La Cumbre del Clima planea prorrogar Kioto y otro acuerdo con EE UU

La Cumbre del Clima de Copenhague se encamina hacia dos acuerdos distintos. Uno para prorrogar el Protocolo de Kioto (en el que no est¨¢ EE UU) y otro en la Convenci¨®n de Naciones Unidas (en la que s¨ª est¨¢), cuya forma no queda clara. As¨ª figura en los dos borradores de los grupos de negociaci¨®n preparados por los presidentes y conocidos este viernes por la ma?ana en la cumbre. Pero los borradores incluyen una prevenci¨®n cl¨¢sica en este tipo de negociaci¨®n: "Nada est¨¢ acordado hasta que todo est¨¢ acordado". La negociaci¨®n se lleva a cabo cuando la UE ha anunciado que asignar¨¢ 2.400 millones de euros anuales a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo para que luchen contra el cambio clim¨¢tico.

Los textos mantienen la cifras de recortes de emisiones entre corchetes y con varias opciones, lo que significa que siguen en discusi¨®n. Los pa¨ªses en desarrollo consiguen uno de sus principales objetivos, prorrogar Kioto, ya que no les obliga a ellos. La UE prefer¨ªa un nuevo protocolo que unificara toda la negociaci¨®n. Como ha explicado el secretario de la Convenci¨®n de la ONU para el Cambio Clim¨¢tico, Yvo de Boer, "la inmensa mayor¨ªa de los pa¨ªses quer¨ªa resultados en las v¨ªas de negociaic¨®n", lo que implica prorrogar Kioto, cuyo primer periodo de cumplimiento termina a finales de 2012.

Uno de los textos, el que s¨ª incluye a EE UU, arranca: "Los pa¨ªses desarrollados tendr¨¢n (el verbo es importante porque incluye la obligaci¨®n y, como se?ala Elliot Diringer, del Pew Center for Climate Change, es el de un tratado) que tomar, individual o colectivamente, planes nacionales legalmente vinculantes" para que sus emisiones sean al menos de entre el 25 y el 40%, aunque tambi¨¦n ofrece como posibilidad el 30%, el 40% y el 45% en 2020 respecto a 1990. Y a?ade que los planes de los pa¨ªses ser¨¢n comparables y que se "tendr¨¢n en cuenta sus circunstancias nacionales y su responsabilidad hist¨®rica". Los pa¨ªses que firmaron Kioto -todos menos EE UU- tendr¨¢n su objetivo en el protocolo. Para EE UU el objetivo queda en la convenci¨®n, fuera del tratado internacional.

Para los pa¨ªses en desarrollo se pide que limiten sus emisiones para que crezcan entre un 15% y un 30% menos de lo previsto con la tendencia actual, aunque esta cifra sigue entre corchetes. Las acciones de reducci¨®n de emisiones que lleven a cabo con financiaci¨®n internacional ser¨¢n auditadas por la ONU. Las que realicen por su cuenta las declarar¨¢n ellos. China se niega a que haya un sistema transparente de declaraci¨®n de emisiones porque lo considera una intromisi¨®n en su pol¨ªtica nacional.

El borrador ofrece un rango de reducciones globales de un 50%, 85% o 95% para 2050, para que los l¨ªderes mundiales tomen una decisi¨®n al respecto la pr¨®xima semana. "Las partes deben reducir colectivamente las emisiones globales en al menos (50/85/95) por ciento sobre los niveles de 1990 para 2050 y deben asegurar que las emisiones contin¨²en disminuyendo a partir de entonces", seg¨²n el texto emitido en la reuni¨®n sobre el clima que se celebra del 7 al 18 de diciembre.

La UE est¨¢ dispuesta a aceptar que se mantengan las dos v¨ªas de negociaci¨®n, ya que la Casa Blanca alega que no puede firmar Kioto ni nada parecido, ya que el Senado de EE UU podr¨ªa rechazarlo, como le ocurri¨® a Clinton con Kioto. Sin embargo, critica que los textos est¨¢n desequilibrados. "Si tiene que haber dos v¨ªas tienen que confluir en un tratado legalmente vinculante", ha afirmado el negociador sueco, Anders Turesson: "Nos preocupan los textos porque no vemos c¨®mo nos llevan al objetivo de dos grados" de aumento de temperatura respecto a la era preindustrial. "Vemos poca obligaci¨®n legal ni c¨®mo [el borrador que s¨ª incluye a EE UU] ser¨¢ vinculante. En un mundo ideal tendr¨ªamos un ¨²nico tratado vinculante. Deber¨ªamos haber visto estos textos hace tiempo pero esperemos que sea posible llegar a un acuerdo", ha a?adido Turesson.

Sobre qu¨¦ financiaci¨®n para los pr¨®ximos tres a?os esperaban de EE UU, despu¨¦s del acuerdo en Bruselas, el negociador de la Comisi¨®n Europea, Artur Runge-Metzger, ha se?alado que, como m¨ªnimo, la cantidad aprobada por Bruselas.