Costa Rica teme la desaparici¨®n de sus ex¨®ticos anfibios
En el pa¨ªs centroamericano, que posee el 4% de la biodiversidad del planeta, habitan 181 especies de anfibios, de los cuales la del sapo dorado ya ha desaparecido
Bi¨®logos costarricenses han alertado de que 23 especies de ranas y sapos est¨¢n en peligro grave de sumarse a la lista de animales desaparecidos en este pa¨ªs, como el sapo dorado. Los bi¨®logos locales est¨¢n preocupados por la dr¨¢stica disminuci¨®n en las poblaciones de anfibios en todo el pa¨ªs desde la d¨¦cada de los noventa, pero hasta ahora s¨®lo tienen diversas hip¨®tesis sobre las causas. Por esta raz¨®n trabajan en el dise?o de una estrategia nacional para garantizar la supervivencia de muchas de ellas en los pr¨®ximos 25 a?os.
Federico Bola?os, herpet¨®logo (especialista en reptiles) de la estatal Universidad de Costa Rica, ha explicado que actualmente los anfibios no s¨®lo enfrentan una situaci¨®n cr¨ªtica en Costa Rica, sino en todo el mundo. Seg¨²n cifras oficiales, al menos 2.000 de las casi 6.000 especies de sapos, ranas, salamandras y cecilios de todo el planeta est¨¢n amenazadas de extinci¨®n.
"Si se toma en cuenta que no existe suficiente informaci¨®n cient¨ªfica de muchas especies, la amenaza podr¨ªa elevarse a 3.000, la mitad de las especies de anfibios del mundo", explica el bi¨®logo.
En Costa Rica, pa¨ªs que posee el 4% de la biodiversidad del planeta, habitan 181 especies de anfibios, de los cuales la del sapo dorado ya ha desaparecido. Ese camino es el que pueden seguir otras 23 multicolores y ex¨®ticas especies como las ranas arlequines, las ranas de hojarasca, algunas ranas venosas y la mayor¨ªa de la familia de los sapos (seis de 14 especies gravemente amenazadas), lamenta el herpet¨®logo Gerardo Chaves.
Adem¨¢s de las 23 en peligro grave, otras 22 especies tienen poblaciones muy reducidas y 20 se consideran vulnerables. S¨®lo 87 poblaciones de los 181 tipos de anfibios del pa¨ªs est¨¢n en buenas condiciones, seg¨²n los estudios biol¨®gicos.
Dos culpables
Las investigaciones se?alan a dos principales culpables de esta alarmante situaci¨®n: el calentamiento global y un hongo com¨²n llamado quitridio.
Al parecer, la alteraci¨®n del clima en los ¨²ltimos a?os ha variado las condiciones de vida de los anfibios y, lo que es peor, ha facilitado la aparici¨®n de nuevas enfermedades o ha modificado las ya existentes. Este es el caso del quitridio, un hongo no pat¨®geno que habita en la piel y el cabello humano, y que hasta 1994 no hab¨ªa registrado ning¨²n efecto negativo sobre los anfibios.
En Costa Rica, el quitridio se volvi¨® el dolor de cabeza de muchos herpet¨®logos desde 1994, pero hay registros en el mundo de afectaciones a anfibios desde 1930.
Mientras tanto, los bi¨®logos apuestan por la crianza en cautiverio de muchas especies, pues la mortalidad ha afectado principalmente a los anfibios que habitan zonas protegidas de Costa Rica.
A pesar del futuro poco alentador, los expertos reconocen que a¨²n hay mucho que aprender de los anfibios y estos animales guardan algunas sorpresas a¨²n no comprendidas por la ciencia. Por ejemplo, de una especie de rana, que hab¨ªa desaparecido a?os atr¨¢s por completo de su ¨¢rea natural, ahora existe una poblaci¨®n en un estanque artificial en un zool¨®gico de San Jos¨¦ y zonas cercanas, en pleno coraz¨®n de la cuidad. Tal vez, conf¨ªan, no todo est¨¢ perdido.
![Bi¨®logos advierten sobre la r¨¢pida disminuci¨®n de las poblaciones de anfibios en Costa Rica, donde ya han desaparecido 23 especies y muchas otras corren peligro de extinci¨®n.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HSS7ARQR4P4VHZLLB7D4D7HAA4.jpg?auth=10987aed51c57cbace2b505e284efc060bbc648e29ff1fa9572238f3b2d40d58&width=414)
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