La radiaci¨®n liberada por Asc¨® fue 750 mayor que lo notificado inicialmente

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha reconocido que, a fecha de 12 de mayo, la actividad radiol¨®gica de la central nuclear de Asc¨® alcanzaba los 176 millones de becquerelios, una cifra 750 veces superior a lo notificado el 7 de abril por este organismo. Posteriormente, el 14 de abril, el propio CSN ya elev¨® esa cifra hasta los 84,95 millones de becquerelios.

En respuesta a una bater¨ªa de preguntas de la organizaci¨®n ecologista Greenpeace en relaci¨®n al escape registrado en la central de Asc¨® el pasado 27 de noviembre, el CSN informa de que "la actividad total recogida hasta el 12 de mayo corresponde a una actividad de 176,68 millones de becquerelios".

Las instalaciones de Asc¨® registraron el pasado 27 de noviembre un escape de part¨ªculas radiactivas procedentes de la ventilaci¨®n de la planta at¨®mica, un incidente que se conoci¨® a principios de abril y que est¨¢ catalogado como un incidente de nivel 2 dentro de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares, que abarca desde el 0 (sin significaci¨®n para la seguridad) hasta el 7 (accidente grave).

En otro informe remitido al Defensor del Pueblo (quien solicit¨® al CSN que aclarase los hechos y medidas adoptadas y previstas), este organismo explica que las primeras mediciones de radiactividad se hicieron basadas "en un modelo inadecuado". Posteriores mediciones permitieron elevar el grado de radiactividad recogido en la central y concretar algunos de los componentes emitidos como el Cobalto 60, una de las part¨ªculas m¨¢s t¨®xicas.

Seg¨²n este informe, la maniobra que origin¨® el suceso "se puede calificar, cuando menos, de deficiente". En concreto, precisa, el 26 de noviembre, mientras se efectuaban las operaciones de descontaminaci¨®n, el sistema de ventilaci¨®n normal sigui¨® funcionando, cuando el protocolo obliga a activar el de emergencia para garantizar que cualquier contaminaci¨®n no saldr¨¢ del edificio.

Al d¨ªa siguiente, agrega el informe del CSN, la central manipula los monitores de radiaci¨®n para eliminar la alarma y las consiguientes demandas de actuaci¨®n y parada de los sistemas de ventilaci¨®n. Por todo ello, concluye el CSN, "parece incontestable" que el incidente responde al arrastre de la contaminaci¨®n depositada en los conductos de ventilaci¨®n compartidos por el sistema normal y el de emergencia.

El responsable de la campa?a de energ¨ªa nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, ha denunciado que, en su informe, el CSN no ha contestado a muchas de las preguntas requeridas. El informe, asegura Bravo, "reconoce que la central actu¨® de mala fe, al manipular los aparatos, y que fue enormemente irrespnsable", un comportamiento que, a su juicio, es "delictivo".

Adem¨¢s, el responsable de Greenpeace ha se?alado que una de las cuestiones m¨¢s importantes sin responder se refiere a si el suceso puede haber tenido impacto ecol¨®gico y radiol¨®gico, tanto para los trabajadores de Asc¨® como para la poblaci¨®n y el medio ambiente. Por otra parte, como resultado de la visita de un grupo de expertos a Asc¨® el pasado 29 de abril, la Comisi¨®n Europea ha valorado hoy que el sistema de monitorizaci¨®n y de control puesto en marcha por el CSN fue "el adecuado".