No me apetece

Expertos en ginecolog¨ªa han demostrado que los anticonceptivos hormonales afectan a la libido femenina y a los estados de ¨¢nimo de la mujer. La soluci¨®n es sencilla: tomar vitamina B6.

La evidencia cient¨ªfica es para muchos ginec¨®logos una raz¨®n m¨¢s que suficiente como para hablar de fen¨®meno. Un fen¨®meno que re¨²ne en las consultas a mujeres j¨®venes en torno a una misma frase: "Doctor, ya no me apetece". La mayor parte de ellas toma anticonceptivos hormonales. Coinciden en que sienten un menor apetito sexual sin raz¨®n aparente y sufren tambi¨¦n una transformaci¨®n en su estado de ¨¢nimo. El asunto no es f¨¢cil de abordar por los especialistas, abrumados por el n¨²mero de casos, pero con unas investigaciones cient¨ªficas que todav¨ªa hoy llegan con cuentagotas. Algunas de ellas ya han demostrado que existe una relaci¨®n real entre el consumo de anticonceptivos y estos s¨ªntomas. La soluci¨®n no pasa por dejar de tomarlos. En la mayor¨ªa de los casos, el problema se resuelve con un consumo adicional de vitamina B6.

Hace unos a?os, las afectadas no se atrev¨ªan a acudir al m¨¦dico

El ginec¨®logo y jefe del servicio de ginecolog¨ªa y obstetricia del hospital General de Ciudad Real y del hospital de Tomelloso, Javier Haya, explica la ausencia de m¨¢s estudios cient¨ªficos por la poca importancia cultural que siempre se le ha dado a la sexualidad femenina. "En medicina ha importado siempre muy poco c¨®mo se sent¨ªa la mujer sexualmente hablando", se?ala.

Seg¨²n Haya, el retraso en las investigaciones se debe tambi¨¦n a que ¨¦ste es un tema tab¨². A las mujeres les cuesta todav¨ªa mucho reconocer que tienen problemas con su libido. "Llevamos a?os recetando anticonceptivos hormonales, pero hasta hace bien poco las afectadas hablaban como mucho entre ellas y no se atrev¨ªan a acudir al m¨¦dico. Afortunadamente, poco a poco se est¨¢ destapando el problema", a?ade el doctor.

Seg¨²n los estudios, hay dos causas que producen una disminuci¨®n de la libido sexual y cambios en el estado de ¨¢nimo. Una es hormonal, y la otra, vitam¨ªnica. La causa hormonal ha sido analizada por una investigaci¨®n de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston. Los doctores Claudia Panzer e Irwin Golstein han llegado a la conclusi¨®n de que los anticonceptivos hormonales hacen que el cuerpo produzca m¨¢s SHBG de lo normal, una hormona encargada de transportar esteroides -hormonas sexuales-, a los que disuelve en prote¨ªnas. El problema es que las hormonas sexuales mezcladas con prote¨ªnas dejan de ser activas. "Es como si quisieras cocinar un caldo de garbanzos y tuvieras mucho caldo; si despu¨¦s quieres rescatar garbanzos sin caldo, te ser¨¢ m¨¢s complicado", explica con una met¨¢fora el doctor Haya. El caldo es el SHBG, y los garbanzos a rescatar son las hormonas sexuales activas, que, en el caso de las mujeres que toman la p¨ªldora, est¨¢n nadando en un caldo prote¨ªnico demasiado abundante como para poder producir deseo sexual.

La otra causa, explica el doctor Haya, tiene que ver con la utilizaci¨®n que hacen los anticonceptivos hormonales de la vitamina B6, una sustancia mineral b¨¢sica en algunos procesos metab¨®licos. La vitamina B6 es fundamental para producir serotonina, neuronas encargadas de transmitir las ¨®rdenes del cerebro y que influyen en la sensaci¨®n de bienestar y en los niveles de libido. Los anticonceptivos necesitan consumir muchas cantidades de B6, y esto afecta de forma directa a la serotonina. Se podr¨ªa decir que dejan poca B6 para producir serotonina. Esta causa explicar¨ªa no s¨®lo la disminuci¨®n de la libido, sino tambi¨¦n s¨ªntomas como falta de energ¨ªa, desgana y estado de ¨¢nimo bajo.

Marta Jim¨¦nez (todos los nombres de las afectadas que aparecen en este reportaje son falsos) toma la p¨ªldora desde julio para ayudar a regular su menstruaci¨®n. Al mes y medio de tomarla empez¨® a notar la disminuci¨®n de su apetito sexual. "Mi pareja y yo vivimos en ciudades diferentes y lo l¨®gico ser¨ªa que me apeteciera mantener relaciones cuando lo veo, igual que antes de empezar con la anticonceptiva". Jim¨¦nez reconoce que su organismo ha empezado a equilibrarse de nuevo y no se plantea dejarla: "Mi salud es algo prioritario, y ahora he conseguido regular mi menstruaci¨®n".

Para Cristina Alc¨¢zar, lo peor son los cambios en el humor. Lleva tomando anticonceptivos hormonales desde los 19 a?os, cuando se los recet¨® el dermat¨®logo por un problema en la piel. Alc¨¢zar achacaba estos cambios a "d¨ªas malos", hasta que decidi¨® probar a no tomar anticonceptivos un tiempo. "Pronto not¨¦ que era m¨¢s feliz y no le daba tanta importancia a las cosas". Tuvo que volver a tomarla porque volvieron sus problemas con la piel, pero al menos conoc¨ªa el origen del problema: "Comenc¨¦ a investigar por Internet las posibilidades de regular sus efectos y encontr¨¦ que los complejos vitam¨ªnicos con B6 pod¨ªan ser buenos". Alc¨¢zar ha notado una mejor¨ªa considerable al tomar B6 y aceite de onagra. "Es algo natural, que ayuda a equilibrar tu organismo", concluye.

Los laboratorios Sintexliner est¨¢n investigando dos suplementos nutricionales que buscan ayudar a las mujeres que sufren estos s¨ªntomas. Se trata de dos sustancias para aumentar la libido y regular los cambios en el estado de ¨¢nimo. "Los productos que hay hoy en el mercado est¨¢n anticuados y normalmente no van dirigidos a chicas sanas con problemas derivados de la toma de anticonceptivos", asegura Germ¨¢n Espina, director general de la empresa. Uno de los aportes nutricionales est¨¢ destinado a aumentar la libido femenino de aquellas que lo necesiten y el otro mejora el estado de ¨¢nimo. Pero Espina insiste en que no es una panacea: "Son un complemento, y su funci¨®n es ayudar al organismo".

Seg¨²n Haya, la sexualidad femenina es muy compleja y los problemas deben tratarse desde diferentes perspectivas. El ginec¨®logo recuerda que los aspectos afectivos juegan un papel fundamental: "A veces se habla del cerebro como el principal ¨®rgano sexual de la mujer". Por eso, recomienda solucionar los problemas f¨ªsicos con aportes nutricionales, pero sin olvidar que hay que salir de la rutina para reavivar la relaci¨®n con la pareja.