Dos misiones hacia la Luna saldr¨¢n en junio

A bordo de un mismo cohete, dos sat¨¦lites de la NASA partir¨¢n el 17 de junio, salvo retrasos, hacia la ¨®rbita lunar. Entre sus objetivos est¨¢ buscar lugares adecuados para futuras misiones tripuladas, incluidas las que supondr¨¢n la vuelta a la Luna de astronautas de Estados Unidos, y tambi¨¦n saber de una vez por todas si existe agua helada en cantidad en los polos lunares.

La sonda Lunar Reconnoisance Orbiter (LRO) llevar¨¢ siete instrumentos que, adem¨¢s de identificar zonas seguras para el aterrizaje, buscar¨¢n recursos lunares susceptibles de explotaci¨®n y medir¨¢n y caracterizar¨¢n la radiaci¨®n presente en el sat¨¦lite de la Tierra. Para conocer la absorci¨®n de radiaci¨®n del cuerpo humano en la Luna se servir¨¢n de un pl¨¢stico que tiene las mismas caracter¨ªsticas que ¨¦ste. Las im¨¢genes que env¨ªe proporcionar¨¢n nuevos datos sobre las zonas en sombra permanente.

Por su parte, el Lunar Crater Observation and Sensing Satellite (LCROSS) se servir¨¢ de la ¨²ltima etapa del cohete Atlas Centaur que lanzar¨¢ las dos sondas para realizar dos impactos espectaculares en la superficie de la Luna. Tras viajar conjuntamente cuatro meses, la etapa del cohete se estrellar¨¢ en un cr¨¢ter polar sombr¨ªoen el que ya en 1999 se detectaron indicios de hielo. El resultado del choque ser¨¢ analizado por LCROSS, que volar¨¢ a trav¨¦s de la pluma de materiales resultante, que se estima tendr¨¢ una altura de 10 kil¨®metros, antes de estrellarse tambi¨¦n cuatro minutos despu¨¦s. Telescopios espaciales y terrestres estar¨¢n igualmente atentos para detectar y analizar los materiales eyectados por los impactos.

GMV, empresa espacial espa?ola, tiene una importante participaci¨®n en LRO, a trav¨¦s de su filial en Estados Unidos: ha realizado todo el sistema de planificaci¨®n de la misi¨®n, que es el cerebro de todo el segmento de tierra.