Las zapatillas con cu?a de Isabel Marant vuelven a despertar amor y odio diez a?os despu¨¦s
La dise?adora francesa ha relanzado el modelo Bekett, s¨ªmbolo de una ¨¦poca y precursoras del furor por las ¡®sneakers¡¯. Popularizadas entonces por celebridades y blogueras como Paula Echevarr¨ªa, siguen generando controversia. Varias mujeres que un d¨ªa decidieron comprarlas nos cuentan si volver¨ªan a llevarlas hoy.
?Por qu¨¦ mato hoy por unas zapatillas que ayer me horrorizaban? Con este titular analiz¨¢bamos en S Moda el furor por las sneakers con cu?a y tres tiras de velcro de Isabel Marant. Era 2012 y la dise?adora francesa logr¨® convertir el dise?o, conocido como Bekett, en una aut¨¦ntica plaga. Las opiniones a favor y en contra de un modelo que muchos tacharon de dudoso gusto est¨¦tico se multiplicaban al mismo ritmo que los clones asequibles proliferaban en toda clase de firmas y, por consiguiente, en las calles de nuestra geograf¨ªa. El soci¨®logo experto en moda Pedro Mansilla buscaba entonces una explicaci¨®n a la confrontaci¨®n y ¨¦xito generados por las dichosas zapatillas de generosa leng¨¹eta y cu?a interna. Lucidas a nivel internacional por rostros como Rihanna, Alessandra Ambrosio o Dakota Fanning, las zapatillas Bekett marcaron una ¨¦poca y se convirtieron en una de las prendas m¨¢s deseadas y representativas de la d¨¦cada pasada al calor?del nacimiento de los primeros blogs de moda. Casi diez a?os despu¨¦s de que Paula Echevarr¨ªa o Sara Carbonero las pasearan dentro y fuera del universo digital y blogueras como Silvia Garc¨ªa (@Bartabacmode) o Zina Charkoplia (@zinafashionvibe), por citar dos ejemplos nacionales, aumentaban su popularidad desde sus bit¨¢coras de estilo, Isabel Marant acaba de volver a relanzarlas.
?En su momento estaba loca por ellas y, de hecho, me las compr¨¦ en dos colores: negras, las m¨¢s populares, y blancas. Me las pon¨ªa un mont¨®n?, recuerda Zina. Con m¨¢s de 265.000 seguidores en Instagram, esta influencer de origen griego afincada en Barcelona, explica que al principio el modelo le generaba dudas (?no soy muy de cu?as?, aclara), pero despu¨¦s acab¨® dej¨¢ndose arrastrar por la tendencia y el atractivo de la escasez. ?Me cost¨® mucho encontrarlas, estaban agotadas. Las acab¨¦ consiguiendo en la tienda de Isabel Marant en Par¨ªs?, rememora. Y aunque a d¨ªa de hoy no tiene claro si se las pondr¨ªa de nuevo, confiesa que a¨²n las guarda porque ?estaba segura de que iban a volver?.
A Silvia Garc¨ªa, sin embargo, su regreso le ha pillado por sorpresa y tiene un recuerdo bastante distinto de aquellos d¨ªas en los que minishorts y sneakers de cu?a fueron su uniforme. ?Es una de las pocas cosas de las que me arrepiento de haber llevado. Al poco de compr¨¢rmelas ya no me convenc¨ªan y me las puse muy poco. Acab¨¦ vendi¨¦ndolas porque no le terminaba de ver el sentido a unas zapatillas de deporte con u?a incorporada?, cuenta la gallega. Con casi 440.000 seguidores en Instagram, Bartabac, como era conocida en la blogosfera en aquel tiempo en que las zapatillas de Marant formaban parte del armario de cualquier bloguera que se preciara, le augura escaso ¨¦xito al relanzamiento. ?Nunca se sabe, pero no creo que la gente las lleve ahora. Se vendieron tantos modelos similares en las tiendas low cost que acabaron muriendo de ¨¦xito?, opina.
Los dos testimonios dan buena cuenta de la polarizaci¨®n que sigue provocando el modelo diez a?os despu¨¦s. Como cualquier zapato fe¨ªsta, las Bekett lograron transformar el rechazo inicial de muchos en aut¨¦ntico deseo. Sobre todo, tras ser encumbradas como el calzado que ?hab¨ªa que tener? por celebridades y blogueras. Una campa?a de marketing similar a la de entonces combinada con la nostalgia que provocan tiempos pasados es lo ¨²nico que, para Zina, podr¨ªa volverlas a poner de moda. ?Si hacen un env¨ªo de zapatillas y se las pone la influencer o la celebrity correcta puede que la gente se las vuelva a comprar?, opina.
Sin necesidad de esperar al relanzamiento o a ser influenciada subliminalmente por decenas de publicaciones en redes sociales, Laia Ram¨ªrez (pseud¨®nimo) no ha paradado de pon¨¦rselas desde que se las compr¨® hace a?os. ?Nunca me han dejado de gustar y no ten¨ªa ni idea de que causaran tal divisi¨®n de opiniones porque a m¨ª siempre me han hecho comentarios positivos al respecto. Tengo dos pares porque cuando salieron no pod¨ªa permitirme las de Isabel Marant y me compr¨¦ unas de imitaci¨®n. Hace unos a?os consegu¨ª las originales de segunda mano?, comenta.
Como ella, fueron muchas las espa?olas, an¨®nimas y c¨¦lebres, que se decantaron por versiones inspiradas en las famosas Bekett (el modelo se vende actualmente en la web de la dise?adora por 410 euros y est¨¢ disponible en tres colores). Tiendas como Zara, Blanco, Stradivarius o Pull & Bear las reinterpretaron por unos pocos euros, aunque tambi¨¦n era posible hacerse con modelos premium de firmas como Hakei (las elegidas por Paula Echevarr¨ªa o Sara Carbonero), Steve Madden o Ash. ?Recuerdo que se vend¨ªan much¨ªsimo en varios colores y materiales?, cuenta una dependienta que trabaja por entonces en una conocida tienda de Barcelona en la que se despachaba como churros el modelo de Ash. ?Nunca entend¨ª muy bien su ¨¦xito. A m¨ª personalmente no me gustaban, pero supongo que las clientas las ve¨ªan como una opci¨®n ¡®arreglada pero informal¡¯ y m¨¢s c¨®moda que algunos tacones?, razona.
?Me gustan porque estilizan la silueta y alargan la pierna con looks informales o sport. Por ejemplo, con un vestidito de flores me parecen lo m¨¢s, pero jam¨¢s me las pondr¨ªa con un ch¨¢ndal o un pitillo?, confirma Laia. Para ella, el modelo de Isabel Marant ha tenido un papel esencial en la percepci¨®n actual de la sneaker como prenda de lujo que se lleva m¨¢s all¨¢ de gimnasio y se ha convertido en un icono capaz de sobrevivir al paso del tiempo. El reciente relanzamiento lo corrobora. Solo queda comprobar si las ventas tambi¨¦n le dan la raz¨®n.
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