Inglaterra y Gales penalizan pegar fuerte a los ni?os pero autorizan los bofetones
Unos 50 ni?os mueren cada a?o en el Reino Unido a manos de sus progenitores, lo que supone una v¨ªctima a la semana
Pegar a un ni?o hasta el punto de dejarle alguna marca es considerado a partir de hoy un delito en Inglaterra y Gales, seg¨²n una controvertida ley que autoriza, no obstante, los bofetones moderados. As¨ª, los padres no podr¨¢n hacer uso de la fuerza para castigar a sus hijos si ¨¦sta es tan violenta que deja se?ales en el cuerpo, pero podr¨¢n asestar alguna que otra bofetada, siempre y cuando no cause "moratones, enrojecimiento o da?o mental".
A pesar de nacer con el objetivo de proteger a los ni?os de los malos tratos en el hogar, la ley ha suscitado fuertes cr¨ªticas entre la sociedad brit¨¢nica al entender que, de esta forma, "se confunde" a los padres y se expone a los hijos a "un mayor riesgo de abusos", en palabras de la organizaci¨®n de protecci¨®n para la infancia NSPCC. Unos 50 ni?os mueren cada a?o en el Reino Unido a manos de sus progenitores, lo que supone una v¨ªctima a la semana.
La normativa, aprobada por el Parlamento el pasado noviembre, prev¨¦ castigar con penas de hasta cinco a?os de prisi¨®n a los padres que den una paliza a sus hijos, pero a la vez les da autonom¨ªa para decidir sobre la conveniencia de un "leve" bofet¨®n. Para los detractores de la ley, que hoy entra en vigor en Inglaterra y Gales mientras que en Escocia ya existe una normativa parecida, se deber¨ªa haber prohibido todos los niveles de violencia contra los m¨¢s peque?os. "Definir las formas aceptables para pegar a un ni?o es algo que deber¨ªa pertenecer al pasado", ha asegurado la responsable de la NSPCC, Mary Marsh.
Las cr¨ªticas de los m¨¦dicos
El hecho de que s¨®lo sean delito las agresiones f¨ªsicas que dejen se?ales conlleva el "riesgo de que los padres peguen a sus hijos all¨ª donde las lesiones son menos visibles, como la cabeza, algo que puede crear da?os mayores", a?ade esta experta. Durante su votaci¨®n en la c¨¢mara de los Comunes, varios diputados laboristas se rebelaron contra la ley, propuesta por el Gobierno, al exigir que ¨¦sta estableciera una prohibici¨®n total de la violencia. La enmienda presentada por esos parlamentarios en nombre de los "derechos fundamentales de los ni?os" fue rechazada, y en su lugar se acept¨® otra del Partido Liberal Dem¨®crata, en la oposici¨®n, por la que se autorizan las bofetadas con la condici¨®n de que no dejen secuelas f¨ªsicas ni ps¨ªquicas.
Por su parte, el primer ministro, Tony Blair, defendi¨® en ese momento la normativa, al considerarla fruto del "sentido com¨²n", porque representa un equilibrio entre la protecci¨®n de la infancia y la autonom¨ªa de los padres. Los m¨¦dicos tambi¨¦n han manifestado su oposici¨®n al rehusar convertirse en los responsables de decidir si un progenitor debe ir a la c¨¢rcel por pegar a su hijo. "La ley es demasiado ambigua", afirma la profesora Sarah Stewart-Brown, quien considera que "los m¨¦dicos no pueden determinar qu¨¦ constituye un bofet¨®n demasiado fuerte". La entrada en vigor de la normativa coincide con la condena esta semana a un matrimonio que envenen¨® con sal al ni?o de tres a?os que planeaba adoptar, en un caso que ha causado estupor en el pa¨ªs.
La pareja, Ian y Angela Gay, sentenciada a cinco a?os de prisi¨®n por homicidio, hab¨ªa albergado en su casa al ni?o Christian, junto a sus dos hermanos, durante un periodo de prueba en el que deb¨ªan decidirse sobre su adopci¨®n. Desde los primeros d¨ªas, la pareja se confes¨® decepcionada con el comportamiento del peque?o, a quien, ante los asistentes sociales, calificaron de "vegetal", "zombi" y "sin cerebro", porque no hablaba mucho. Pocas semanas despu¨¦s, Christian ingresaba en el hospital con altos niveles de sodio en la sangre y lesiones en la cabeza, que le provocar¨ªan la muerte. La investigaci¨®n judicial permiti¨® determinar que el matrimonio forz¨® al peque?o a ingerir unos 40 gramos de sal, adem¨¢s de sacudirlo o pegarle, como una forma de castigo por su actitud.
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