El cerebro posee un perfecto "modelo de la gravedad" seg¨²n la NASA
Un experimento demuestra que el ser humano dispone de una 'computadora' que le permite anticiparse al movimiento de las cosas
Una investigaci¨®n hecha por la NASA en el espacio ha confirmado la hip¨®tesis de que el cerebro humano lleva incorporado un perfecto "modelo de la gravedad", una especie de computadora que le permite anticipar con exactitud los movimientos de las cosas.
Esta posibilidad se confirm¨® en un vuelo del transbordador Columbia en 1998, en el que los astronautas se enfrascaron en un juego de lanzamiento de pelotas que, en realidad, ten¨ªa un fuerte componente cient¨ªfico.
Recoger una pelota lanzada, por ejemplo, en un campo de b¨¦isbol requiere que el cerebro sea capaz de anticipar, calcular y compensar la aceleraci¨®n que posee la bola, algo muy dif¨ªcil en un entorno en el que la gravedad altera continuamente la velocidad.
C¨®mo se hizo el experimento
Joe McIntyre, un investigador del College de France, asegura que "el cerebro es tan preciso porque contiene un modelo interno de la gravedad". Las pruebas desarrolladas en el espacio, en ausencia de gravedad, han confirmado que esta idea ten¨ªa una base s¨®lida, seg¨²n anuncia ahora la NASA, que llev¨® al espacio el experimento que ha permitido demostrarlo.
El experimento hab¨ªa sido dise?ado por el franc¨¦s Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) y por el Instituto Cient¨ªfico Santa Luc¨ªa, de Roma. Mientras un ca?¨®n dotado con un muelle iba disparando las pelotas, unas c¨¢maras de rayos infrarrojos registraban el movimiento de las manos y brazos de los astronautas tratando de capturar las bolas. Unos electrodos colocados en los brazos median tambi¨¦n la actividad de los m¨²sculos.
A diferencia de lo que ocurre en la Tierra, donde existe la gravedad, en el espacio, con gravedad cero, las bolas manten¨ªan una velocidad constante y no una aceleraci¨®n constante como el cerebro hubiera esperado.
El resultado de las pruebas demostr¨® que los astronautas eran capaces de capturar las bolas, pero la respuesta de sus m¨²sculos estaba "desfasada", seg¨²n se?ala la agencia espacial. Los astronautas reaccionaban como si esperaran que la bola se moviera m¨¢s r¨¢pido de lo que lo hac¨ªa, es decir, como si la gravedad fuera igual que en la Tierra.
Adem¨¢s, el comportamiento de sus m¨²sculos era el mismo pasados 15 d¨ªas, cuando se supone que el cuerpo ya se ha habituado a la nueva situaci¨®n en la que la gravedad ha desaparecido. Para McIntyre, del equipo franc¨¦s que ha estudiado en tierra los resultados del experimento, esa "anticipaci¨®n de la gravedad" registrada por los astronautas significa que el cerebro tiene incorporado en su funcionamiento su propio modelo de la gravedad y no cambia aunque cambien las circunstancias.
Los astronautas en el espacio se adaptan a que sus cuerpos floten, incluso desaparece la sensaci¨®n de mareo que proporciona el espacio, pero el cerebro contin¨²a prediciendo que la bola ir¨¢ acelerada como en la Tierra, pese a que las repeticiones del juego-experimento deber¨ªa indicarle claramente lo contrario.
"Esta rigidez y comportamiento inflexible sustenta la idea de que el cerebro contiene incorporado un modelo de gravedad, como una computadora especializada que calculara en nuestras cabezas la aceleraci¨®n", ha se?alado el cient¨ªfico. Tras 15 d¨ªas, los astronautas comenzaron a capturar mejor las bolas, pero el movimiento anticipado del brazo se manten¨ªa.
Condiciones fijadas en el cerebro
Al volver a tierra, se repitieron las pruebas, esta vez con gravedad normal. Los astronautas quedaron sorprendidos de la velocidad con la que se mov¨ªa la bola pero, sin embargo, se adaptaron de inmediato a las nuevas condiciones, que son las que tiene fijadas el cerebro.
La NASA se?ala que el entender mejor el mecanismo por el que los astronautas se adaptan a los movimientos no previstos en el espacio puede ayudar a mejorar la seguridad de las misiones, pero tambi¨¦n puede ayudar a entender mejor en tierra los problemas que sufre el sistema nervioso.
Algunos problemas en el cerebro provocan retrasos en el tiempo de reacci¨®n mayores a los experimentados por los astronautas. Esta investigaci¨®n, a?ade la agencia espacial, puede ser clave para entender esos problemas.
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