Los t¨¦cnicos, esenciales e invisibles para la ciencia
Lo que marca la diferencia
Texto de Carlos Duarte
La investigaci¨®n cient¨ªfica, en el ?rtico, en Biotecnolog¨ªa o en F¨ªsica Cu¨¢ntica -en lo que sea- es una labor de equipo. Los equipos de investigaci¨®n han de tener investigadores experimentados, j¨®venes investigadores, estudiantes en formaci¨®n y tambi¨¦n t¨¦cnicos altamente cualificados. Estos ¨²ltimos son, con diferencia, los cuadros m¨¢s deficitarios en los recursos humanos para la investigaci¨®n cient¨ªfica en Espa?a. Sin embargo, t¨¦cnicos bien formados y motivados (en mi experiencia es m¨¢s escasa esta ¨²ltima condici¨®n que la primera) son muchas veces lo que marca la diferencia entre equipos cient¨ªficos con ¨¦xito y aqu¨¦llos que no acaban de despegar. Cualquiera de nosotros colocar¨ªamos la petici¨®n de un t¨¦cnico competente y motivado como el primer deseo que plantear¨ªamos a un hipot¨¦tico genio residente en un matraz m¨¢gico olvidado en el laboratorio.
Sin embargo, estas raras avis, fundamentales para el proceso de generaci¨®n de conocimiento cient¨ªfico, raramente son visibles. Raramente dan conferencias, o tienen voz en los medios de comunicaci¨®n, o escriben blogs.
Por eso, en este nuevo texto, he considerado apropiado invitar a una de los dos t¨¦cnicos que trabajan con nosotros en el experimento ATP a compartir algunos de sus pensamientos con nosotros. El otro es Regino Mart¨ªnez, mallorqu¨ªn, t¨¦cnico de investigaci¨®n del CSIC en el IMEDEA que es como la navaja suiza de los t¨¦cnicos: lo mismo hace un an¨¢lisis de concentraci¨®n de amonio en agua oc¨¦anica con resoluci¨®n nanomolar, que marca plantas submarinas a 30 metros de profundidad, o se embarca durante dos meses para llevar a cabo experimentos en un buque alem¨¢n en la Ant¨¢rtida: todo eso, y mucho m¨¢s, lo ha hecho ya en lo que llevamos de a?o.
Pero quien comparte este espacio con nosotros hoy es Raquel Gutierrez, malague?a (se nota), y que trabaja como t¨¦cnico con la investigadora Susana Agust¨ª, del CSIC.
?Qui¨¦n me lo iba a decir ...!
Texto de Raquel Guti¨¦rrez
?Qui¨¦n me lo iba a decir cinco a?os atr¨¢s!, cuando escuchaba un "Shi!! shi!! se?orita, un caf¨¦ descafeinado en taza peque?a con la leche fr¨ªa , sacarina y nada de por favor, ahhh!! y un vaso de agua fr¨ªa", que hoy por hoy estar¨ªa en lo m¨¢s Norte del mundo con un equipo de investigaci¨®n ejerciendo de t¨¦cnico de laboratorio.
Siempre pens¨¦ que este mundo era inalcanzable, que solo pod¨ªan estar aquellos que destacaban en la universidad o que tienen dotes extraordinarias, y si es cierto que hay mucho de esto pero tambi¨¦n gente con mucha tenacidad, curiosidad, constancia......y sobre todo con mucha vocaci¨®n.
Esto quiz¨¢s se deba a la falta de divulgaci¨®n y la poca informaci¨®n que uno tiene sobre los organismos p¨²blicos de investigaci¨®n que existen en Espa?a, sus funciones, ofertas de trabajo, becas, etc¨¦tera, y, sobre todo, por lo desorientado que uno esta cuando empieza en la vor¨¢gine de buscar trabajo. Y como la gran mayor¨ªa de esta sociedad pensaba que el trabajo llamar¨ªa a mi puerta, esta claro que no, las oportunidades no vienen, hay que buscarlas.
Ahora, con pipeta -atr¨¢s qued¨® la bandeja- en mano, miro por la ventana del laboratorio hacia las monta?as nevadas de Longyearbyen y hago un repaso de mi camino en estos cinco a?os, de cuanto llevo cargada mi mochila de experiencias, conocimiento, disciplina, buenos compa?eros, sensaciones y la certeza de haber dado un gran paso en la vida, un paso hacia adelante.
As¨ª que busquen, que seguro al final encontraran su vocaci¨®n, felicidad o todo aquello que quiera encontrar.
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