La emancipaci¨®n de los j¨®venes espa?oles aumenta por primera vez en diez a?os, seg¨²n un estudio

La tasa de dependencia familiar de los j¨®venes espa?oles entre los 16 y los 34 a?os ha descendido desde un 71% en 1996 a un 67% en 2005, despu¨¦s de un progresivo incremento experimentado desde finales de los a?os 80, seg¨²n un estudio realizado por el catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la UNED Miguel Requena D¨ªez de Revenga, presentado hoy por la Fundaci¨®n de Cajas de Ahorros (FUNCAS).

Este documento, publicado en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Panorama Social hace balance de la evoluci¨®n de los procesos de dependencia y emancipaci¨®n familiar de los j¨®venes espa?oles. As¨ª, diferentes indicadores muestran que, frente a la tendencia creciente de a?os previos, el grado de dependencia familiar de los j¨®venes se ha estabilizado durante el decenio 1996-2005. El autor del estudio interpreta esta evoluci¨®n, por un lado, debido a la evoluci¨®n positiva del mercado de trabajo en los ¨²ltimos a?os, y por otro a consecuencia de la ca¨ªda de los tipos de inter¨¦s, como un impulso a la emancipaci¨®n de los j¨®venes.

En concreto, este descenso en la tasa de emancipaci¨®n (de cuatro puntos porcentuales) se debe, seg¨²n los datos del estudio, a que en 2005 se produjeron "mayores contingentes" de emancipaci¨®n en las edades por debajo de los 25 a?os, frente a 1996. Sin embargo, este dato, relacionado con una "cierta aceleraci¨®n de la transici¨®n a la independencia", contrasta con el retraso de la edad promedio de la emancipaci¨®n de los 28,5 a los 29 a?os. "Se puede conjeturar la hip¨®tesis de un cierto atascamiento de los j¨®venes de entre 27 y 32 a?os quienes tras padecer prolongadamente las dificultades emancipatorias durante su primera juventud, posponen su independencia", destaca este profesor de la UNED.

Diferencias entre sexos

El estudio tambi¨¦n muestra diferencias entre ambos sexos. Seg¨²n los datos, las mujeres tradicionalmente se han ido antes de casa de sus padres, en torno a los 28 a?os; mientras que los hombres se suelen ir cuando cumplen los 30. Asimismo, la tasa de dependencia de las mujeres se situ¨® en 2005 en torno al 62%, frente al 71% de los chicos. El autor explica estos datos como una "herencia del pasado", dado que las mujeres suelen relacionar su independencia con el matrimonio, mientras que los hombres no se emancipan de sus padres hasta que no consiguen una estabilidad econ¨®mica y profesional.

Por otra parte, Requena plantea la hip¨®tesis de que el retraso en la emancipaci¨®n est¨¢ relacionado con los cambios en el estilo de vida y en la estructura de la familia, que favorecen el que los j¨®venes se queden en casa de sus padres independientemente de la situaci¨®n externa, porque "viven muy bien". El autor explica como en lo ¨²ltimos a?os se ha producido una crisis del patriarcado tradicional y una mayor participaci¨®n de los j¨®venes en las decisiones familiares. Al mismo tiempo, existe una menor carga de obligaciones del joven para con su familia, lo que les sit¨²a en una posici¨®n "muy ventajosa" para captar una parte importante y creciente de los recursos familiares, entre otras cosas, porque hay mayores niveles de renta que hay que repartir entre menos hermanos.