Comer sano, una obsesi¨®n
Cada vez m¨¢s espa?oles sufren ortodexia, enfermedad derivada de una preocupaci¨®n excesiva por comer productos saludables
El boom por la alimentaci¨®n sana que desde hace varios a?os se vive en los pa¨ªses occidentales ha tra¨ªdo consigo la aparici¨®n de un nuevo trastorno alimentario, la ortorexia. Consistente en la obsesi¨®n enfermiza por comer productos saludables.
La dietista y nutricionista Andrea Gil, del Instituto Superior de Estudios Psicol¨®gicos, ha advertido de que cada vez son m¨¢s los espa?oles que sufren este tipo de trastorno. Puede acarrear serios problemas f¨ªsicos y psicol¨®gicos a quienes lo padecen, dada la carencia en la ingesta de determinados nutrientes b¨¢sicos para la salud, ha asegurado Gil.
A diferencia de la anorexia o la bulimia, la principal preocupaci¨®n de los ortor¨¦xicos no es la cantidad de comida que toman, sino su calidad. "Prefieren no comer nada antes que ingerir un producto que consideran impuro o que va contra sus ideales", apunta la dietista. Las pautas de alimentaci¨®n que siguen estos enfermos son muy variadas. Entre ellos est¨¢n los frut¨ªvoros, que s¨®lo comen fruta y verdura; los crud¨ªvoros, que ¨²nicamente toman alimentos crudos, y aquellos que no ingieren nada que no provenga del cultivo ecol¨®gico para evitar aditivos o herbicidas.
Una enfermedad de ricos
Este estricto r¨¦gimen diet¨¦tico, en el que a menudo se excluyen alimentos b¨¢sicos que provocan problemas de salud: anemia, agotamiento, carencia de vitaminas y minerales, p¨¦rdida de masa ¨®sea o un mayor riesgo de infecciones, en el caso de quienes no comen alimentos cocinados. La enfermedad, que fue descrita por primera vez en 1997 por el m¨¦dico estadounidense Steven Bratman quien durante varios a?os practic¨® una dieta estricta, puede llegar a provocar la muerte por desnutrici¨®n. Aunque Bratman harto de la comida de extremos super¨® su obsesi¨®n por la comida sana y escribi¨® un libro para ayudar a otras personas a combatir este trastorno, cuya incidencia est¨¢ creciendo en los pa¨ªses esarrollados, donde las necesidades alimenticias b¨¢sicas est¨¢n cubiertas.
Seg¨²n Andrea Gil, esta obsesi¨®n alimentaria condiciona en gran medida la vida social de los enfermos, que evitan incluso salir con amigos por temor a no poder mantener su dieta estrictamente. Y suele darse entre individuos con un buen nivel de educaci¨®n y un alto poder adquisitivo, aunque, con frecuencia, personas recuperadas de la anorexia caen tambi¨¦n en la ortorexia.
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