Una familia estadounidense se implanta un chip bajo la piel con informaci¨®n m¨¦dica
El 'VeriChip' tiene el tama?o de un grano de arroz y est¨¢ construido con materiales no t¨®xicos
Leslie y Jeffrey Jacobs, y su hijo Derek, se han convertido en la primera familia del mundo en tener unos microprocesadores del tama?o de un grano de arroz implantados bajo su piel, que contienen informaci¨®n m¨¦dica que puede salvarles la vida.
Este primer procedimiento, que consiste en la inserci¨®n bajo la piel del brazo de un microprocesador m¨¢s peque?o que un grano de arroz, se llev¨® a cabo ayer en el primer centro autorizado de la firma VeriChip, en el condado de Palm Beach, en Florida.
El experimento tiene lugar pocos d¨ªas despu¨¦s que la Administraci¨®n de Alimentos y F¨¢rmacos de Estados Unidos (FDA) dictaminara que el VeriChip no es un instrumento o equipo de tratamiento m¨¦dico que requiera la aprobaci¨®n o regulaciones del Gobierno federal.
Preparados para una emergencia
Los Jacobs creen que el microprocesador les ayudar¨¢ a recibir asistencia m¨¦dica r¨¢pida si ocurre una emergencia. Derek, de 14 a?os, es al¨¦rgico a los antibi¨®ticos comunes y su padre, Jeffrey, est¨¢ muy debilitado por a?os de tratamiento por el mal de Hodgkin, una forma de c¨¢ncer.
Hace pocos a?os, cuando Jeffrey sufri¨® un grave accidente automovil¨ªstico, lleg¨® al hospital en condiciones que le imped¨ªan explicarle al personal m¨¦dico sobre su mal. "Experimentamos el trauma, la confusi¨®n y la demora frustrante cuando tratamos de suministrar una informaci¨®n, que se necesita con urgencia, sobre el historial m¨¦dico de Jeff cuando lo llevaron a la sala de urgencias", dijo Leslie.
El VeriChip, que mide 12 mil¨ªmetros de largo y tiene un di¨¢metro de 2,1 mil¨ªmetros, contiene un dispositivo de radiofrecuencia, y est¨¢ construido con materiales no t¨®xicos, que no permiten la entrada de fluidos corporales ni derrama su contenido. Mediante el uso de un lector digital, del tama?o de una computadora de mano, pasado sobre la piel, se reactiva el VeriChip y se obtiene la informaci¨®n sobre el paciente.
Leslie recuerda que fue su hijo Derek quien tuvo la iniciativa de ofrecerse para el implante, despu¨¦s que ambos vieron en la televisi¨®n un programa sobre la firma Applied Digital Solutions. "Mam¨¢, yo quiero ser el primer chico del mundo con uno de esos 'chips'", dijo Derek, seg¨²n la madre. "Y creo que el 'VeriChip' podr¨ªa salvarle la vida a pap¨¢".
Bautizados 'Los Chipson'
Derek tiene un talento innato para la tecnolog¨ªa avanzada. Cuando ten¨ªa 12 a?os de edad fue la persona m¨¢s joven del mundo certificada como ingeniero de sistemas por Microsoft. "Yo llam¨¦ a ADS y hablamos sobre nuestra idea de ofrecernos como voluntarios, como familia, para que nos implantaran el microprocesador", agreg¨® Leslie. "Y no pas¨® mucho tiempo antes que empezaran a llamarnos los 'Chipson'", en referencia a los dibujos animados de Los Simpson.
La implantaci¨®n as¨ª presentada ha despertado muchas opiniones favorables, pero no faltan quienes se?alan el peligro de que estos chips con informaci¨®n personal se conviertan en un instrumento de vigilancia al servicio de los poderes opresivos estatales.
Las posibilidades son infinitas: por ejemplo las aerol¨ªneas podr¨ªan exigir que los pilotos y otros tripulantes de aviones tengan un microprocesador implantado para impedir que los terroristas se infiltren en las aeronaves.
O podr¨ªa generalizarse el requisito de "chips identificadores" en determinadas profesiones, o para el ingreso en las universidades, y despu¨¦s de ello, mediante sensores, los presuntos supervigilantes del futuro sabr¨ªan qu¨¦ hizo qui¨¦n, cu¨¢ndo y d¨®nde.
Leslie Jacobs reconoce esa preocupaci¨®n, pero aclara que lo que ella, su esposo y su hijo har¨¢n "es totalmente voluntario". "Nadie nos fuerza a hacerlo y el banco de datos s¨®lo contendr¨¢ la informaci¨®n que nosotros queremos poner a disposici¨®n, y nosotros controlaremos qui¨¦n tendr¨¢ acceso a esa informaci¨®n y cu¨¢ndo", explic¨®.
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