El Papa publica una enc¨ªclica para acabar con los abusos en la eucarist¨ªa

Juan Pablo II ha publicado hoy una nueva enc¨ªclica, Ecclesia de Eucharistia, en la que recuerda que el pan y el vino consagrados en la misa se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo y llama la atenci¨®n ante "los abusos" que se cometen con este sacramento. La enc¨ªclica se firmar¨¢ esta tarde en la bas¨ªlica de San Pedro durante la conmemoraci¨®n de la ¨²ltima cena celebrada por Jesucristo.

La enc¨ªclica est¨¢ divida en seis cap¨ªtulos: Misterio de fe, La Eucarist¨ªa edifica la Iglesia, Apostolicidad de la Eucarist¨ªa y de la Iglesia, la Eucaristia y la comuni¨®n eclesial, Decoro de la celebraci¨®n eucar¨ªstica y La Escuela de Mar¨ªa, mujer eucar¨ªstica.

Los abusos condenados por el Papa se refieren a que se d¨¦ la comuni¨®n a personas en pecado, a que se permita consagrar el pan y el vino a personas que no son sacerdotes ordenados, y a las concelebraciones con ortodoxos o protestantes en las que los cat¨®licos llegan incluso a comulgar.

El Papa recuerda en su enc¨ªclica que no se puede dar la comuni¨®n a una persona no bautizada o que rechace la verdad de fe de este sacramento y reitera la obligaci¨®n cat¨®lica de asistir a la misa dominical, que no se puede reemplazar con celebraciones ecum¨¦nicas de la palabra o con encuentros de oraci¨®n con cristianos de otras iglesias.

Juan Pablo II explica que los sacerdotes cat¨®licos pueden en determinados casos administrar los sacramentos de la eucarist¨ªa, penitencia y unci¨®n de enfermos a otros cristianos no en comuni¨®n con Roma, pero que deseen recibirlos y los piden libremente. Los cat¨®licos pueden hacer lo mismo, pero un fiel cat¨®lico no puede comulgar en una comunidad donde no se reconozca la necesidad del sacerdocio ministerial para que sea v¨¢lido el sacramento. La enc¨ªclica recuerda que tiene que ser un sacerdote ordenado el que presida la asamblea en la que se celebre la eucarist¨ªa.