De la cadena perpetua a la calle
El Supremo argentino decide sobre la libertad de un hombre que mat¨® a su familia
?Puede un hombre que ha asesinado a toda su familia y ha sido condenado a cadena perpetua terminar en libertad? Esta es la cuesti¨®n que debe resolver la justicia argentina, despu¨¦s de que en una pol¨¦mica decisi¨®n un tribunal de apelaciones concediera el arresto domiciliario para un odont¨®logo de 72 a?os que en noviembre de 1992 asesin¨® a tiros a su mujer, sus dos hijas y su suegra. Sus abogados quieren que ahora el Tribunal Supremo considere cumplida en su totalidad la condena a cadena perpetua y declare que su cliente goza de libertad total.
El asesino acab¨® con su familia porque, seg¨²n ¨¦l, le somet¨ªan a continuos malos tratos psicol¨®gicos. "Me ten¨ªan loco. Lo volver¨ªa a hacer, porque viv¨ªa un infierno", declar¨® hace a?os en una entrevista desde la c¨¢rcel. La familia viv¨ªa en La Plata, a unos 60 kil¨®metros de Buenos Aires, y Barreda siempre ha mantenido que si su mujer lo "hubiera escuchado", "no habr¨ªa sucedido todo esto". Preguntado hace menos de un mes por el director de la prisi¨®n en la que estaba internado sobre si volver¨ªa a hacer lo mismo, contest¨® que se trat¨® de "una situaci¨®n ¨²nica e irrepetible".
Su mujer, Gladys Mac Donald, ten¨ªa 57 a?os cuando fue asesinada; la madre de ¨¦sta, 86 a?os, y las hijas del matrimonio, 26 y 24 a?os, respectivamente. La sentencia condenatoria se?al¨® que el hombre ten¨ªa conciencia de lo que estaba haciendo.
Ley pol¨¦mica
El caso de Ricardo Barreda es seguido muy de cerca por la opini¨®n p¨²blica argentina porque puede sentar un peligroso precedente para otros condenados por cr¨ªmenes que esperan la pronta liberaci¨®n del condenado. Los abogados de Barreda se han amparado en una ley, vigente en el momento del asesinato, denominada del dos por uno, seg¨²n la cual los d¨ªas de detenci¨®n despu¨¦s de dos a?os de prisi¨®n preventiva computan como dos d¨ªas de prisi¨®n. Seg¨²n este sistema, Barreda fue detenido en noviembre de 1992, pero la sentencia no se hizo firme hasta abril de 2007, y por ello ya habr¨ªa cumplido 30 a?os de prisi¨®n y deber¨ªa salir en libertad. Adem¨¢s, la defensa ha alegado que el condenado ha tenido en la c¨¢rcel un comportamiento mod¨¦lico.
El dentista conoci¨® en 2000 en prisi¨®n a una maestra jubilada que acud¨ªa al centro penitenciario a visitar a un familiar. Inici¨® con ella una relaci¨®n amorosa y desde la semana pasada vive en su casa del barrio porte?o de Belgrano.
Para conceder el arresto domiciliario, los jueces tuvieron en cuenta los informes psicol¨®gicos que se?alan que Barreda tiene una "personalidad irritable" porque "presenta un d¨¦ficit en la capacidad de control de impulsos y en el manejo de la hostilidad y la agresividad", pero que fuera de la c¨¢rcel tiene la posibilidad de recibir un tratamiento psicol¨®gico prolongado y "va a estar acompa?ado de una persona encargada de su custodia y cuidado".
Entre los condenados que podr¨ªan beneficiarse de un fallo favorable a Barreda est¨¢ Carlos Eduardo Robledo Puch, de 56 a?os de edad, el mayor asesino en serie de la historia de Argentina, detenido en 1972 y condenado a cadena perpetua por 10 homicidios.
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