Los espa?oles se gastaron 26.037 millones de euros en juegos de azar el a?o pasado
El perfil medio del jugador es un var¨®n, de entre 35 y 55 a?os, de clase media y que procede de Levante o Madrid
Los espa?oles se han gastado 26.037 millones de euros en los juegos de azar (loter¨ªas, bingos, casinos y tragaperras) durante el pasado a?o, seg¨²n las cifras facilitadas por la ONCE. No obstante y a pesar de esta abultada cifra, en general los espa?oles no empiezan a jugar de forma sistem¨¢tica a las diferentes loter¨ªas hasta cumplidos los 30 a?os, a excepci¨®n de la quiniela de f¨²tbol.
El director comercial y de marketing de la ONCE, Felipe Ponce, ha explicado que el motivo es bastante sencillo si se tiene en cuenta que normalmente las personas cuando son j¨®venes creen que son capaces de lograr los objetivos que se proponen sin m¨¢s ayuda que la de su capacidad y fortaleza. Pero, a medida que van pasando los a?os y cumplidos ya los 30, muchas de estas expectativas no se han cumplido o se han cumplido s¨®lo en parte y es entonces cuando empieza a aparecer el sue?o de la fortuna.
Un sue?o que est¨¢ muy presente entre los que tienen una edad comprendida entre los 35 y 55 a?os de edad, grupo que absorbe m¨¢s del 60% del consumo total del juego. En el sector privado, las m¨¢quinas recreativas encabezan la lista con una recaudaci¨®n de 10.592 millones de euros, seguidas de los bingos (3.755) y los casinos (1.687). En el sector p¨²blico, la loter¨ªa nacional recaud¨® 4.316, la loter¨ªa primitiva (2.174), la bonoloto (525), la quiniela del f¨²tbol (531) y el cup¨®n de la ONCE (2.457).
Estancamiento respecto a otros a?os
A pesar de estas cifras, seg¨²n la ONCE se observa un estancamiento en relaci¨®n a ejercicios anteriores, con una importante reducci¨®n del n¨²mero de salas, al tiempo que son las m¨¢quinas las que m¨¢s recaudan con diferencia. El juego p¨²blico, seg¨²n la misma fuente, sigue manteniendo crecimientos positivos -aunque decrecientes- durante los ¨²ltimos a?os y se espera un incremento cero al final del ejercicio de este a?o que acaba.
Aunque son las tragaperras las que m¨¢s recaudan, el cup¨®n y la loter¨ªa primitiva atraen casi al 40% de la poblaci¨®n que juega. El consumo de loter¨ªas y apuestas es fundamentalmente masculino, especialmente en el caso de las quinielas, al tiempo que el cup¨®n es la ¨²nica modalidad en la que hombres y mujeres gastan por igual.
En relaci¨®n al estatus econ¨®mico, la mayor parte del consumo en los juegos de azar se concentra en la clase media (desde la media baja hasta la media alta) y disminuye mucho en los estratos extremos. Adem¨¢s y seg¨²n los estudios de la ONCE, la participaci¨®n en loter¨ªa nacional es ligeramente superior en la clase media alta, frente al cup¨®n que concentra una proporci¨®n algo mayor en las medias bajas.
Finalmente y por territorios destaca el consumo per c¨¢pita de la zona de Levante y Madrid, aunque en este ¨²ltimo caso se debe casi exclusivamente el gasto en loter¨ªa nacional. Para el cup¨®n destaca el gasto per c¨¢pita de algunos de las comunidades aut¨®nomas con menor renta, especialmente Andaluc¨ªa y Extremadura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.