Amores de confesionario
El padre Alberto, sacerdote que ha conmocionado Miami por su relaci¨®n con una mujer, confiesa conocerla desde hace 10 a?os y quererla por su fe
En Miami, uno de los reinos de la telenovela, se ha instalado la m¨¢xima telerrealidad. El cura enamorado de la feligresa. Alberto Cuti¨¦, m¨¢s conocido como el padre Alberto, el sacerdote cat¨®lico de origen cubano m¨¢s famoso de la comunidad hispana por su presencia desde hace a?os en los distintos medios de comunicaci¨®n, ha sido fagocitado por ellos mismos. De director y guionista ha pasado a ser actor principal tras aparecer en la revista TvNotas en distintas fotograf¨ªas con una chica como una pareja de enamorados. En el primer gran cap¨ªtulo de este terremoto del coraz¨®n religioso caribe?o se han empezado a desgranar los sentimientos dentro de la ya vieja lucha de los curas por mantener la castidad, tantas veces perdida.
En una entrevista concedida a la cadena Univisi¨®n cont¨® por primera vez los detalles de lo sucedido sincer¨¢ndose como si estuviera ante un confesionario: "S¨ª, estoy enamorado y ella tambi¨¦n. Yo la quiero y no me hubiera expuesto a una situaci¨®n como la que ustedes vieron en las famosas fotos si no la quisiera". Confes¨® conocerla desde hace casi 10 a?os y que no ha sido "una calentura sexual". Se ha enamorado, sobre todo, "de su fe".
"Yo trat¨¦ con todo mi coraz¨®n de ser fiel a Cristo, a lo que Dios me ped¨ªa, pero fall¨¦", coment¨®. "Esto no es culpa de la Iglesia por el celibato, ni de nadie. Es culpa m¨ªa. Yo lo hice y estoy pidiendo perd¨®n por ello. ?Qu¨¦ significa que un hombre de 40 a?os se sienta enamorado de una mujer que quiere y qu¨¦ significa para el resto de su vida. ?Es el final o el principio de una nueva etapa? Todo en la vida se puede ver desde distintos ¨¢ngulos. Yo he tenido la respuesta desde hace mucho tiempo, pero lucho contra ella. Es como que t¨² sabes lo que debes hacer, pero no das el paso por esa lucha interna".
Igual que en uno de sus consultorios medi¨¢ticos, matiz¨®: "Yo no quiero que la gente piense que el padre Alberto tuvo un momento de calentura sexual, que conoci¨® a una muchacha el otro d¨ªa y entonces se fue a la playa. No, esto ha sido un proceso interno de mucha lucha, de mucha pasi¨®n, de mucha confesi¨®n, de oraci¨®n, de retiros enteros dedicados con un monje delante escuch¨¢ndome el cuento. Es una mujer que yo quiero, que desde que la conoc¨ª en la Iglesia me gust¨®. Fuimos amigos durante mucho tiempo. No hab¨ªa relaci¨®n, pero me gustaba. Siempre hubo mucho respeto. Ella entend¨ªa mi condici¨®n de sacerdote y yo entend¨ªa su situaci¨®n de madre soltera, pues tiene un hijo de 14 a?os. Lo que m¨¢s me atrae de ella, aparte de f¨ªsicamente, es su fe, es una mujer de una fe tremenda." Sus declaraciones fueron nuevamente muy bien acogidas por una mayor¨ªa de personas, pero otra gran parte, entendiendo y respetando la relaci¨®n, s¨®lo le critica por qu¨¦ no se apart¨® antes. Por qu¨¦ esper¨® a que estallara el esc¨¢ndalo en una revista del coraz¨®n. A la pregunta de c¨®mo se expuso p¨²blicamente, el padre Alberto se?al¨®: "Suena ir¨®nico y extra?o, pero yo sab¨ªa que Dios me estaba mirando y para m¨ª es lo que m¨¢s me preocupa. ?Dios condena mis acciones, mi forma de actuar? Creo que Dios es muy grande y Dios es amor. En realidad uno no planifica el amor, el amor es espont¨¢neo y si yo hubiera planificado esto no lo habr¨ªa hecho de esta manera".
Una mujer que le escuchaba coment¨®: "Es un encantador de serpientes. Est¨¢ contando su propio caso, que es como para meterse bajo tierra, y parece que est¨¢ aconsejando a otro, con la misma sonrisa, perfectamente vestido de sacerdote joven, bello, moderno, con su clergyman, como si no hubiera pasado nada". Y otra se?ora a su lado. Remat¨®: "A¨²n est¨¢ en el piso y ya se est¨¢ vendiendo. Es un embaucador".
El padre Alberto dio detalles incluso sobre el origen de las fotos. Dijo que no se enter¨® hasta que las vio, pero sab¨ªa que durante alg¨²n tiempo le estaban persiguiendo "por muchas razones". Fue en febrero, un d¨ªa fr¨ªo, y busc¨® una playa al norte de Miami "donde no hab¨ªa nadie". Y le ech¨® la culpa del chivatazo al salvavidas que vigilaba en su caseta: "Me doy cuenta", explic¨®, "cuando saca la cabeza y empieza a hablar con un celular, y pens¨¦ escuchar mi nombre, pero estaba leyendo y segu¨ª..."
"?Culpabilidad? ?Me siento mal, horrible? No, porque soy un hombre, nunca dej¨¦ de ser hombre por ponerme esta sotana. Debajo de la sotana hay pantalones y soy parte de la condici¨®n humana".
Y a?adi¨®: "Yo soy sacerdote y voy a seguir si¨¦ndolo hasta que me muera. Hay distintas formas de serlo. Activo, cumpliendo todas las funciones, o suspendido, que no puedes cumplirlas, aunque sigas si¨¦ndolo. En mi caso no he sido suspendido. Ped¨ª a las autoridades de la Iglesia un tiempo de ausencia para reflexionar y pensar".
El obispo episcopal Leo Frade ya ha declarado que lleva hablando un a?o con el padre Alberto sobre la posibilidad de entrar en su Iglesia, donde podr¨ªa casarse. "En el futuro quiero tener una familia y al mismo tiempo servir a Dios", dijo el cura.
Masajista, divorciada y con un hijo
Su pareja, Ruhama Canellis, una mujer guatemalteca de 35 a?os, de origen griego, masajista, divorciada y con un hijo de 14, viv¨ªa a unas manzanas de la iglesia de San Francisco de Sales de la que era p¨¢rroco el padre Alberto. Tras ser localizada y ante el acoso de los medios de comunicaci¨®n, el marido de una amiga lleg¨® a rescatarla el jueves al edificio de bajos recursos en el que vive y la llev¨® en una furgoneta al aeropuerto. Supuestamente se ha refugiado en Nueva York. El viernes difundi¨® un comunicado: "Como madre les ruego a los medios de comunicaci¨®n que respeten mi privacidad y la de mi hijo de 14 a?os. Quiero agradecerle a mi familia, a mis amigos y a tantas otras personas que me hayan ofecido su amor y apoyo. Les pido a todos que oren por nosotros. Gracias".
Los vecinos hablaron bien de ella y uno dijo que el padre Alberto llegaba por las noches a tocar su ventana. Parec¨ªa el m¨¢s interesado en la relaci¨®n y otro dej¨® entrever que ella estaba cansada y que el esc¨¢ndalo montado ha sido la consecuencia. Ruhama, que tambi¨¦n ha trabajado como agente inmobiliaria, ha tenido varios problemas en sus trabajos por no tener licencia y lleg¨® a ser multada.
El director del El Nuevo Herald, el peri¨®dico en espa?ol de Miami, firm¨® una nota el viernes para confirmar el fin de su secci¨®n de consejos, pero le dej¨® la puerta abierta: "....tras hablar el mi¨¦rcoles con el padre Alberto Cuti¨¦, ambos estuvimos de acuerdo en suspender su columna por el momento. El p¨¢rroco se mostr¨® agradecido por haberle concedido el espacio por tantos a?os y seguiremos en contacto para reiniciar su publicaci¨®n en el futuro".
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