Las discogr¨¢ficas acusan a Pablo Soto de lucrarse con el 90% de sus canciones
La defensa del creador de archivos P2P considera que el porcentaje no es real
Segundo d¨ªa de intenso juicio de las discogr¨¢ficas (Warner, Universal, Emi y Sony-BMG) contra Pablo Soto, el treinta?ero creador de los programas de intercambio de archivos P2P (Blubster, Piolet y Manolito). Las discogr¨¢ficas han justificado hoy los 13 millones de euros que piden al joven porque, afirman, un 90% de las canciones que se descargan en la p¨¢gina est¨¢n bajo sus derechos de propiedad intelectual.
En la vista de hoy, donde Pablo Soto ha estado de nuevo como p¨²blico, han comparecido los peritos de ambas partes. Mar¨ªa Jes¨²s Yag¨¹e, catedr¨¢tica de Investigaciones de Mercado, ha sido la encargada del principal peritaje de la acusaci¨®n. Yag¨¹e realiz¨® un primer estudio aleatorio, en 2007, donde se encontr¨® con que s¨®lo un 10% de las canciones estaban bajo sus derechos. Un a?o despu¨¦s elabor¨® una media, a partir de las descargas que se han realizado desde Blubster y Piolet (Manolito se qued¨® fuera porque no constaba el n¨²mero de descargas realizadas), que la perito ha afirmado superaban los 20 millones. As¨ª, se ha establecido un precio medio de 0,72 euros, por lo que la suma asciende a 13 millones de euros. "Parece que nos d¨¦ verg¨¹enza pedir tanto, pero hemos contado que cada persona que se descarg¨® el programa se bajase una canci¨®n, por lo que el resultado debe de ser mucho mayor", afirm¨® Javier de la Torre, abogado de la acusaci¨®n.
La defensa critic¨® el peritaje, que habla de "descargas" cuando deber¨ªa hablarse de "archivos disponibles", estableci¨® uno de los abogados de Soto. La defensa cont¨® con el perito Emilio Carrizosa, autor de un contrainforme al de Yag¨¹e. "No se analiza el uso real que se hace de los ficheros y el universo establecido para realizar la muestra no es extrapolable a lo desarrollado por el software de Soto", asegur¨® Carrizosa.
Las conclusiones del juicio se dar¨¢n a conocer ma?ana, pero la sentencia a¨²n tardar¨¢ al menos dos meses, seg¨²n el abogado de Soto.
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