Se inaugura la primera central de biomasa forestal de Espa?a
Emplear¨¢ los residuos forestales como combustible para generar energ¨ªa el¨¦ctrica
Como muchas otras zonas de Espa?a, Guadalajara acoge la llegada del verano con temor a los incendios. Pero a ese miedo, desde hace cuatro a?os, se le suma el pesado recuerdo de los 11 muertos que el fuego dej¨® en la regi¨®n. Era el verano de 2005. Desde entonces Guadalajara intenta superar la tragedia y poner medios para que no vuelva a repetirse. En las proximidades del peque?o pueblo de Corduente, en la poblaci¨®n de Se?or¨ªo de Molina de Arag¨®n, funciona desde hace una semana una planta poco convencional. Se trata de la primera central en Espa?a que emplea ¨²nicamente residuos forestales para generar energ¨ªa el¨¦ctrica. Y adem¨¢s nace con un objetivo principal: ser un ant¨ªdoto eficaz contra los incendios.
Auspiciada por Iberdrola Renovables y por la Junta de Castilla y la Mancha, el objetivo de la planta, cuyas peque?as dimensiones no trastocan la tranquilidad de la zona, es darle utilidad a los restos y residuos de podas y clareos ?C¨®mo? Estos restos, que cada verano son potenciales focos de incendios a causa de las altas temperaturas, se convierten gracias a la planta en un fil¨®n energ¨¦tico. La central es la encargada de transformar la energ¨ªa generada por su combusti¨®n en energ¨ªa el¨¦ctrica.
Varias fases lo hacen posible. La primera es la recogida de los despojos, de la que se ocupa un equipo de unas 250 personas contratadas por la Junta en el marco de las campa?as de prevenci¨®n de incendios. Parte de esos restos, acumulados en varios puntos intermedios del monte, son trasladados a las explanadas que circundan la central. All¨ª se amontonan restos de varios meses, ya que la recogida se efect¨²a ¨²nicamente en los meses comprendidos entre octubre y marzo. Esos mont¨ªculos son el alimento de la planta, que en total emplear¨¢ 26.000 toneladas anuales, con un consumo medio de 70 toneladas diarias.
La segunda fase comienza cuando ese pasto, a trav¨¦s de unas cintas m¨®viles, llega a las tripas de la central. All¨ª los restos forestales alimentan una caldera cuyo calor calienta varios conductos de agua. Ese agua, por el efecto de las elevadas temperaturas, se transforma en vapor, y ese vapor es conducido a la turbina que permite transformarlo en energ¨ªa el¨¦ctrica. Se cierra el ciclo con la condensaci¨®n del vapor en agua l¨ªquida, que vuelve al circuito para generar nueva energ¨ªa. El proceso deja como residuo las cenizas de los despojos quemados. Se est¨¢ estudiando su posible utilizaci¨®n para fabricar abonos o material para industrias cementeras.
La central, una clara apuesta por las energ¨ªas renovables, tiene una capacidad limitada, de 2megawatios. Sin embargo puede abastecer las necesidades energ¨¦ticas de los 14.000 habitantes de la comarca de Se?or¨ªo de Molina de Arag¨®n. El proyecto surgi¨® cuando, a ra¨ªz del incendio de Guadalajara, el presidente de Castilla - La Mancha, Jos¨¦ Mar¨ªa Barreda, busc¨® con Iberdrola un medio para paliar la lacra de los incendios en la regi¨®n. La mejor manera de hacerlo era convertirlospeligrosos restos de la poda,en algo valioso y que mereciese la pena recoger. La compa?¨ªa energ¨¦tica, con la colaboraci¨®n de la Universidad de Castilla y la Mancha, busc¨® una zona id¨®nea para construir una central que permitiese darle una vida ¨²til a los residuos forestales. El pueblo de Corduente, situado a los pies del Parque del Alto Tajo y ba?ado por el r¨ªo Gallo, - suministro de agua para la central-, era un paraje id¨®neo.
En la planta trabaja un equipo de 32 personas, a los que se suman los 250 encargados de la recogida del combustible. Adem¨¢s la Junta est¨¢ intentando acogerse a una subvenci¨®n de la Uni¨®n Europea de 450 euros por hect¨¢rea de monte limpio. Todo con el fin de que los residuos se conviertan en un bien fuera del monte, donde s¨®lo son foco de incendios.
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