El 'Discovery' llega a la estaci¨®n orbital
Los astronautas preparan el primer paseo espacial
El transbordador Discovery, al mando del comandante Lee Archambault, atrac¨® anoche en la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS), a las 23.19 hora peninsular, y los siete astronautas entraron en la base minutos despu¨¦s de la media noche. Alli fueron recibidos por los tres colegas que integran la tripulaci¨®n permanente. Es la primera nave de la NASA que llega este a?o a la ISS.
La misi¨®n en la base se ha reducido de los 10 d¨ªas planeados a ocho, debido al retraso en el lanzamiento por una fuga en la carga de combustible de la nave, y las jornadas de trabajo son ahora intensas. A primera hora de esta tarde, los astronautas, utilizando dos brazos rob¨®ticos, sacar¨¢n de la bodega del Discovery una gran viga para completar la estructura central de la ISS. La instalar¨¢n ma?ana los astronautas Steve Swanson y Richard Arnold en el primer paseo espacial de la misi¨®n. En ese segmento estructural va un nuevo juego de paneles solares que est¨¢ previsto desplegar el pr¨®ximo domingo.
El Discovery permanecer¨¢ atracado en la ISS hasta el d¨ªa 25 de marzo y llegar¨¢ a la Tierra el 28. Uno de los astronautas que ha ido en esta nave, Koichi Wakata, se quedar¨¢ en la estaci¨®n hasta junio, convirti¨¦ndose en el primer japon¨¦s que se integra como miembro de la tripulaci¨®n permanente de la base. En su lugar vuelve a la Tierra en el Discovery Sandra Magnus, que lleg¨® a la ISS el pasado noviembre.
Un murci¨¦lago con ambiciones espaciales
En la larga historia de los transbordadores se han registrado numeros¨ªsimos incidentes, algunos realmente ins¨®litos. El ¨²ltimo que ha contado la NASA se va a recordar. Un peque?o murci¨¦lago se pos¨® en la superficie del dep¨®sito externo de combustible del Discovery el pasado domingo (la madrugada del lunes en Espa?a) poco antes del encendido de motores y lanzamiento. Lo vieron los controladores mediante una de las c¨¢maras infrarrojas que graban todo el sistema durante la operaci¨®n.
El murci¨¦lago estaba enganchado a la capa de gomaespuma aislante del dep¨®sito, a una temperatura entre 15 y 20 grados cent¨ªgrados. Gracias a las im¨¢genes y v¨ªdeos, un experto en naturaleza que presta apoyo a la base espacial Kennedy dijo que el murci¨¦lago parec¨ªa herido, con el ala izquierda rota.
Los responsables de control del lanzamiento contaban con que el animal, que hab¨ªa cambiado de posici¨®n de vez en cuando, se despegar¨ªa del transbordador en cuanto este encendiera sus motores. A¨²n as¨ª, los especialistas llegaron a valorar si supondr¨ªa alg¨²n riesgo para la nave. Finalmente decidieron que no planteaba problema alguno.
El murci¨¦lago no se movi¨® del dep¨®sito cuando se encendieron los motores, con toda su fiereza de fuego, y se aprecia en las fotograf¨ªas de los primeros momentos del lanzamiento. El animal con ambiciones espaciales ha quedado registrado en la historia de los transbordadores por el n¨²mero y tipo de incidente que ha provocado: 119V-0080.
Como en la base espacial de Florida hay una reserva natural, no es raro que se acerquen por all¨ª criaturas imprevistas y, para evitar interferencias, un sistema de sirenas avisan a los animales cuando va a partir una nave, a la vez que los radares rastrean el cielo para ver si hay p¨¢jaros que puedan afectar a los transbordadores en el ascenso.
El 119V-0080 no ha sido, de hecho, el ¨²nico murci¨¦lago que se ha posado en un transbordador. En dos ocasiones anteriores, en 1996 y en 1998, se detect¨® uno de estos animales pegado a la pared del dep¨®sito principal, pero en ambos casos el murci¨¦lago se fue en cuanto se encendieron los atronadores motores de la nave. El del domingo se qued¨®.
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