideal, pero no. La semana pasada, poco antes de que Brasil se dirigiera a votar para la primera vuelta de las elecciones presidenciales, la expresentadora, conocida en su pa¨ªs como ¡°a rainha dos baixinhos¡± (la reina de los bajitos) colg¨® en su Instagram, donde tiene 12 millones de seguidores, un v¨ªdeo haciendo la L de Lula y pidiendo el voto para el candidato del Partido de los Trabajadores usando la lengua de signos.

Su decisi¨®n de colocarse del lado de Luiz In¨¢cio Lula da Silva cuando, seg¨²n las encuestas, este acariciaba la victoria en primera vuelta, podr¨ªa parecer oportunista, pero hace ya tiempo que la antigua estrella de la televisi¨®n expresa su profundo malestar con el todav¨ªa presidente Jair Bolsonaro. El detonante fue la pandemia, el desprecio y el negacionismo con que el mandatario gestion¨® la crisis sanitaria del coronavirus. Hace un a?o, cuando Brasil super¨® los 600.000 muertos y Bolsonaro era vetado de un estadio de f¨²tbol por no haberse vacunado, Xuxa escribi¨®: ¡°Quien no sigue las reglas mundiales es un genocida¡±. Nada menos. Y a?adi¨® una petici¨®n: ¡°Si apoya a Bolsonaro, deje de seguirme¡± en redes. Ya en 2014, la presentadora apoy¨® a la entonces presidenta Dilma Roussef, tambi¨¦n del Partido de los Trabajadores (PT), cuando esta promovi¨® la llamada ley de la bofetada, que prohib¨ªa el castigo f¨ªsico a los ni?os.

Semirretirada y disfrutando de una fortuna, que en 2019 se cifraba en unos 160 millones de d¨®lares (cifra similar en euros), Xuxa ha cumplido los 59 a?os convertida en una especie de s¨ªmbolo nost¨¢lgico para varias generaciones de brasile?os. Pero tambi¨¦n de espa?oles, argentinos, colombianos, chilenos y uruguayos, que podr¨ªan cantar sin mucha dificultad la letra de Ilarie, el hit?con el que siempre acababa su famos¨ªsimo programa, El show de Xuxa.

Con una paleta crom¨¢tica que recuerda a los fotogramas de la nueva pel¨ªcula de Barbie (nunca hab¨ªa suficiente fucsia y pistacho en aquellos decorados) y una combinaci¨®n de actuaciones musicales y pruebas de concurso, el show, la versi¨®n en espa?ol del xou que ya la hab¨ªa hecho famosa en Brasil, se emit¨ªa en 17 pa¨ªses, incluido Estados Unidos, donde ten¨ªa un importante seguimiento del p¨²blico hispano a trav¨¦s de Telef¨¦. En 1992, la cantante grab¨® otro programa, de dise?o muy similar, solo para Espa?a, el Xuxa Park. Se rodaba en Barcelona, en un plat¨® gigante que simulaba un parque de atracciones y, a pesar de la huella que ha dejado en la memoria ¡ª¡°quipo gggosa y quipo vegggde?: en aquellos a?os la naciente televisi¨®n privada descubri¨® las ventajas de tener un presentador carism¨¢tico con un acento peculiar¡ª, dur¨® solo cuatro meses, pero fue un ¨¦xito innegable. Algunas emisiones alcanzaron una cuota de pantalla del 45%. En aquel a?o, tan cargado de simbolog¨ªa, las tardes de los domingos fueron de Xuxa.

La propia presentadora y empresaria se encarg¨® de reescribir ese relato, que hab¨ªa congelado su imagen como la de una mujer de sonrisa permanente, cuando public¨® sus memorias en 2020. El cap¨ªtulo m¨¢s duro del libro est¨¢ dedicado a los abusos que sufri¨® en su infancia, desde los 4 hasta los 13 a?os. ¡°Recuerdo una noche que estaba acostada sobre el edred¨®n y respir¨¦ un olor a alcohol de alguien que no puedo identificar, una barba que me lastim¨® la cara y algo que pusieron en la boca.?Me despert¨¦ diciendo que alguien hab¨ªa orinado en mi boca y mis hermanos dijeron que hab¨ªa so?ado. Este fue el primer abuso sexual que sufr¨ª?, escribi¨®, detallando lo que ocurri¨® con un amigo de sus padres. M¨¢s adelante, fue otro amigo de la familia y un profesor al que llama ¡°Maestro Monstruo¡± y quien, seg¨²n cuenta, se masturbaba cuando la hac¨ªa salir a la pizarra.

Tambi¨¦n cuenta este episodio con un novio de su abuela: ?Fui a su apartamento a ver la tele y el futuro abuelo estaba cerca y me acariciaba. Cuando mi abuela se iba a coser, me ped¨ªa que me sentara en su regazo. Una vez, dej¨® un dedo debajo de m¨ª y luego lo oli¨®. Recuerdo su rostro, cerrando los ojos¡±. A pesar de eso, en el libro evita culpar a sus padres por lo que le sucedi¨® y asegura que su madre defend¨ªa ¡°como una leona¡± a sus cinco hijos.

En el libro, tambi¨¦n aborda la relaci¨®n que la hizo estratosf¨¦ricamente famosa en Brasil. En 1981, cuando ten¨ªa solo 17 a?os, empez¨® a salir con Pel¨¦. ?l ten¨ªa 40. Se conocieron en una sesi¨®n de fotos para una revista. La versi¨®n que dio el exfutbolista en sus propias memorias fue esta: ¡°Cuando la conoc¨ª, ella era virgen y se hab¨ªa peleado con un noviecito. El padre de Xuxa me dio permiso y, entonces, empezamos a salir. A m¨ª no me gustaban las v¨ªrgenes, as¨ª que le dije que resolviera ese problema con el noviecito. Despu¨¦s de eso, salimos con frecuencia¡±.

Estuvieron seis a?os juntos, durante los cuales fueron una de las parejas m¨¢s populares de Brasil y siguen teniendo una relaci¨®n cordial, a pesar de que Xuxa ha explicado que sufr¨ªa con las continuas infidelidades de ¨¦l. El futbolista dec¨ªa que la suya era una relaci¨®n abierta, pero, seg¨²n la presentadora, solo estaba abierta por un lado. En sus propias memorias, Pel¨¦ se refiere a ella no como una novia, sino como una ¡°amistad colorida¡±, la expresi¨®n brasile?a para un amigo con derecho a roce. No fue el ¨²nico romance de Xuxa con una figura conocida. A finales de los ochenta, mantuvo una relaci¨®n tambi¨¦n muy fotografiada con el piloto de F1 Ayrton Senna, del que siempre ha dicho que era su ¡°alma gemela¡±. A pesar de que ya no estaban juntos cuando este falleci¨® en plena carrera en el Gran Premio de San Marino de 1994, los medios brasile?os le concedieron el estatus de viuda popular. Dos a?os despu¨¦s inici¨® una relaci¨®n con el empresario y gal¨¢n de telenovelas brasile?o Luciano Szafir, con el que tuvo a su ¨²nica hija, Sasha. Ambos se separaron antes de que naciera la ni?a, pero han mantenido una buena relaci¨®n.

Quiz¨¢ la ruptura m¨¢s importante en la carrera de Xuxa no fue con ninguna de sus parejas amorosas, sino con su mano derecha en los negocios, la productora Marlene Mattos, que fue con quien construy¨® su imperio. Ambas se separaron tras un fuerte desencuentro en 2002. Como consecuencia de eso, dej¨® de emitirse el programa que hac¨ªan en ese momento para O Globo, Planeta Xuxa y empez¨® de alguna manera la etapa menos visible de la carrera de la presentadora. Pasaron 19 a?os sin hablarse hasta que se reencontraron frente a las c¨¢maras para otro programa de televisi¨®n. Durante a?os, Xuxa dio a entender en varias entrevistas que Mattos manejaba c¨®mo quer¨ªa su fortuna y su carrera y se hab¨ªa llevado m¨¢s de lo que le correspond¨ªa. En 2018 declar¨® en la revista Caras: ¡°Nunca supe lo que ganaba ni lo mucho que generaban mis shows. He sido tan inocente que me han robado mucho. He trabajado en Argentina, en Estados Unidos y en Espa?a y luego de un tiempo con lo ¨²nico que me encontr¨¦ fue con deudas¡±.

Para los brasile?os m¨¢s j¨®venes, que no vivieron su esplendor televisivo, Xuxa es una se?ora que sale a veces en los medios ¡ªdurante la pandemia protagoniz¨® su propia pol¨¦mica al sugerir que se utilizase a los presos de las c¨¢rceles como cobayas para vacunas y medicamentos con el argumento de que al menos as¨ª ¡°servir¨ªan para algo¡±¡ª y como un meme. Hay uno muy famoso en el que aparece ella en uno de sus antiguos programas rodeada de ni?os que la miran embelesados. Hasta que le espeta a una ni?a con un deje de hartazgo: ¡°Aj¨¢, si¨¦ntate ah¨ª, Claudia¡±. Es la frase comod¨ªn con la que en Brasil callas la boca a quien te molesta con una impertinencia. Queda por ver si volver¨¢ a implicarse en la campa?a presidencial, que celebra su segunda vuelta el 30 de octubre. Su apoyo probablemente no mueva tantos votos como los de otras celebridades que se han metido en la campa?a ¡ªel futbolista Neymar, pro-Bolsonaro, la cantante Anitta, actual superestrella que ha logrado el ¨¦xito crossover en Estados Unidos, con Lula¡ª, pero su nombre, sin apellido, siempre significar¨¢ algo para quienes crecieron con ella brincando en el televisor.